En el siglo 17, los cristianos lucharon contra los mismos enemigos que el cristiano verdadero y sincero tiene en el día de hoy. Escuchemos a un puritano procurar morir a todo lo que estorba su progreso espiritual y levantarse por el poder del Cristo resucitado. He puesto una parte en negrita, para enfatizar algo en que debemos poner una atención mayor...
Oh Señor,
Me maravilla que te encarnaras, te crucificaran, murieras y fueras sepultado.
El sepulcro reclama mi alabanza admirada, por cuanto está vacio y resucitaste;
el evangelio cuádruple así lo atestigua,
los testigos presenciales así lo demuestran,
la experiencia de mi corazón así lo entiende.
Quiero morir contigo para resucitar a una nueva vida, porque deseo estar muerto y sepultado para el pecado, para el egoísmo, para este mundo; de forma que no oiga la voz del seductor y pueda ser liberado de sus pasiones.
Oh Señor,
El sepulcro reclama mi alabanza admirada, por cuanto está vacio y resucitaste;
el evangelio cuádruple así lo atestigua,
los testigos presenciales así lo demuestran,
la experiencia de mi corazón así lo entiende.
Quiero morir contigo para resucitar a una nueva vida, porque deseo estar muerto y sepultado para el pecado, para el egoísmo, para este mundo; de forma que no oiga la voz del seductor y pueda ser liberado de sus pasiones.