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Lowell Brueckner

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Una palabra a los que tienen un trasfondo relacionado con la dependencia a la droga

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Permitid que me dirija específicamente a los que tienen un trasfondo con las drogas, el alcohol u otras substancias destructivas y adictivas. Hubo un tiempo en tu vida, como en la vida de muchos, cuando despertaste del profundo sueño que te había hecho creer que la droga era algo deseable que te proporcionaba placeres emocionantes. Descubriste que estabas pecando contra ti mismo y que te estabas destruyendo. Comprendiste que si no tomabas los pasos necesarios, este camino terminaría en la muerte, y por eso buscaste ayuda. Creo que puedes reconocer que tus motivos eran básicamente egoístas. ¡Buscabas una salida! ¡Querías una vida normal! 

Hasta este punto habéis llegado algunos de vosotros, pero aun no habéis tomado los pasos necesarios para estar bien con Dios. Él libra a cualquier persona que clame a Él, pero si solamente tu revelación de las cosas de Dios te ha llevado hasta allí, no te salvarás del castigo eterno. Amigo, que estás involucrado en la rehabilitación de toxicómanos, ¿sólo hasta allí te ha llevado tu trabajo? Si es así, serás un buen humanitario, pero en verdad estás haciendo que los hombres sean “dos veces más hijos del infierno”, y serás inútil para el Reino de Dios. Tienes que preocuparte con el principio que hizo a la persona llegar a esta condición, más que de la condición misma. Posiblemente estás ayudándole a no sentir su necesidad de Dios tanto como cuando estaba metido en la droga. Estoy convencido de que muchos que antes eran toxicómanos ahora están precisamente en tal condición espiritual.


Pecados relacionado con la droga y el jardín de Edén

Déjame comparar esta categoría de pecados con los que cometieron Adán y Eva en el jardín de Edén. Lo veremos según el punto de vista que muchos de vosotros teníais, e incluso que algunos siguen teniendo…, solamente reconociendo el daño hecho a uno mismo y a otros. Considera pues, la destrucción hecha contra tu propia vida, que posiblemente ha tenido también repercusiones mentales de todo tipo. Después añade a esto el daño causado a la familia, posibles divorcios, daños serios a los hijos, el robo de dinero y propiedades a gente inocente, y el crecimiento de la decadencia moral en personas seducidas por la prostitución. En muchos casos la lista de los daños va aún más allá de las cosas mencionadas. Digo, toma este estilo de vida, seriamente inmoral, con sus múltiples actos inmorales, y compáralo al daño causado por Adán y Eva, sobre la misma y única base que tú has reconocido hasta ahora, es decir, la base del daño inmediato a la vida de las personas involucradas.

¿Qué hicieron ellos que fue tan malo y destructivo? Ellos no tomaron ninguna substancia dañina; solamente comieron una fruta, eso fue todo. Todos dirían que comer fruta es algo saludable, no dañino. ¿Cómo puede ser malo comer fruta? No, no podemos medir el hecho de Adán y Eva por el obvio e inmediato daño causado a sus vidas. La gravedad de este acto consiste totalmente en la santidad y la majestad de Aquel contra quien habían pecado. ¡Ellos desobedecieron al Dios Omnipotente, a su Creador! Por eso el pecado fue infinito, porque fue hecho contra un Dios infinitamente puro, cuya autoridad es infinita. ¡Nunca debe haber un acto hecho contra Su santísimo carácter, ni debe ser desafiada Su autoridad ni una sola vez!

Por esta razón, el hombre cayó de su alta posición a un estado malvado. Su naturaleza se hizo corrupta y perversa, para la cual no hay cura terrenal. Por esta razón, el hombre mismo trajo una maldición sobre todas las generaciones futuras, sobre cada bebé que entra en este mundo. Por esta razón millones, o mejor dicho, miles de millones, están sufriendo en las llamas del infierno y continuarán en este tormento por la eternidad. El pecado fue infinito, y aún una eternidad en el infierno es insuficiente para pagar por ese pecado. Tendrá que seguir siendo castigado porque la deuda nunca será pagada. (Rob Bell, quien escribió en su libro “El amor gana” que el castigo del infierno es desproporcionado a la ofensa cometida, es un ignorante en las cosas espirituales, no un iluminado por el Espíritu Santo. Por eso no comprende la santidad de Dios ni la seriedad del pecado. Se engaña pensando que está siendo misericordioso en su intento de eliminar el infierno, pero él y sus doctrinas son sumamente malignas, ya que deshonran la santidad infinita de Dios. Por eso, ¡está blasfemando contra Dios!

Un dilema masivo e irreparable

Tú que eres o has sido un adicto, ¡éste es tu problema!, y este problema hace que los problemas causados por las drogas sean algo insignificante. ¿Has despertado a esta verdad? Has de saber que yo, que no he tomado algo más fuerte que la cafeína, comparto el mismo problema contigo. El vasto alejamiento de Dios hace que la diferencia entre tú y yo sea muy pequeña.

No debemos ir a pedir socorro a “la gente que nos entiende”. Debemos ir a los que conocen las Escrituras y tienen una revelación del Dios de la Biblia, que han sido ungidos por Su Espíritu, para que nos lleven a ver Su ley, que es inmutable, y para ver lo que un Dios de justicia ha proclamado como eternamente inmundo. Las demandas de leyes gubernamentales e internacionales, basadas en las opiniones flexibles de los hombres, no son para comparar con la autoridad de la ley de Dios. Allí podremos ver lo que Él nos ha mandado, cómo hemos quebrantado sus mandamientos y por qué enfrentamos una sentencia mucho más severa que la de un homicida que mañana recibirá una inyección letal. ¡Tenemos que hallar un remedio inmediatamente! ¡Estamos en líos terribles! Pendemos de un hilo ante un Dios airado y ofendido porque hemos despreciado sus buenos mandamientos y no nos hemos arrepentido. (Por favor, quiero citar una línea de dos canciones antiguas en inglés que ilustran la posición que tenemos que tomar… “Estuve humildemente de rodillas delante la cruz, solamente temiendo al ceño fruncido de un Dios airado… Por la palabra de Dios supe de mi pecado, entonces temblé por Su ley haber despreciado…”). Estamos solamente a un latido de corazón de un sufrimiento que no podemos imaginar.

Pero existe una tragedia todavía más grave para nosotros, y es el hecho de que no hay nada que podamos hacer para terminar con esta vida de pecado, ya que brota de una naturaleza maligna. ¿Podríamos dejar de pecar bajo esta naturaleza pecaminosa?...sin duda, sería más fácil dejar de respirar. Este es el entendimiento que necesitamos; necesitamos gente que nos traiga esta enseñanza. La rehabilitación no nos puede socorrer verdaderamente. Estamos perdidos y sin esperanza; no existe fuente terrenal que nos pueda tender la mano.


Una revelación que cada uno tiene que recibir

Cuando Dios abra nuestros ojos a nuestra condición por medio de Su Palabra, veremos que solamente tenemos un remedio. Su Palabra entonces nos hará fijarnos en el Único que pudo pagar un precio infinito para librarnos de tan grande condenación. Ningún hombre bueno podría hacerlo, y no hay ángel en el cielo de Dios que pudiera hacer un sacrificio infinito en nuestro lugar. Solamente hay Uno, Dios mismo, en la persona de Su Hijo eterno, que vino a esta tierra en carne y sangre. Dios derramó Su sangre en la cruz, y una sola gota de esa sangre preciosa es suficiente para comprar el perdón para cada pecador en este planeta y en 10.000 planetas más. Podemos saber de Su naturaleza generosa por el hecho de que derramó cada gota de sangre de Su vida. Él se vació de Su vida para que nosotros vivamos. Él fue abandonado para que fuésemos aceptados. La ira de Dios fue aplacada por el sacrificio de Su Hijo; Su justicia perfecta fue satisfecha. Él fue juzgado, condenado, sentenciado por la justicia que estaba contra nosotros. Y ahora, “no hay condenación alguna para los que están en Cristo Jesús”… y como han nacido de nuevo, ya no andan según la carne, sino según el Espíritu. Ahora pueden vivir en amistad con Dios. ¡Ve esto y vive! ¡Acude de inmediato a la cruz!







 





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