Algo especial está pasando
Al hacer los dos programas semanales para la radio siempre tengo en mi
mente a la gente incrédula que pueda estar escuchando y dirijo palabras a
ellos. Sin embargo, he estado preocupado por no evangelizar mucho de forma
directa y personal. Un día fui a Dios en oración para que Él me diera más
oportunidad de compartir el evangelio. El siguiente día, oí sonar el timbre y,
al abrir la puerta, me enfrenté con seis personas y dos cámaras de televisión.
Sin contar toda la historia, diré que durante dos horas pude compartir de
Cristo libremente con ellos en nuestra casa. No tuve que buscar cómo introducir
el tema, porque ellos mismos me preguntaban sobre textos bíblicos que había en
las paredes y en cuanto de la paz que sintieron aquí. Era para mí una
oportunidad sin precedentes.
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Steve y Karyn |
Al contar esta experiencia a nuestro hijo menor, Mike, que es coopastor
de una iglesia, me dijo que él está experimentando lo mismo. Las personas
vienen a él con preguntas y, cuando es necesario cortar la conversación, son
ellas mismas las que quieren continuar hablando sobe el tema. Mike también dijo
que nunca ha visto algo igual.
Después Steve, que es piloto en un sistema de escuelas de un
territorio remoto de Alaska, nos escribió: “He tenido buenas charlas con varias
personas en el trabajo. Pienso que mucha gente está cansada de la manera en que
vive y está buscando la realidad”. Este movimiento de Dios parece ser mundial.
Yo pienso que tiene que ver con una última cosecha antes del arrebatamiento de
la iglesia.