LLEVAR HIJOS ESPIRITUALES
Una cuestión de vida y muerte
“Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero”. Génesis 30:1
Cada creyente nacido verdaderamente de nuevo, quiere llevar a otros a Cristo. Solo este versículo de la Biblia le dará bastante material para contemplar espiritualmente, con el fin de ayudarle a mejorar y a profundizar ese deseo interior. Es obvio que lo que tenemos delante es algo más que una simple petición. Es el clamor desesperado del corazón roto de una persona cuyo anhelo ha llegado a un nivel óptimo. Ha tocado la fuente de su existencia y está dispuesta a sacrificar su vida para ver este anhelo cumplido. En verdad, fue lo que pasó a Raquel al nacer su segundo hijo.
Este texto expresa mucho más que el deseo natural y común de una mujer por dar a luz. Pienso que también tenía que ver con algo más que simplemente la cultura de aquellos días. Dios mismo puso en el corazón de las mujeres hebreas un principio, especialmente fuerte, de tener hijos con el fin de preservar y propagar la raza.