Entradas Recientes
Lowell Brueckner

Ingrese su dirección de correo electrónico:


Entregado por FeedBurner

La iglesia orgánica II

Etiquetas:

  “Vosotros también, como  piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.”        1 Pedro 2:5

El motor supremo


 ¿Quién repartió conducto al turbión, y camino a los relámpagos y truenos, haciendo llover sobre la tierra deshabitada, sobre el desierto, donde no hay hombre, para saciar la tierra desierta e inculta y para hacer brotar la tierna hierba?                     Job 38:25-27

 

 

Ballet sincronizado en el agua

Hace años, durante las olimpiadas, entré en la sala de una persona que estaba viendo en el televisor la actuación de ballet sincronizado en el agua. Al sentarme junto a él en el sofá, el hombre me expresó que no le gustaban los esfuerzos individuales de las olimpiadas, ya que tienden a exaltar a una sola persona, sino un esfuerzo perfectamente unido, como es representado en el ballet sincronizado en el agua. Fácilmente me di cuenta de que él estaba espiritualizando la actuación, comparándola con los intentos de hacer la voluntad de Dios.

 En ese momento no hice ningún comentario, pero aquel pobre ejemplo me dio mucho en qué pensar y, de hecho, he pensado mucho sobre este asunto. Quisiera compartir cómo veo a los cristianos que están involucrados en cumplir la voluntad de Dios en el mundo. En eso considero a la iglesia que Cristo dijo que Él edificaría (Mt.16:18), según Pablo, dando dones a los hombres para adiestrar a los santos para la obra, para la edificación del cuerpo de Cristo (Ef.4:8,12). Utilizaré la misma analogía de la sincronización de los participantes del ballet en el agua.

La Iglesia Orgánica

Etiquetas:

 “Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.”                                                                                            1 Pedro 2:5

La identidad de Laodicea

“Tú dices, ‘Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo... He aquí, yo estoy a la puerta y llamo…,                                             Apocalipsis 3:17, 20

Lo que vamos a considerar en este estudio es la llamada de Cristo desde afuera de la iglesia de Laodicea. Desde el comienzo de esta lección, me gustaría resaltar dos palabras o sustantivos griegos. Uno es apostasion y el otro, que es su forma femenina, es apostasía. El primero es definido como divorcio y el segundo como apostasía, igual que en español. Obviamente están muy relacionados en cuanto a su significado. Una definición común a ambos sería separación. Cuando Pablo habla de la apostasía, en 2 Tesalonicenses 2:3, está prediciendo la condición de la iglesia en los últimos tiempos, que se puede interpretar como un divorcio de Cristo… una novia que ha elegido ser independiente.

 ¿No parece describir la situación de Laodicea? Cristo está afuera queriendo entrar. La iglesia está dentro, funcionando sin la presencia y la dirección del Señor. Una de las evidencias de este divorcio es cuando la mentalidad de la iglesia es diferente a la mente de Cristo, incluso opuesta. La iglesia dice: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad”, pero Jesús dice: “Tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”. Hace poco, un creyente recién salido de cierto grupo, me dijo: “Yo pensaba que sabía todo”. Después empezó a estudiar un buen curso bíblico y, muy humildemente, confesó: “Encontré que no sabía nada”. ¡Qué dolorosa es la luz de la verdad a los ojos espirituales cuando nos aclara nuestra verdadera condición!

El Señor ofrece a esta iglesia medidas disciplinarias (“Yo reprendo y castigo a todos los que amo”) que cambiarán su pobreza en oro, su desnudez en vestiduras de justicia, y su ceguera, curada con un colirio, en sabiduría y conocimiento espirituales. Sin embargo, si no se arrepiente y no se somete a Él, entonces, como Él no está en ellos, ellos no estarán en Él… les vomitará de Su boca.

Un fenómeno anormal

Etiquetas:



Veo como algo anómalo el hecho de que, hoy en día, haya hombres de Dios que sean alabados, citados y utilizados como ejemplos en muchos púlpitos, mientras que sus experiencias, las cuales, ellos mismos acreditaron como el secreto de su éxito, puedan ser fervorosamente negadas y rechazadas. No sé cual sería el término adecuado para definir tal circunstancia, pero me parece que es una posición un poco hipócrita o, al menos, algo en lo que falta constancia. Estos hombres destacados ocupan, un poco, el lugar que David tenía en el palacio de Saúl, apreciado por su utilidad, pero temido por la unción poderosa de Dios que descansaba sobre él.

Los puritanos, Edwards, Spurgeon, Moody y Tozer

¿Cuántos leen la literatura de los puritanos y cuantas veces son citados desde el púlpito? Permíteme citar a uno de ellos, el famoso, John Owen: “(El Espíritu Santo) derrama el amor de Dios en nuestros corazones… por un acto directo… llenando (el alma) con alegría, exultaciones y a veces rapto inefable de la mente”. Un contemporáneo de él describió la siguiente experiencia de Owen: Sus pensamientos empezaron a elevarse siempre más alto, como el río de Ezequiel, hasta llegar a ser una enorme inundación… perdió totalmente la vista y el sentido del mundo con todas sus preocupaciones y, durante horas, no supo ni donde estaba, como si estuviera bajo un profundo sueño… Al llegar al hostal, no podía dormir, y el gozo del Señor fluyó sobre él, de tal manera, que parecía ser un habitante de algún otro mundo. Muchos años después lo contó como una visita al cielo”.

Es el Espíritu de Dios quien toma las cosas de Cristo y nos las revela. Jonathan Edwards habló de un paseo por el bosque… “Tuve una vista extraordinaria de la gloria del Hijo de Dios que continuó, según mis cálculos, como una hora, en la que las lágrimas fluían de mis ojos; lloré intensamente, sintiendo un fuerte ardor en mi alma. Me sentí vacío de mí mismo, aplastado y lleno de Cristo solamente, para amarle con un amor santo y puro…”. Por su parte, la señora de Edwards, Sarah, meditando sobre las virtudes de Cristo, a veces se sentía tan debilitada físicamente que después alguien tenía que ayudarla a llegar a su habitación.

Combatiendo el cesacionismo

Etiquetas:



La “cesación” de los dones del Espíritu

La cesación de los dones sobrenaturales es muy popular entre muchos evangélicos hoy en día. Ojalá tuviera más audiencia para poder luchar más efectivamente contra esta doctrina. Por otro lado, haré todo lo que pueda por medio de dos blogs, uno en inglés, otro en español, en mi página de Facebook, por medio de dos programas de radio y algunos programas en directo. Pienso que esta doctrina está contribuyendo, tremendamente, para que la iglesia tome el camino de la apostasía.

La teología de los dones del Espíritu, como se presenta en la Biblia, no es muy bien representada por aquellos que argumentan a favor de su posición, pero que han experimentado muy poco de los dones (aparte, posiblemente, de las lenguas). Tanto en la vida personal, como en las actividades cotidianas, como en las reuniones, en las cuales todo es muy organizado por los hombres, se han acostumbrado a moverse dentro de las posibilidades humanas. Siguen un ritmo ritual y tradicional exacto, sin muchas interrupciones causadas por el Espíritu de Dios. Poco varía entre una reunión y otra. Vemos muy poco o nada de lo que Pablo enseñaba en 1 Corintios 14:24-26.  

Pablo pone la doctrina de los dones del Espíritu en el contexto del cuerpo de Cristo, es decir, la iglesia, en 1 Corintios 12:12-31, y continúa en el capítulo 14. Él enseña que el propósito de los dones es, precisamente, para la edificación (el crecimiento espiritual) de la iglesia, y su preocupación es que los de Corinto puedan cumplir este propósito sin estorbos. Vemos lo mismo en Éfeso 4:11-16. Por eso, si creemos que los dones sobrenaturales han cesado para la iglesia, tenemos que considerar seriamente qué es lo que va a tomar su lugar. ¿Qué provisión nos da la Biblia? Si no hay otras funciones, aparte de los dones, no hay posibilidad de experimentar un buen desarrollo de la voluntad de Cristo por medio de la iglesia. 

Testimonio de Eliza

Etiquetas:


Eliza Șerban
Quizás hay que conocer a la persona, como yo la conozco, para apreciar totalmente su testimonio. Yo la conozco por mucho tiempo por haber predicado en reuniones en su iglesia y por los campamentos juveniles. Sin duda, era una cristiana y tenía un maravilloso sentido de humor. A la vez, quizás por estar enferma la gran parte de su vida, fue delgada y un poco melancólica. Veo ahora que la diferencia en ella es asombrosa.



Ella se casó con Sammy Șerban y me invitaron a predicar en la boda. A mi vergüenza, al ir al aeropuerto, dejé mi pasaporte en casa y, por supuesto, no me permitieron abordar el avión a Rumanía. Ellos fueron a vivir en Inglaterra, donde él tenía un buen empleo de ingeniero. Tienen dos hijos, Luca y Patrick. Tenía que ser operada ella  en Londrés y el doctor avisó a Sammy que no le pudiera dar la esperanza que viviría mucho tiempo. Todavía en el hospital después de la operación, sus datos vitales bajaron a zero y la tenían que revivir. Varias veces, estaba a la puerta de la muerte. Ella me escribió, durante este tiempo que no se sentía preparada para la muerte.  



Hace un mes, unos amigos rumanos pidieron que juntaran con ellos por Zoom y a mi sorpresa, Eliza también se conectó… ¡Desde Hong Kong!... donde fue las 5 de la madrugada. Me escribió un email justo antes de aquella reunión y esto es lo que quiero compartir ahora con vosotros. Parecía una persona diferente. Es un testimonio del gozo, el poder, y la bendición que entran en la vida, cuando un creyente recibe la promesa del Padre, como nos declara Su palabra…