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La Biblia pone al hombre en su lugar

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Si quieres ver las "Noticias y Anotaciones" adjunto a este artículo, puedes buscar el mismo título en Folletos "Una llamada a la entrega" arriba, al lado derecha. Incluyen la foto de nuestro primer bisnieto.

La Biblia pone al
 hombre en su lugar

C
omo lo más común es que el hombre se exalte a sí mismo y tome demasiado protagonismo, hallamos versículos como éste: “Tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre(He.8:1-2). Nos recuerda que el hombre está limitado a lo que es temporáneo y terrenal, mientras que la obra del Señor es ilimitada y eterna.

¿Son estas cosas así?

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¿Son estas cosas así?

“Recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”                                                                                                        Hechos 17:11

Hace muchos años, en una reunión de jóvenes, observé el siguiente experimento. Varios de ellos se sentaron en una fila. Entonces, al primero, se le dio un párrafo para que leyera silenciosamente en el oído del siguiente. Éste, tenía que susurrárselo al tercero, tal y como lo recordaba y entendía, y así sucesivamente. Finalmente, la última persona se puso en píe para recitar los detalles en voz alta. ¿El resultado? - Un párrafo tremendamente alterado. Esto es lo que sucede cuando una información va pasando de una persona a otra.

El Hijo Prodigo

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El hijo pródigo

Por David Brueckner

Sublime gracia del Señor,
Que a un infeliz salvó;
Fui ciego más hoy veo yo,
Perdido y Él me hallo.

“¿Cómo es Dios?” Existe una respuesta segura en la Biblia para todos aquellos que tienen suficiente serie-dad como para leer sus páginas sagradas.

  El ser humano es la corona de la creación de Dios, y una de las cosas que Él anhela tener, es comunión con el hombre. En Génesis, le vemos paseándose en el jardín, con la frescura de la mañana, buscando a Adán. En Marcos, llama a Sus 12 discípulos “para que estuviesen con él…”. Cuando Sus discípulos supieron que Jesús les iba a dejar, les dijo que iba a prepararles un lugar… “para que donde yo estoy, vosotros también estéis”.