¿CÓMO VA TU ALMA?
“… el que gana almas es sabio”. Proverbios 11:30
N
|
o hace mucho tiempo, respondiendo a una pregunta de uno de sus lectores acerca del infierno, una columnista destacada reveló que no había pensado mucho en el tema. Desde que lo leí, me ha estado molestando. ¿Cómo puede ser que una persona, reconocida por su sentido práctico y común, pueda dejar de lado algo tan sumamente importante? No sé lo que profesa creer, pero estoy seguro de que para ella no es una realidad que los seres humanos son almas imperecederas.
El rey Salomón, quien escribió el texto que figura arriba, fue más sabio. Él sabía que la gente necesitaba respuestas a cuestiones mucho más avanzadas que las que tienen que ver con el mero hecho de subsistir diariamente. Entendía que el hombre es más que un animal sofisticado y que sus preocupaciones van más allá que sólo satisfacer al cuerpo y preservar la salud. La gente enseguida va al médico si se enferma, pero su existencia y bienestar no dependen esencialmente de su estado físico. La Biblia enseña que el hombre es un alma que habita en carne y sangre. La Escritura nos lleva hacia el comienzo del tiempo, cuando Dios creó al hombre a Su imagen, sopló en él el aliento de vida y el hombre fue hecho un alma viviente. Sin embargo, pocos se ocupan de sus almas.