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Lowell Brueckner

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Apocalipsis 3:7-13

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La iglesia en Filadelfia
  
7.      Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice esto:
8.      Yo conozco tus obras. Mira, he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre.
9.      He aquí, yo entregaré a aquellos de la sinagoga de Satanás que se dicen ser judíos no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y sepan que yo te he amado.
10.  Porque has guardado la palabra de mi perseverancia, yo también te guardaré de la hora de la prueba, esa hora que está por venir sobre todo el mundo para poner a prueba a los que habitan sobre la tierra.
11.  Vengo pronto, retén firme lo que tienes, para que nadie tome tu corona.
12.  Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo.
13.  El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Una historia de Filadelfia

Alașehir, Turquía, el sitio del antiguo Filadelfia
Antes de adentrarnos, históricamente, en la ciudad de Filadelfia, su mensaje y lo que significa para la historia de la iglesia, quisiera escribir lo que mueve mi corazón en este momento. Justo, por la mañana, vi a nuestra nieta, Jessica, interpretar con señas una canción contemporánea de Navidad para sordos, “Noel”, y quedé prendido por una sencilla línea: “¡Ven y ve lo que Dios ha hecho!” Sí, mira a este infante recién nacido, en un pesebre, en un lugar para los animales, a un lado del mesón. Mira en ese cuerpecito, a Alguien que el mundo jamás había visto… algo que solamente Dios pudo hacer: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel” (Is.7:14).

Justo después de ver a Jessica, abrí mi Biblia en Isaías 64 para preparar la grabación de un programa de radio; una serie de estudios expositivos sobre el gran profeta inspirado. En el programa anterior, habíamos estudiado los últimos versículos del capítulo 63: “Nuestros adversarios han pisoteado (tu santuario). Hemos venido a ser como aquellos sobre los que nunca gobernaste, como aquellos que nunca fueron llamados por tu nombre” (Is.63:18-19).

En el capítulo 64, el profeta clama con un apasionado y desesperado ‘¡Oh!’… “¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras, si los montes se estremecieran ante tu presencia (como el fuego enciende el matorral, como el fuego hace hervir el agua), para dar a conocer tu nombre a tus adversarios, para que ante tu presencia tiemblen las naciones!” (Is.64:1-2). Es un llamado pidiendo un reavivamiento, una visitación celestial sobre la tierra para experimentar días del cielo sobre ella. Al terminar el programa, mandé un texto al técnico de la emisora: “Pedro, me parece que la palabra para la iglesia, hoy en día, es reavivamiento. Al menos, así lo siento yo”.

Apocalipsis 3:1-6

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Capítulo 3
  
La iglesia en Sardis

1.      Y escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, pero estás muerto.
2.       Ponte en vela y afirma las cosas que quedan, que estaban a punto de morir, porque no he hallado completas tus obras delante de mi Dios.
3.      Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo y arrepiéntete. Por tanto, si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás a que hora vendré sobre ti.
4.     Pero tienes unos pocos en Sardis que no han manchado sus vestiduras, y andarán conmigo vestidos de blanco, porque son dignos.
5.       Así el vencedor será vestido de vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida, y reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.
6.         El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Vivos de nombre, muertos de verdad

Sardis, capital de la antigua Lidia
Hemos visto que Tiatira estaba ubicada en la frontera norte de Lidia, un reino importante y próspero de la historia antigua. Ahora, nos concentraremos 50 kilómetros al sureste, en Sardis, cuya ciudad tiene una historia muy extensa. Se formó cerca del tiempo de la caída del imperio Asirio; existió durante los imperios de Babilonia y Persia; y, finalmente, fue quemada por los griegos. En sus días de gloria fue la capital de Lidia y el primer lugar en el mundo donde acuñar monedas de plata y oro.

Alejandro Magno reedificó un templo para Artemisa (Diana), cuyas ruinas todavía existen hoy en día. Sardis fue parte del imperio romano en 129 a.C. y fue una de sus ciudades más ricas, debido a su localización, en la ruta comercial entre el mar Mediterráneo y el mundo del Este. Estaba situada sobre el cruce de cinco carreteras principales, a 500 metros de altura, en una meseta, un lugar casi impenetrable que, poco a poco, fue perdiendo su fama. Sin embargo, fabricaban vestiduras de lana y otros productos. Los romanos hacían mejoras en el templo de Artemisa y lo utilizaban para su secta de adoración al césar. Sin embargo, el templo nunca fue terminado. Un pueblo moderno de 5.000 habitantes, llamado Sart, está ahora situado sólo a unos dos kilómetros de las ruinas de Sardis. No existe ni un cristiano en el pueblo. ¡Que el Señor soberano se mueva una vez más en poder sobre Asia Menor!

Apocalipsis 2:18-29

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La iglesia en Tiatira

18.  Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, que tiene ojos como llama de fuego, y cuyos pies son semejantes al bronce bruñido, dice esto:
19.  Yo conozco tus obras, tu amor, tu fe, tu servicio y tu perseverancia, y que tus obras recientes son mayores que las primeras.
20.  Pero tengo esto contra ti: que toleras a esa mujer Jezabel, que se dice ser profetisa, y enseña y seduce a mis siervos a que cometan actos inmorales y coman cosas sacrificadas a los ídolos.
21.  Le he dado tiempo para arrepentirse, y no quiere arrepentirse de su inmoralidad.
22.  Mira, la postraré en cama, y a los que cometen adulterio con ella los arrojaré en gran tribulación, si no se arrepienten de las obras de ella.
23.  Y a sus hijos mataré con pestilencia, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña las mentes y los corazones, y os daré a cada uno según vuestras obras.
24.  Pero a vosotros, a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esta doctrina, que no han conocido las cosas profundas de Satanás, como ellos las llaman, os digo: No os impongo otra carga.
25.  No obstante, lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.
26.  Y al vencedor, al que guarda mis obras hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones;
27.  Y las regirá con vara de hierro, como los vasos del alfarero son hechos pedazos, como yo también he recibido autoridad de mi Padre;
28.  Y le daré el lucero de la mañana.
29.  Él que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Un poco de la historia de Tiatira

Piedras del "Castillo Blanco",
el edificio que nombra "Akhisar"
Es interesante saber cómo, el nombre, Asia, ha adquirido tanta importancia. Homero atribuyó Asia a una pequeña porción del territorio en Lidia. Después, una gran provincia romana también fue llamada Asia y, ahora, es el nombre de un continente entero, situado al este de Europa. El Señor Jesús continúa dando mensajes a las iglesias de Asia Menor, moviéndose en sentido horario. Ahora apunta hacia Tiatira, localizada a unos 61 kilómetros al sureste de Pérgamo y a 51 kilómetros al norte de Sardis. Está justo en la frontera de Lidia y Misia, territorios más pequeños dentro de Asia Menor y, aproximadamente, a 53 kilómetros del mar Egeo. Es la iglesia más pequeña de las siete de Apocalipsis.

Apocalipsis 2:12-17

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La iglesia en Pérgamo

12.  Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos, dice esto:
13.  Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás. Guardas fielmente mi nombre y no has negado mi fe, aun en los días de Antipas, mi testigo, mi siervo fiel, que fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
14.  Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la Cotrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de inmoralidad.
15.  Así tú también tienes algunos que de la misma manera mantienen la doctrina de los nicolaitas.
16.  Por tanto, arrepiéntete; si no, vendré a ti pronto y peleará contra ellos con la espada de mi boca.
17.  El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita un nombre nuevo, el cual nadie conoce sin aquel que lo recibe.


Pérgamo - el trono de Satanás

El altar de Pérgamo en un museo en Alemania
El Señor Jesús glorificado, continúa hablando a las iglesias en orden, moviéndose en sentido horario, unos 55-65 kilómetros al noreste de Esmirna. La próxima iglesia es Pérgamo, 35 kilómetros al interior del mar Egeo y localizado al noroeste de la ciudad moderna de Bergama, cuyo nombre es una modificación turca de Pérgamo. Desde la colina de la antigua ciudad se observa el río Caicos. En el tiempo de Juan pertenecía a Ásia Menor, con cerca de 150.000 habitantes. 

Al igual que Esmirna, Pérgamo fue un gran centro cultural durante el periodo de los griegos, y su reino se extendió mucho más hacia el sureste, casi hasta el mar Mediterráneo. En aquellos días, Pérgamo llegó a ser aún más poderoso que Éfeso o Esmirna. Pérgamos fue famoso por su producción de pergamino, que tomó su nombre de la ciudad. También fue famosa su biblioteca; solamente la de Alexandria, en Egipto, la superó por ser la más grande de todo el mundo. Pérgamo fue conocido por su santuario a Asclepio, el dios de la medicina y la curación, creando y fomentando los templos y balnearios medicinales dedicados a la sanación.  

Su símbolo médico era una serpiente enredada en un cayado, actual símbolo de la medicina hoy en día. En la historia de la medicina, solamente Hipócrates es más conocido que Galeno, que fue formado en el centro de sanación de Pérgamo. Los romanos mantuvieron la gloria de Pérgamo construyendo grandes templos, un anfiteatro y un gran foro. Sin embargo, en el periodo de los romanos, que también era el tiempo del Apocalipsis, Pérgamo no tuvo el mismo poder político que Éfeso, en Asia Menor.

También debemos saber algo sobre el famoso altar de Pérgamo, dedicado a Zeus y a Atenas. El templo de Atenas estaba justo a su lado. Las dimensiones del altar eran 36 x 30 m., llegando a ser la estructura más famosa de la ciudad. Además, en el tiempo de la iglesia primitiva, la ciudad tenía un templo dedicado al césar, donde se le veneraba y rendía culto. “¡César es señor!”, era la declaración que afirmaba su atribuida divinidad.

Apocalipsis 2:8-11

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La iglesia de Esmirna

8.     Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el último, el que estuvo muerto y ha vuelto a la vida, dice esto:
9.     Yo conozco tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás.
10.  No temas lo que estás por sufrir. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
11.  El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño de la muerte segunda.

La historia de Esmirna y su mensajero Policarpo

Izmir, Turquía, con las ruinas de Esmirna antigua en el centro
Jesús empieza Sus mensajes hablando, primeramente, con la iglesia de Éfeso, que fue la más notable y dominante de su día, en Asia Menor. La segunda iglesia a la que dirige un mensaje es a Esmirna, que queda unos 55 kilómetros al norte de Éfeso. Vas a darte cuenta de cómo Él escribe en orden, en sentido horario, al círculo que forman las iglesias que ya hemos descrito. 

Uno de los generales de Alejandro Magno, Lisímaco, 300 años antes de Cristo, hizo de Esmirna la ciudad importante que fue en el tiempo de Juan. Él controlaba Tracia, lo que sería hoy en día gran parte del noreste de Grecia, Bulgaria, y el oeste de Turquía. Después, los romanos la utilizaron como puerto en el mar Ageo y, en el tiempo de los apóstoles, llegó a tener 100.000 habitantes. Entre la ciudad y el puerto había una gran plaza pública. Su mayor atractivo era una estatua de Zeus, el Júpiter de los romanos, y el rey entre los dioses. La moderna ciudad de Izmir (antigua Esmirna) es la segunda más grande en Turquía y está situada en el mismo lugar que antiguamente. Pocos lugares han sido excavados por los arqueólogos, pero las ruinas de un acueducto romano, un teatro y una gran plaza pública, están a la vista de los visitantes. Izmir continúa siendo un puerto importante. 

Apocalipsis 2:1-7

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Sobre asuntos en general de las iglesias

Antes de empezar un estudio individual de cada iglesia de Asia Menor, quisiera hacer un resumen general de las siete iglesias. Juan es el único apóstol que sigue vivo después de que los demás hayan sido martirizados, y es él único que muere de forma natural. El Espíritu Santo está involucrado intrínsecamente con todos los detalles que tienen que ver con el Apocalipsis, para llevar a cabo el plan eterno de Dios perfectamente. Todo el canon de la Escritura inspirada se completa con este libro. Benditos todos los que tienen el privilegio de estudiar sus páginas, acompañando el estudio con la oración. Considéralo, los once apóstoles no tuvieron tal privilegio, incluso el apóstol Pablo.

Los cristianos siempre han considerado que el Evangelio de Juan es el más espiritual de los cuatro. Al leerlo detenidamente, descubrimos a veces verdades espirituales, sutilmente insertadas, entre los eventos que él relata. Esta es una de las razones por la cual Juan es el apóstol más apto para escribir el Apocalipsis. También debemos considerar su edad y experiencia, que le califican aún más. El tiempo en el que fue escrito el libro, también es significativo, ya que fue décadas después de que todos los otros libros que forman el Nuevo Testamento fueran escritos. Fue casi al terminar el primer siglo. El apóstol Juan estaba observando el desarrollo de la segunda generación del cristianismo.

El Apocalipsis pone un final ideal al canon, porque continúa con los preceptos y las profecías de toda la Biblia y los lleva a su cumplimiento. Ya hemos visto también cómo completa la revelación de Jesucristo más allá de lo que es revelado de Él en los Evangelios. Quisiera decir, cuidadosamente, que el libro incluye muchos símbolos, pero, aunque es así, no debemos tomarnos la libertad de interpretar simbólicamente todo el libro. Siempre, cuando se trata de un estudio bíblico, debemos interpretarlo tan literalmente como sea posible. Está especialmente claro, en este libro, que el Espíritu Santo cumple la labor que Cristo había predicho sobre Él, que es hacernos saber las cosas venideras (Jn.16:13). Ya no se escribirán más palabras inspiradas para añadir a la Biblia, pero la Escritura profética continuará viviendo al ver cumplirse lo que fue predicho.

Apocalipsis 1:14-18

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14.  Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la blanca lana, como la nieve; sus ojos eran como llama de fuego;
15.  sus pies semejantes al bronce bruñido cuando se le ha hecho refulgir en el horno, y su voz como el ruido de muchas aguas.
16.  En su mano derecha tenía siete estrellas, y de su boca salía una aguda espada de dos filos; su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza.
17.  Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y Él puso su mano derecha sobre mí, diciendo: No temas, yo soy el primero y el último,
18.  y el que vive, y estuve muerto; y he aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

El Cristo glorificado

La pureza es la primera palabra que viene a mi mente cuando leo, “su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve” (v.14). Habla del carácter moral y espiritual sin mancha ni defecto. Cristo es el inmaculado Cordero de Dios.

Hay tres cualidades que están relacionadas con la pureza: No está contaminada, ni diluida y no tiene aditivos:

1) Incontaminada… Jesús pasó la prueba terrenal moralmente ileso. La presencia de codiciosos recaudadores de impuestos y de rameras nunca emborronó Su espíritu puro. Mientras Él caminaba físicamente entre ellos, Su naturaleza permaneció intacta. Él nunca transigió, experimentó o se relacionó con sus obscenos comportamientos. Nunca estuvo en su mismo terreno. Él estaba por encima, alejado de su hedor, en la pura atmósfera de la santidad. El diablo nunca encontró lugar para alojar en Cristo sus sucios pensamientos e intenciones. Jesús dijo del diablo, “él nada tiene en Mí” (Jn.14:30). “La Feria de las Vanidades”, acerca de cual escribió John Bunyan, no atraía a Jesús. El mundo no pudo alcanzar el elevado nivel de Su corazón.

2) No diluida… Nada neutraliza, detiene ni diluye, en modo alguno, Su poderosa, completa y rica pureza. Jamás se encontró pecado en Él, ni tampoco otros tipos de peso, como describe el escritor de Hebreos (He.12:1), nada, sino pura santidad. Él permanecía por encima de las legítimas prácticas de los simples humanos. No tuvo sitio donde reposar Su cabeza. Nunca se aventuró en los negocios, ni practicó ningún deporte. Ni siquiera consideró la distracción de una compañera. Por lo tanto, Su blanca pureza sin par permanece ante nosotros sin merma de su vigor.

3) Sin aditivos… Su pureza no tiene aditivos. Usando el lenguaje de la ciencia, no ha tenido lugar ninguna reacción química, es decir, nunca ha estado mezclada. Él está desligado de todo lo que no tiene propiedades celestiales. No está unido al dinero, la fuerza o el poder mundano. Nada puede añadirse a Su perfección. Él es completamente autosuficiente y, a la vez, hermoso.

Apocalipsis 1:12-13; 19-20

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12.  Y me volví para ver de quién era la voz que hablaba conmigo. Y al volverme, vi siete candelabros de oro.
13.  y en medio de los candelabros, vi a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

19.  Escribe, pues, las cosas que has visto, y las que son, y las que han de suceder después de éstas.
20.  En cuanto al misterio de las siete estrellas que viste en mi mano derecho y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias.

Los siete candelabros de oro

Antes de seguir, intentaremos imaginarnos la escena que vio Juan, al enfrentarse con Aquel cuya voz era como de trompeta. Él vio, en primer lugar, siete candelabros de oro y, en medio de ellos, a Uno como el Hijo del Hombre. Él está vestido con una larga túnica y está ceñido con un cinto de oro. Sus cabellos son como la blanca lana o nieve, y Sus ojos como llama de fuego. Sus pies son como refinado bronce bruñido y Su voz es como estruendo de muchas aguas. En Sus manos tiene siete estrellas y de Su boca sale una espada aguda de dos filos. Su rostro brilla como el sol de mediodía en un día despejado.

No es algo fácil de imaginar, aunque lo que más importa es la capacidad de captar el significado de la visión de Juan. Pidamos al Espíritu de Dios, quien le reveló la escena, que nos ayude a ver las cosas que está proveyendo para todos los que quieren investigar este libro. Nuestra primera prioridad es ver a Cristo con los ojos del corazón, como se presenta aquí, y también ver a las siete iglesias.

Apocalipsis 1:8-11

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8. Yo soy el Alfa y la Omega – dice el Señor Dios – el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
9. Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla llamada Patmos, a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.
10. Estaba yo en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como sonido de trompeta,
11. que decía: Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.


El propósito número uno de la Escritura

Las Escrituras tienen que ver con quien es Dios; son una revelación de Su persona. En primer lugar, no tienen que ver con la raza humana, aunque, de todos modos, su verdadero pueblo solamente quiere saber de Él. Desde el principio de su vida cristiana, tuvieron un encuentro personal con Él, y su mayor deseo es fijarse en Su palabra cada día, con corazones hambrientos, para poder conocerle más.  

En el versículo 8, Dios nos ha dado algo sobre qué meditar. Hay muchas cosas útiles para poder describirle, sin embargo, tenemos que reconocer las limitaciones del lenguaje humano y de todo lo que el hombre conoce, para poder descubrir totalmente Su esencia y naturaleza infinitas. El alfabeto griego es, en este texto, la herramienta. No solamente palabras completas, sino las mismas letras, nos ayudarán a abrir el entendimiento. El Señor Dios utiliza desde la primera a la última letra del alfabeto griego, alfa y omega. Significa que Dios está en cada detalle más pequeño de la verdad escrita.

El bautismo en el Espíritu Santo III

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Tercera parte

El Espíritu Santo, los milagros y señales sobrenaturales en las epístolas

carbones ardientes
“No me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mi para la obediencia de los gentiles, en palabra y en obra, con el poder de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén y por los alrededores hasta el Ilirico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo” (Ro.15:18-19).

“Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios” (1 Co.2:4-5).

“Iré a vosotros pronto, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras de los arrogantes sino su poder. Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”   
(1 Co.4:19-20).

“Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?” (Gál.3:5).

“Nuestro evangelio no vino a vosotros solamente en palabras, sino también en poder y en el Espíritu Santo y con plena convicción; como sabéis que clase de personas demostramos ser entre vosotros por amor a vosotros.” (1 Tes.1:5)

“¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones del Espíritu Santo según su propia voluntad” (He.2:3-4).

Lo normal, sería pensar que todos los cristianos quisieran aprovecharse de este bautismo y de los dones que Dios ha dado a la iglesia para que funcione, pero no es así. Siempre, cuando hay un mover del Espíritu, hay oposición, y la oposición no viene de la gente del mundo, sino de la propia iglesia. Este ha sido el caso en todos los avivamientos. Debemos saber que, aunque la iglesia, en gran parte, ha negado el poder que Dios le ha concedido, el enemigo no ha cedido nada del suyo. Su reino está amenazado por un poder que es más grande que el suyo. Las puertas del infierno son atacadas por medio de una iglesia sobrenaturalmente activa, apoyada por el poder, los dones y las maravillas del Espíritu Santo. Por eso, Satanás hará lo que pueda, para provocar a quien sea contra aquellas personas, por medio de las cuales se manifiesta el poder de Dios. Cristo, al enviar a los doce discípulos a predicar el evangelio, “les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia” (Mt.10:1). Les preparó para un encuentro sobrenatural.

Apocalipsis 1:4-7

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4.      Juan, a las siete Iglesias que están en Asia: Gracia a vosotros y paz, de aquel que es y que era y que ha de venir, y de los siete Espíritus que están delante de su trono,
5.      y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre,
6.      e hizo de nosotros un reino y sacerdotes para su Dios y Padre, a Él sea la gloria y el dominio por los siglos de los siglos, Amén.
7.      He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él; sí. Amén.

Gracia y paz de la trinidad

La isla de Patmos
“Gracia y paz” fue la salutación de Pablo en las trece cartas a las iglesias, incluido a Tito. Es curioso que añadió “misericordia”, al escribir a Timoteo. Pedro usa “gracia y paz” en su segunda epístola, y Judas agrega misericordia y amor a la paz. Juan, en su segunda carta también añade misericordia, pero ahora, en Apocalipsis, él saluda de manera más sencilla, como lo hace más comúnmente en las epístolas. Solamente quiero señalar que, en la Palabra de Dios, es importante entender que estas salutaciones son más que costumbres; llevan todo el peso de la bendición divina.

El libro está dirigido directamente a las siete iglesias de Asia Menor, quienes, literalmente, son los primeros recipientes de ello. Sin embargo, vale la pena saber que había más de siete iglesias en esta provincia romana en el día de Juan. Es fácil suponer, por el simbolismo y la naturaleza profética del libro, que solamente siete iglesias fueron elegidas para servir a un propósito más amplio. Siete es el número de perfección completa y creo que, estas iglesias representan toda la iglesia de todas las edades. Pienso que sus características son las mismas que encontramos en diferentes iglesias en cada periodo de la historia. Me inclino a pensar que cada una representa también a un tipo dominante de iglesia en siete épocas históricas, siendo la iglesia de Laodicea la que representa a la iglesia que domina en nuestros tiempos. Escribiré más sobre este tema al llegar a los capítulos 2 y 3.

El bautismo en el Espíritu Santo II

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 Segunda Parte

“El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: ‘De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva’. Pero Él decía esto del Espíritu, que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado”. 
                                                                                                                      Juan 7:38-39

“Como ha dicho la Escritura”

Me parece que Jesús no está hablando aquí de una sola promesa o profecía, sino de un principio espiritual del que hablan las Antiguas Escrituras en muchas partes y de muchas maneras. El símbolo del agua tiene mucho significado para el judío. Israel es “tierra de montes y valles, bebe el agua de las lluvias del cielo. Es una tierra que el Señor tu Dios cuida; los ojos del Señor tu Dios están siempre sobre ella” (Dt.11:11-12). Las aguas simbolizan la abundante bendición de Dios sobre Su pueblo. Son aguas en el desierto: “Derramaré agua sobre la tierra sedienta, y torrentes sobre la tierra seca; derramaré mi Espíritu sobre tu posteridad, y mi bendición sobre tus descendientes” (Is.44:3). Son “aguas que tenían que pasarse a nado, un río que no se podía vadear” (Ez.47:5).

El bautismo en el Espíritu Santo I

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Primera Parte

(La versión usada en este artículo es La Biblia de las Américas)

Cristo en nosotros

La vida cristiana es una vida sobrenatural, celestial y espiritual. Su testimonio es un misterio entre los gentiles (el mundo de incrédulos), que es Cristo en nosotros, la esperanza de la gloria” (Col.1:27). Esta vida jamás funcionará con, meramente, capacidades naturales y humanas. La gran necesidad de hoy en día, son personas que sepan andar bajo la dirección y poder del Espíritu Santo de Dios.

El apóstol Pablo escribió: “Grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne…” (1 Ti.3:16). Está hablando del gran misterio de cómo, el eterno, glorioso Dios, el Hijo, pudo aparecer en un cuerpo humano. Por supuesto, el cuerpo había sido preparado y engendrado por Dios y no estaba corrompido por una naturaleza caída, sino que era sin mancha, ni contaminación, ni posibilidad de pecar.

Sin embargo, nuestro cuerpo, sí ha sido concebido en un estado de caída indecible e incalculable, y aunque hemos sido rescatados, perdonados y limpiados, seguimos siendo imperfectos, cometiendo muchos errores. ¿No es un gran misterio, entonces, que el trino Dios pueda manifestarse por medio de nosotros a un mundo sorprendido por ver a hombres y mujeres manifestando una vida sobrenatural? Es un misterio que no entiendo, ni puedo explicar, pero que es bíblicamente cierto.

La revelación de Jesucristo

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He terminado mi lectura anual de la Biblia (dos veces del Nuevo Testamento) hace unos cuantos días y he estado pensando sobre cual libro estudiar y presentar en el blog por el resto de 2018. Ya que hemos pasado por la profecía de Daniel el año pasado, es lógico que sigamos con el libro de Apocalipsis. Empezaremos ahora. Si algunos están preguntando sobre el estudio de Eclesiastés, os diré que continuaremos colgando artículos de forma intermitente, sobre aquellas inmensamente importantes observaciones del rey Salomón. 

Eclesiastés 4

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Capítulo 4

La opresión, la soledad y la necedad 

1.  Entonces yo me volví y observé todas las opresiones que se cometen bajo el sol: Y he aquí, vi las lágrimas de los oprimidos, sin que tuvieran consolador; en mano de sus opresores estaba el poder, sin que tuvieran consolador. 
2.  Y felicité a los muertos, los que ya murieron, más que a los vivos, los que aún viven. 
3.  Pero mejor que ambos está el que nunca ha existido, que nunca ha visto las malas obras que se cometen bajo el sol. 
4.  Y he visto que todo trabajo y toda obra hábil que se hace, es el resultado de la rivalidad entre el hombre y su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento. 
5.  El necio se cruza de manos, y devora su propia carne. 
6.  Más vale una mano llena de descanso que dos puños llenos de trabajo y correr tras el viento. 
7.  Entonces yo me volví y observé la vanidad bajo el sol: 
8.  Había un hombre solo, sin sucesor, que no tenía hijo ni hermano, sin embargo, no había fin a todo su trabajo. En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas, y nunca se preguntó: ¿Para quién trabajo yo y privo a mi vida del placer? También esto es vanidad y tarea penosa. 
9.  Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor remuneración por su trabajo. 
10. Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante! 
11. Además, si dos se acuestan juntos se mantienen calientes, pero uno solo ¿cómo se calentará? 
12. Y si alguien puede prevalecer contra el que está solo, dos lo resistirán. Un cordel de tres hilos no se rompe fácilmente.
13. Mejor es un joven pobre y sabio, que un rey viejo y necio, que ya no sabe recibir consejos. 
14. Porque ha salido de la cárcel para reinar, aunque nació pobre en su reino. 
15. He visto a todos los vivientes bajo el sol apresurarse a ir junto al joven sucesor que lo reemplaza. 
16. No tenía fin la multitud de todos los que lo seguían, y ni aun los que vendrán después estarán contentos con él; pues también esto es vanidad y correr tras el viento.