Lowell Brueckner

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mar
19

Marzo 3 - 7 en Suecia


 Salí a 1 marzo con destino Dals-Ed, Suecia. Primero, aterricé en Barcelona y las chicas allí prepararon una comida sabrosísima. Mis amigos, Mateo e Irina, Dani, Sofi y los gemelos, también fueron invitados y Olga, quien conozco por muchos años, fue la cocinera. Pasamos gran parte de la tarde contestando preguntas, entonces volvimos a Ripollet por una reunión con los matris. En medio de esta, llegaron Jose y Ana de un viaje. El siguiente día, hablé en la reunión de domingo, y después comimos con Ángel, Rebeca y familia. Entonces me llevaron al aeropuerto.

Llegué en Gotemburgo, Suecia, pero mi maletín, no. (Llegó el siguiente día) Vlado me buscó en el aeropuerto y estuve con él y Bobi esa noche. Llegamos al hotel en Dals-Ed el lunes, 3 marzo, con suficiente tiempo para dar dos clases, y continuaron hasta viernes, 7 marzo. Regresé a la casa el 8 marzo.

Me pidió Pola hablar sobre el avivamiento y los estudiantes todavía están cantando una canción sobre avivamiento por Robin Mark. Ahora mismo, Luka e Ingrid están en Suecia (Están encargados con el centro RETO en Milán, Italia). Por tres días, hablé de los avivamientos de Charles Finney, entonces seguí con lo de Mukti, India, y el avivamiento reciente en Asbury University. También vimos un video sobre un avivamiento entre los esquimales y también el avivamiento en las Islas Hebrides.


mar
09

La Genealogía de Jesús

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Rachel y Mike

Me comprometí a escribir y a publicar algunos sermones de nuestros hijos. Daniel es pastor de la Iglesia Cristiana de Swanton (Swanton Christian Church), Vermont, EEUU; y Mike es pastor de la Iglesia de esperanza (Church of Hope) en Elk River Minnesota, EEUU. Pronto imprimiré un sermón de Daniel que fue predicado, de hecho, a la iglesia de Mike (en la casa de Mike y Rachel durante los primeros días de Covid), en el que habla del ministerio de Jesús en Capernaum, Galilea, especialmente de la salvación y la sanidad de un paralítico al que descendieron en su lecho por el techo. 

 Ahora quiero compartiros un excepcional mensaje de Mike, predicado en 2021, sobre las cuatro mujeres en la genealogía de Cristo. Fue de gran ánimo para mí, y creo que tú también hallarás algo que alimentará tu alma.

 

Mike Brueckner, Navidad 2021

El profeta Isaías dijo que los pensamientos de Dios y Sus caminos no son los nuestros. En verdad, dice que, como los cielos son más altos que la tierra, así Sus caminos y pensamientos son más altos que los nuestros. En 1 Corintios 1, enseña que Dios usa las cosas que el mundo considera insensatas e inútiles y las usa para ser glorificado.

feb
28

Charles Finney autobiografía 6

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No hay nada para observar en esta tierra más hermoso ni asombroso que la obra de Dios en el individuo. Lo más maravilloso y detallado que veremos en este artículo será la obra hecha en la vida de Charles Finney mismo. Probablemente, los testimonios más consoladores que descubriremos son el resultado de historias que leeremos o escucharemos de las terribles pruebas que otros cristianos han pasado, especialmente cuando son personas de la calidad de un Finney. Sí, los más grandes entre los santos son llevados por el Espíritu Santo a un desierto de horrible soledad, como el Señor mismo. Son tentados por el diablo más allá de lo que ellos pudieran llevar sobre sí y, por esta razón, el Espíritu Santo es su paracleto, está a su lado como un abogado defensor, el único que puede rechazar las acusaciones del acusador de los hermanos. Sin Él, todos nos desmoronaríamos y perderíamos, y Finney, con la ayuda del Espíritu Santo es tremendamente impulsado a alturas más altas de experiencia espiritual y victoria constante.
 

Este artículo contiene el relato de cristianos que han sido llevados al nivel más alto de comunión en su relación con su Señor. Al hacerlo, han descubierto el significado de la creación del hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios. Es algo que puede, incluso, traer confusión a la mente de un incrédulo, como le sucedió al marido de una mujer creyente en la primera historia que sigue (1). Después veremos el relato de otra mujer que llegó a tener una relación íntima con Dios, siendo la cosa más importante de su vida, más que la vida misma (2). Seguidamente, veremos al anciano de una iglesia que, aunque había estado frío espiritualmente, es reestablecido en un momento por el toque de Dios sobre su vida (3). Veremos cómo el gran poder de la verdad libra y transforma a alguien que había sido engañado por un error que le había sido presentado como cristianismo. Antes de volver a la historia de Finney veremos cómo un creyente amado (4), pasando por el valle de sombra de muerte, no halló valle ni sombra, sino solamente la esperanza de juntarse con los santos triunfantes en gloria.

 

La asombrosa obra de Dios en el corazón de seres humanos

 Había entonces una dama, de apellido Childs (1), que vivía en el primer distrito. Ella era una mujer cristiana casada con un inconverso. Una señora muy refinada y de bello carácter moral y personal. Su esposo era un mercader de buen carácter moral, al menos hasta donde puedo decir en base a su conversación, y muy amante de su esposa. Esta dama asistía a las reuniones y había llegado a una profunda convicción de la necesidad de una obra de gracia más intensa en su alma.

 Días después su esposo vino a verme una mañana con su trineo y me pidió dar un paseo junto a él. Lo hice y descubrí que su propósito era hablarme acerca de su esposa. Me contó que ella había crecido en la “iglesia de los Amigos” y que cuando se casaron él llegó a pensar que su mujer era una de las personas más perfectas que había conocido. Pero luego, dijo él, cuando ella se convirtió pudo observar un cambio aún mayor del que consideraba posible, pues ya pensaba que era moralmente perfecta en su vida exterior. Mas el cambio en su espíritu y en la forma en la que se conducía fue tal cuando sucedió su conversión, que nadie podía dudar de que realmente se había convertido. "Desde entonces", continuó el esposo, "he creído que ella es casi o por completo perfecta. Pero ahora ha manifestado la transición a un cambio aún mayor. Lo veo en todo. Hay tanto espíritu en ella, tanta transformación, tanta energía en su religión y tal plenitud de gozo, paz y amor…". Y luego me preguntó: "¿Qué debo hacer ante tal cosa? ¿Cómo se supone que debo interpretar lo sucedido? ¿Realmente los cristianos experimentan estos cambios?"

feb
25

Charles Finney autobiografía 5

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Hace muchos años leí un artículo destacado de una revista muy popular de aquel entonces llamada “Selecciones”. Se trataba de una encuesta nacional realizada por estudiantes universitarios que intentaban descubrir qué ciudad era la “más amistosa” de los Estados Unidos, aunque he olvidado la mayoría de los detalles sobre las características y las actitudes que debían poseer la ciudad y sus ciudadanos. Para mi sorpresa, la ciudad seleccionada no estaba ubicada en la parte de la nación más conocida por su amabilidad y hospitalidad, precisamente, como el sur, el medio oeste o el oeste, sino al oriente, en el estado de New York. La ciudad era Rochester.

 Me llené de asombro cuando el autor, que no dijo ser cristiano, en su investigación para saber la razón del honor otorgado a aquella ciudad, sorprendentemente, había indagado en el siglo en el que habían tenido lugar dos avivamientos de Charles Finney. En ellos, miles de personas fueron convertidas y, como resultado, empezaron a involucrarse en muchos proyectos humanitarios para mejorar su ciudad. Estoy seguro de que también hubo políticos involucrados en buscar el beneficio de sus ciudadanos.

 En el último artículo, comenté algunos de los relatos de Finney en los que atestiguaba del principio de un verdadero y vivo cristianismo en Rochester, New York. Casi profetizó al decir: “Este avivamiento produjo un gran cambio en el estado moral y la siguiente historia de Rochester. La gran mayoría de los líderes, hombres y mujeres, fueron convertidos”.

 En este artículo he incluido el avivamiento de un instituto en Rochester. Al repasar la autobiografía de nuevo, observo que Finney también escribe acerca del avivamiento en Fulton Street, en la ciudad de New York. La única conexión que tuvo este avivamiento con Finney, aparentemente, fue cronológico. Empezó con un negociante cristiano que tenía el anhelo de empezar una reunión de oración durante la hora de la comida con los negociantes. Dios obró, y este esfuerzo produjo un avivamiento de oración entre la gente trabajadora de New York, resultando en la conversión de muchas almas.

 Este artículo empieza con un incidente interesante: cuando Finney fue llevado por un joven voluntario de New Lebanon a Stephentown. En el siguiente párrafo, Finney define las características más importantes de los avivamientos, usando Stephentown como un ejemplo, y después describe el temor de Dios y Su presencia en Rome, New York. En la 2ª sección, Finney relata la experiencia de caer bajo el poder de la convicción de pecado entre los metodistas. Más adelante, leeremos acerca del hundiendo de una iglesia repleta de asistentes durante una reunión. Al final, Finney escribe acerca del avivamiento, antes mencionado, en un instituto de Rochester.  

feb
01

Charles Finney autobiografía 4

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Al leer la autobiografía de Finney observarás que, en muchas ocasiones, se refiere a un “Espíritu de oración”. Cuando alguien le preguntó sobre los métodos usados en sus avivamientos, respondió: “Nuestro método es la oración”. Por eso, quiero dedicar la primera parte de este artículo para ilustrar el poder de la oración. Anteriormente apunté a esta verdad. No recuerdo a quien oí decir que cuando Dios quiere hacer una obra especial, primeramente mueve a Su pueblo a orar. La oración misma es la obra inicial del Espíritu de Dios, y personas que lo han vivido dicen que cientos, y hasta miles de personas, se dedicaron a la oración en un área geográfica, sin haber tenido contacto los unos con los otros; la llamada a orar fue sobrenatural.

 También quiero mencionar el hecho de que, en los avivamientos, los dones sobrenaturales del Espíritu Santo siempre se manifestaban. Hubo palabras sobrenaturales de sabiduría y conocimiento, y también profecía. También, el don de una fe milagrosa se manifestó frecuentemente. Por eso, estoy compartiendo varios casos que demuestran esta verdad. Supongo que hay diferentes opiniones sobre estas funciones y sobre qué don, específicamente, fue demostrado, pero esta no es mi preocupación primordial. Lo que me importa es que veamos que, cuando el Espíritu de Dios se mueve, los dones continúan actuando en la iglesia por medio de sus miembros, aún en el siglo XIX, y un bautismo en el Espíritu Santo, después de la conversión, es la fuente de los dones.

 Cuando Finney fue bautizado en el Espíritu, escribió: “Clamé con un clamor indecible de mi mismo corazón”. La descripción da a entender que no estaba hablando con palabras conocidas, sino con una expresión más profunda que se formó en su misma alma. Fácilmente uno pudiera llegar a la conclusión de que hablaba, en cierta manera, en lenguas (1 Co. 14:2). En la primera historia que sigue, él menciona que no pudo formar palabras en su oración, sino sólo “gemir fuerte y profundamente” (Ro.8:26), seguramente bajo la influencia del Espíritu Santo. En estos relatos, Finney menciona dos casos de ‘demencia’, de lo cual opino que, en algunos casos como los que él menciona, es obvio que espíritus malignos han tomado posesión de la mente (no se trata de personas ancianas que sufren deterioro de sus facultades mentales), y lo que necesitan es una liberación sobrenatural que ocurrirá por una proclamación del Espíritu de Verdad (Jn.8:32). Por eso, incluyo estas dos situaciones bajo el subtítulo de “dones sobrenaturales y señales del Espíritu”. 

 

El Espíritu de oración

Durante esos primeros días de mi experiencia cristiana, el Señor me enseñó muchas verdades importantes con respecto al Espíritu de oración. No mucho después de mi conversión, una señora con quien me había hospedado estaba gravemente enferma. La señora en cuestión no era cristiana, pero su esposo era profesor de religión. El esposo era, por cierto, hermano del licenciado Wright. Una tarde este hombre vino a nuestra oficina y me dijo: "Mi esposa no pasará de esta noche". Esta frase fue como una flecha en mi corazón. Sentí en lo más hondo de mi corazón algo parecido a un calambre que vino sobre mí en forma de una carga que me aplastaba y como un espasmo interno, cuya naturaleza no puedo explicar, pero que trajo consigo un intenso deseo de orar por aquella mujer.