41. Un estudio expositivo de Isaías, capítulo 44
Escogido
¿Has considerado las muchas cosas en tu vida, sobre las que no tenías
control? Nadie te preguntó cómo las querías. Por ejemplo, la familia en la cual
naciste, el tiempo y el lugar de tu nacimiento, tu nombre, y tus rasgos
físicos; todo esto son cosas que tú no elegiste. En la primera etapa de tu
vida, dependías totalmente de otros para que te cuidaran. Fuiste dejado en sus
manos para que te movieran, te alimentaran y te acostaran para dormir. Ellos
pensaban y hacían todo por ti.
Como niños, anhelábamos tener libertad e independencia, esperando el día en
el cual pudiéramos dejar la casa de nuestros padres y tener nuestra propia casa.
Así que buscamos un empleo y vivimos en nuestro propio hogar. Pero pronto, nos
dimos cuenta de que no éramos tan libres como pensábamos. Había cuentas que
pagar, y nuestro jefe pensaba que teníamos que obedecerle. Después, nos casamos
y vimos que nuestra área de libertad era incluso más pequeña, porque teníamos
que compartir nuestra vida con otra persona. Entonces… los hijos, quienes
hicieron que nuestro pequeño mundo de independencia se redujera aún más.