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Lowell Brueckner

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Rumanía… no bastan las palabras

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“El avivamiento no es para los que lo quieren; es para los que sólo lo quieren.”

Estuve en Rumanía desde 31 de mayo hasta el 12 de junio, volviendo a casa el día 14. He estado pensando sobre escribir de lo que observo pasando en esa país. Mi interés especialmente está concentrado en un grupo de cristianos algo joven, unos casados, otros solteros, que tiene trasfondo en el movimiento comúnmente llamado Las Asambleas de Hermanos (no es para confundirlos con Las Asambleas de Dios, pentecostal). He visto que ellos han estado orando a Dios, para que mande avivamiento, desde el tiempo que primeramente les conocí.

Vali y Eliza
 Vali fue un compañero de la misma habitación donde yo dormía en un campamento hace unos diez años… probablemente más. Al llegar yo, el director del campamento, que también estaba en la misma habitación, me habló de este hombre: “Hay un joven del norte de Rumania, de 26 años de edad, en este campamento con un hambre especial para Dios,” me dijo, “y le oigo aún solo en el baño derramando lágrimas, orando por el avivamiento.” Desde entonces, he logrado conocer bien a Vali; de hecho, di el mensaje en su boda. Ha desarrollado un ministerio en la literatura, traduciendo y publicando libros cristianos de la mejor calidad, que está bendiciendo a toda Rumanía. (http://www.perlasuferintei.ro/)


Un libro que ha producido un efecto fuerte y algunas repercusiones fue “Gozo inefable” por Martyn Lloyd-Jones. Porque Jones, un teólogo, pastor y escritor, muy respetado en toda Europa, propone un bautismo en el Espíritu Santo después de la conversión, personas en el movimiento “Hermanos” le negaban a Vali cualquier posición de liderazgo en la iglesia y también la oportunidad de predicar.

Vali siguió adelante de todos modos, reuniendo con otra gente, más o menos de su edad, hambrienta por un mover del Espíritu Santo, en los fines de semanas en el pueblo de Vatra Dorni. Principalmente, se reunieron para orar y ayunar, sus rostros bañados en lágrimas, pero a veces fui invitado hablarles. Comúnmente, la oración continuaba después de la medianoche hasta la una o dos de la madrugada. Vino un orden de los superiores, prohibiéndoles tales actividades, pero ellos, humildemente, pero firmemente, continuaron. A veces me pidieron consejos sobre, posiblemente, empezar un nuevo cuerpo de creyentes, pero yo siempre les desanimaba tomar esa dirección, por ver muchos fracasos entre los que lo han hecho.

Después de muchos años de buen testimonio delante de todos, han recibido el respeto y consideración merecidos y han estado restaurados a participar en compartir la palabra. Vali, muchas veces, ha tenido que ir a trabajar manualmente en Inglaterra para poder financiar la publicación de los libros, algunos de los cuales se han realizado a través de un tremendo sacrificio. Uno, por ejemplo, “Fijando los ojos de Jesús”, un clásico de Isaac Ambrose, tiene más que mil páginas, y Eliza, la esposa de Vali, dedicó un año y medio exclusivamente a la traducción. 

Nueva casa para las publicaciones
Un hermano de Vali, que es un ejemplo de lo que debe ser un negociante cristiano exitoso, con mucho amor para la obra de Dios, ayudó a Vali conseguir un terreno y edificar una casa, de donde la obra de la publicación puede desarrollarse. Ahora Vali y Eliza viven allí, donde está también la oficina y bodega para los libros. Además en la planta superior hay seis habitaciones, dos baños, y un salón grande, donde un pueblo puede reunirse para orar, alabar a Dios, y tener comunión.

Ahora viene la parte más interesante. ¿Quién podría imaginar que los llantos para avivamiento de esos jóvenes podrían alcanzar a Brasil y afectar el pueblo de Dios en esa nación?  Miembros de las Asambleas de Hermanos han sido visitados con un derramamiento del Espíritu Santo que te hace pensar de la iglesia primitiva y como fue en el libro de los Hechos. ¡Literalmente y sencillamente, los pecadores se arrepienten, son bautizados y reciben el don del Espíritu Santo! (Hechos 2:38) El Espíritu está dirigiéndoles al norte de Rumanía para dar testimonio de lo que está pasando en Brasil a sus hermanos en las iglesias del mismo movimiento. Como puedes imaginar, está causando un efecto tremendo. El presbítero del movimiento en el norte de Rumanía fue a Brasil para ver con sus propios ojos lo que está sucediendo, y volvió con la conclusión que era una obra genuina de Dios. Ahora permanece la pregunta de cómo será recibido por los demás.

Hace años yo tuve un encuentro con este líder en su casa. Me invitó primeramente a predicar en su iglesia y después quiso hablar conmigo en su casa. Tengo que admitir que tuve miedo que fuera con el motivo de argumentar sobre doctrinas relacionados con el Espíritu Santo. Muy al contrario, ese hombre humildemente me pidió consejos, sobre el bienestar espiritual del grey bajo su cargo. Intentando reaccionar con el mismo espíritu de humildad, contesté su pregunta como uno que también reconoce su propia necesidad en la obra del ministerio. 

 En mi visita, al estar en una de esas iglesias en el domingo por la mañana y los siguientes dos noches, pude ver una diferencia muy marcada, comparado a lo que observé en otras ocasiones. En las alabanzas, en las oraciones y como la congregación respondió a las oraciones, en el mismo ambiente, noté una nueva infusión de vida espiritual. Algo está pasando. Hay muchos jóvenes, como también gente de mediana edad, que es profundamente movida y ha determinada seguir adelante, cuesta lo que cueste.

Ionut, Nico y hijas
Algunos fueron al campamento en la montaña, más o menos a la mitad del camino entre Bucarest y Suceava. Los que son encargados con el campamento, Ionut y Nicoleta, son participantes en lo que Dios está haciendo, y veo como Él les ha puesto en este lugar. Hace años, estando en el norte, tuve una convicción que Dios iba a reunir lo que estaba haciendo en el norte, con gente en el sur. Desde entonces, varios matrimonios han formado, en que una persona es del norte, y la otra es del sur. Yo pienso que este campamento ha tomado el lugar de los fines de semana en Vatra Dorni y gente bajan del norte, como también suben de Bucarest en el sur.  Una noche hablé de Israel, en relación a los días en que estamos viviendo. No sé como, ni porque, pero la seriedad de estos días nos agarró mientras oramos después. La oración fue ferviente, pero sin desorden, y un hombre me dijo el siguiente mañana que en ese tiempo, su esposa fue espontáneamente sumergida en el Espíritu Santo. 

Quiero mencionar también, otro negociante cristiano pentecostal que hace años abrió su casa para las personas que quieren reunir para orar o alabar a Dios, no importa su denominación. He estado varias veces en reuniones en esa casa. Es un hombre desinteresado que solo tiene grandes deseos de servir al pueblo de Dios. Ha construido un aposento bonito en la planta superior, completado con aire acondicionado, un piano, en fin, un salón ideal para la gente que asiste. El hombre estuvo en la última reunión en la iglesia, y después del mensaje, nos dirigió en unas alabanzas, tocando su acordeón y cantando con unción.  ¡Que el Señor bendiga tales laicos!

Bueno, ¡tenías que estar! No, no he explicado adecuadamente lo que siento en mí ser. Soy incapaz de poner en palabras lo necesario para que tú captes lo que está sucediendo en Rumanía. Pensando en esto ¿Cuál escritor, no importa su agilidad con palabras, jamás ha podido describir lo que es Dios y lo que es Su obra? Los apóstoles tuvieron que quedar satisfechos, al decir que era “gozo inefable y glorioso”, “la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento”, y “el amor de Cristo que excede a todo conocimiento”. 



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