Sobre
asuntos en general de las iglesias
Antes de empezar un estudio individual
de cada iglesia de Asia Menor, quisiera hacer un resumen general de las siete
iglesias. Juan es el único apóstol que sigue vivo después de que los demás hayan
sido martirizados, y es él único que muere de forma natural. El Espíritu Santo
está involucrado intrínsecamente con todos los detalles que tienen que ver con
el Apocalipsis, para llevar a cabo el plan eterno de Dios perfectamente. Todo el
canon de la Escritura inspirada se completa con este libro. Benditos todos los que
tienen el privilegio de estudiar sus páginas, acompañando el estudio con la
oración. Considéralo, los once apóstoles no tuvieron tal privilegio, incluso el
apóstol Pablo.
Los cristianos siempre han
considerado que el Evangelio de Juan es el más espiritual de los cuatro. Al
leerlo detenidamente, descubrimos a veces verdades espirituales, sutilmente insertadas,
entre los eventos que él relata. Esta es una de las razones por la cual Juan es
el apóstol más apto para escribir el Apocalipsis. También debemos considerar su
edad y experiencia, que le califican aún más. El tiempo en el que fue escrito el
libro, también es significativo, ya que fue décadas después de que todos los
otros libros que forman el Nuevo Testamento fueran escritos. Fue casi al
terminar el primer siglo. El apóstol Juan estaba observando el desarrollo de la
segunda generación del cristianismo.
El Apocalipsis pone un final
ideal al canon, porque continúa con los preceptos y las profecías de toda la
Biblia y los lleva a su cumplimiento. Ya hemos visto también cómo completa la
revelación de Jesucristo más allá de lo que es revelado de Él en los
Evangelios. Quisiera decir, cuidadosamente,
que el libro incluye muchos símbolos, pero, aunque es así, no debemos tomarnos
la libertad de interpretar simbólicamente todo el libro. Siempre, cuando se
trata de un estudio bíblico, debemos interpretarlo tan literalmente como sea
posible. Está especialmente claro, en este libro, que el Espíritu Santo cumple
la labor que Cristo había predicho sobre Él, que es hacernos saber las cosas
venideras (Jn.16:13). Ya no se escribirán más palabras inspiradas para añadir a
la Biblia, pero la Escritura profética continuará viviendo al ver cumplirse lo
que fue predicho.