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La historia de Roza, segunda parte

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NO ME RINDO

La Historia de Roza

Segunda Parte

Roza enfrente de su habitación
     Los años pasaron y fui trasladada de un hospital a otro. Lentamente,  fui  perdiendo  la esperanza de que algún día sería sanada. En 1976, fui llevada a una institución de rehabilitación para disminuidos físicos en Bansko, cerca de Strumica. Aquí todo fue distinto. Me encontré a muchos niños con diferentes niveles de impedimentos, que vivían y habían sido educados en el hospital. También se sometían a terapias de rehabilitación. 

     Mientras mi madre vivía, yo iba a casa mas a menudo. Ella, mi padre y hermano mayor vivían en Skopje. El trabajo de mi padre consistía en reparar sistemas eléctricos de alta tensión y siempre trabajaba fuera de casa. Esta fue su vida. Nunca tuvo vacaciones ni días libres para estar con la familia. Cuando mi madre murió, ninguno de nosotros estaba con ella. Sentí que alguien me la había robado. La amaba mas que a cualquier cosa en el mundo y ella significaba todo para mi. Cuando murió, me hundí más en la agonía y no quería seguir viviendo.

     En Bansko, continuaba pintando con acuarelas, pero guardé los cuadros en un cajón. En 1984, Lai Sue Rider, vio mis cuadros. Estaba emocionada y sugirió llevarme a Roma, donde tenía lugar una reunión de gente con talento procedente de instituciones a las que ella ayudaba económicamente. Fue entonces cuando vi el mundo por primera vez. Mis cuadros fueron exhibidos y aún el Papa Juan Pablo II dijo que eran muy bonitos.


Paisaje de Bansko
     Llegó el momento cuando empecé a pensar muy seriamente: “Estoy en una silla de ruedas. No puedo andar ni salir sola. Mi mundo está encerrado dentro de cuatro paredes con mucho dolor espiritual, despreciada por no ser una persona físicamente normal.” Me sentía desilusionada, infeliz y amargada. Mi vida no tenía propósito ni una razón para vivir. Lo único que me quedaba era dolor y sufrimiento.

    Algunos domingos, venían a visitarnos  un grupo de mujeres de una aldea cercana llamada Murtino. Nos traían tartas y otras cosas para comer. Decían que eran miembros de una iglesia.


     Vieron algunos de mis cuadros y también supieron que escribía poesías. Me preguntaron que por qué no escribía poesías sobre Jesucristo. “¿Quién es este Jesús?” - les pregunté. - “Yo no lo conozco”. Quedaron atónitas, pero antes de irse, me dejaron una Biblia. Yo no sabía nada sobre este libro, pero lo empecé a leer sólo porque estaba muy aburrida. Lo leí y después volví a leer ciertos pasajes que no entendía.

Roza con algunos amigos en tiempo de la Navidad
     En ese tiempo, llegaron tres chicos del Club de la Biblia ICHTUS en Strumica - Zoran Mladenov, Zan Jovanov y un Americano que hablaba Macedonio, cuyo nombre es Daniel. Me parecía muy curioso que nos visitaran constantemente, sin ni siquiera importarles las condiciones climatológicas. ¡Qué chicos tan majos! Se desarrolló una relación maravillosa  entre nosotros donde no faltaron bromas y risas. Por medio de las charlas mantenidas con ellos, empecé a entender el significado de mi vida. Me explicaron también las cosas difíciles de comprender contenidas en el libro que me habían traído las mujeres de la aldea. Estas personas trajeron, no sólo a mi, sino a todos los pacientes, casetes, videos y literatura, por los cuales pude aprender más sobre esta persona que antes era tan desconocida para mi....Jesús. Fue entonces cuando descubrí el verdadero significado de la vida. Cuando nací de nuevo, Jesús me despertó de un sueño profundo. Había pasado mucho tiempo sin saber que Dios es misericordioso y me ama con un amor inmensurable. Por algún tiempo, yo había culpado a Dios por mi condición y estado infeliz, porque no podía encontrar la respuesta a mi pregunta - ¿Por qué?

     Ahora sé que Dios quiere ser glorificado en mis debilidades. Ahora amo a Dios con este amor inmensurable. Amo la vida. Entiendo que hay alguien que me ama y me cuida. Ahora puedo gozarme y expresar mi amor a otros, porque mi corazón esta lleno con el amor de mi Señor Jesucristo. En los ojos de muchos, puedo ver lágrimas cuando me miran y sienten lástima por mi. ¡Pero yo estoy feliz!

Paisaje de gozo (reproducción)
     La gente lo ve raro, pero para Dios, no lo es. Vine a Él en oración; acepté mi cuerpo así como es y aprendí a no ignorar o correr de la verdad. He llegado a ser rica espiritualmente. Aprendí que Dios nos ama a todos; sufrió sobre la cruz por nuestros pecados, aunque Él mismo no tenía pecado. Entonces pensé maravillada, "¿Qué son mis dolores, comparados con los suyos?" En el pasado, tenía muchas preguntas y temores que eran una carga a mi: "¿Cómo seguiré con mi vida si mis brazos y piernas están tan rígidos?” Dios me dio la fuerza para dar el primer paso, mas ahora, no sólo puedo pintar con un pincel en la boca, sino que Dios también dio fuerzas a mis brazos, para que me sirvan de apoyo cuando pinto. Con gran esfuerzo, puedo escribir frases, aún poesías extensas. De mi alma, siento una fuerza que fluye, con la cual puedo expresar mis sentimientos; no solo con palabras, sino también con el pincel. Siento como Dios mueve mis manos y dedos inmóviles. Ahora estoy inspirada por el Espíritu de Dios y no me siento inútil. Dios me ha dado  fuerzas para andar hacía el futuro. Habiendo visto todas las imposibilidades delante de mi como un muro imposible de escalar, ahora sé que todo es posible.

Exposición exclusivamente con pinturas de Roza
     Ahora puedo edificar una casa de perlas, que no tiene precio. Lejos de ser vencida, ahora mi vida es mas rica y brillante (Juan 8:12). Ando con piernas invisibles. No puedes verlas con tus ojos, pero en verdad ando sirviendo a Dios; le alabo y obedezco sus mandamientos. Él me ha ayudado a pintar los cuadros que ya han sido exhibidos cuatro veces en exposiciones privadas. Ahora cuando pinto siento que controlo mejor el pincel con mi boca, pudiendo  así  pintar con mas facilidad y gozarme de la armonía de los colores. Dios ha conectado mis pensamientos con mis manos imposibilitadas para escribir poesías acerca de Él. Todo lo que veas y leas en mis obras tiene que ver con Dios. Estaré contenta si todos los que me conocen, leen mis poesías y ven mis cuadros pueden sentir ese amor, gozo y felicidad que Dios puso en mi alma por medio de su Hijo Jesucristo. No he estado en la  Academia de Bellas Artes, no conozco estilos contemporáneos de expresión, pero de todos modos, creo que  podrás saber lo que trato de decir y expresar a través de mis obras.

     Deseo que puedas ser bendecido, como dice la Biblia, tomando del agua de vida, que es Cristo Jesús. Él dijo: "Venid a mi, todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar; tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga" (Mateo 11:28-30).                                         


Roza Mojsovska


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