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Lowell Brueckner

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Apocalipsis 2:12-17

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La iglesia en Pérgamo

12.  Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos, dice esto:
13.  Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás. Guardas fielmente mi nombre y no has negado mi fe, aun en los días de Antipas, mi testigo, mi siervo fiel, que fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.
14.  Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la Cotrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de inmoralidad.
15.  Así tú también tienes algunos que de la misma manera mantienen la doctrina de los nicolaitas.
16.  Por tanto, arrepiéntete; si no, vendré a ti pronto y peleará contra ellos con la espada de mi boca.
17.  El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita un nombre nuevo, el cual nadie conoce sin aquel que lo recibe.


Pérgamo - el trono de Satanás

El altar de Pérgamo en un museo en Alemania
El Señor Jesús glorificado, continúa hablando a las iglesias en orden, moviéndose en sentido horario, unos 55-65 kilómetros al noreste de Esmirna. La próxima iglesia es Pérgamo, 35 kilómetros al interior del mar Egeo y localizado al noroeste de la ciudad moderna de Bergama, cuyo nombre es una modificación turca de Pérgamo. Desde la colina de la antigua ciudad se observa el río Caicos. En el tiempo de Juan pertenecía a Ásia Menor, con cerca de 150.000 habitantes. 

Al igual que Esmirna, Pérgamo fue un gran centro cultural durante el periodo de los griegos, y su reino se extendió mucho más hacia el sureste, casi hasta el mar Mediterráneo. En aquellos días, Pérgamo llegó a ser aún más poderoso que Éfeso o Esmirna. Pérgamos fue famoso por su producción de pergamino, que tomó su nombre de la ciudad. También fue famosa su biblioteca; solamente la de Alexandria, en Egipto, la superó por ser la más grande de todo el mundo. Pérgamo fue conocido por su santuario a Asclepio, el dios de la medicina y la curación, creando y fomentando los templos y balnearios medicinales dedicados a la sanación.  

Su símbolo médico era una serpiente enredada en un cayado, actual símbolo de la medicina hoy en día. En la historia de la medicina, solamente Hipócrates es más conocido que Galeno, que fue formado en el centro de sanación de Pérgamo. Los romanos mantuvieron la gloria de Pérgamo construyendo grandes templos, un anfiteatro y un gran foro. Sin embargo, en el periodo de los romanos, que también era el tiempo del Apocalipsis, Pérgamo no tuvo el mismo poder político que Éfeso, en Asia Menor.

También debemos saber algo sobre el famoso altar de Pérgamo, dedicado a Zeus y a Atenas. El templo de Atenas estaba justo a su lado. Las dimensiones del altar eran 36 x 30 m., llegando a ser la estructura más famosa de la ciudad. Además, en el tiempo de la iglesia primitiva, la ciudad tenía un templo dedicado al césar, donde se le veneraba y rendía culto. “¡César es señor!”, era la declaración que afirmaba su atribuida divinidad.


Pérgamo en la colina sobre el río Caicos
Recuerda que Lucas menciona que, por el ministerio poderoso de Pablo, “todos los que vivían en Asia oyeron la palabra del Señor, tanto judíos como griegos” (Hch.19:10). Lucas escribe acerca de los extraordinarios milagros que el Señor hizo por medio de Pablo en Éfeso. Extraordinarios, quizá porque Dios quería llamar, de forma especial, la atención de aquel territorio. Se propuso utilizar a este grupo de iglesias en el futuro, dándoles mensajes extraordinarios que serían guardados y escritos en Su palabra eterna. Así se estableció la iglesia en Pérgamo, posiblemente por medio de Pablo, personalmente, o quizás, más tarde, por la influencia del evangelio que se había extendido por todos lados.

La transigencia, el arma más efectivo del diablo

Cristo está en medio de Su iglesia, como su Señor glorificado y, precisamente, se presentó a Pérgamo como el que tiene la espada de dos filos que corta y penetra profundamente (v.12). Para reforzar esta verdad recurriré de nuevo a mis comentarios del capítulo 1. Una espada es, ni más ni menos, que un instrumento de guerra. Es un instrumento separador. Jesús informó resueltamente a Sus discípulos: “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada (Mt.10:34). Él dijo que esto traería disgustos a las familias, dividiendo dos contra tres en la misma casa. Dondequiera que se predicaba el evangelio en el libro de los Hechos, había problemas. ¡Envainad esta espada y el mundo se dirigirá tranquilamente a su eterna condenación! 

El diablo no escatima esfuerzos para detener la espada que procede de las bocas de aquellos que predican el evangelio. El trabaja incesantemente para hacerles comprometer sus principios y doctrinas, ablandando su actitud contra el pecado, y minimizando el mensaje de arrepentimiento, justicia y juicio. Cuanto más efectivos sean sus intentos, más almas arrastrará a la condenación. La torpe y endeble espada que se desenvaina hoy en día, raramente corta más profundo que las emociones; le falta fuerza para penetrar en los espíritus. La espada del Señor revela los secretos del corazón humano y le convence de su culpabilidad. "Y asi, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros" (1 Co.14:25). Desde esa posición arrepentida, el corazón humano es elevado a una nueva vida en Cristo Jesús. Oremos para que una nueva incisión de la Gran Espada deje postrada a otra multitud a Sus pies. 

Existen diferentes opiniones acerca de a qué se estaba refiriendo Jesús al hablar del trono de Satanás en Pérgamo (v.13). No debemos pensar que es lenguaje figurativo, porque el reino del diablo no es mítico ni simbólico; es tan real como lo es la ciudad de Pérgamo, con sus templos de piedra. Jesús llamó a los judíos de Esmirna sinagoga de Satanás, y aquí habla de su trono. Él usó estos términos porque significan lo que significan. Sus ardientes y llameantes ojos penetran para capturar realidades espirituales que son invisibles para los humanos. Jesús está viendo al diablo sentado sobre un trono y gobernando sobre Pérgamos. Recuerda que Satanás no es omnipresente.

Yo creo que eran fuerzas poderosas obrando para avanzar la causa del enemigo en esta ciudad. Allí encontramos mucha idolatría; un panteón de dioses y diosas, adorados y temidos. El diablo disfruta de tal ambiente; sus demonios poseen y controlan la mente y el cuerpo de sus adoradores. El famoso altar que mencioné antes tenía que ser un centro de actividad diabólica. Además, en la religión histórica de los griegos y romanos, existía la deificación de los césares romanos. Esta perversa serie de emperadores gobernaban sobre un reino de orgías sexuales y de estadios repletos de espectadores, clamando por la sangre de los gladiadores y eufóricos al ver a cristianos despedazados por las garras y colmillos de bestias salvajes. 

El símbolo de la serpiente de Asclepio
Además, hay que añadir la presencia de la serpiente en los cultos de curación, engañando y apoderándose de la población con sus tratamientos y promesas de sanidad. Pero todavía hay más cosas que tenemos que considerar. Vimos como Esmirna era productora de la mirra y como Pérgamos fabricaba el pergamino, dando lugar a la construcción de la segunda biblioteca más famosa del mundo, con miles y miles de rollos de pergamino. Esto hizo que, por medio de la literatura, se promocionara poderosamente la cultura y religión greco-romana. Es conocido el hecho de que los cristianos de Éfeso quemaron un montón de pergaminos de magia negra. ¡Satanás estaba vivo y sano en Pérgamos! 

El príncipe de los demonios presionaba a los cristianos para que declarasen, "¡César es señor!", pero ellos no se doblegaron ante la presión porque habían experimentado la revelación del Rey de reyes y del Señor de señores. Los cristianos viven según el concepto que tienen de Cristo y, en esta ciudad, algo menos les hubiera costado su testimonio y hubiera traído desprecio a su Señor. Por lo menos, uno de ellos, Antipas, a quien Jesús llamó, "Mi testigo fiel" (la palabra testigo se deriva de la palabra martyr), fue martirizado. 


Jesús, benigno pero totalmente honesto

Jesús conoció sus hechos, pero también consideró la oposición. Él no pasa nada por alto. Es absolutamente fiel y maravillosamente benigno y considerado. Su fidelidad en medio del fuego de la situación maligna valía mucho delante del Señor, y les elogió por ella. El nombre de Jesús estaba seguro en la iglesia de Pérgamo. Esta era la buena noticia. 

Por otro lado, Él fue totalmente honesto con ellos, y así tenía que ser, para que despertaran a sus errores y se arrepintieran. Nadie hace un favor a otro y falla como amigo, si pasa por alto sus errores. Observa como, después de haberles elogiado, sigue la crítica. Mira como suaviza el golpe diciéndoles que lo que tenía contra ellos eran "unas pocas cosas". 

En aquel tiempo, estaba entrando en la iglesia una enseñanza que conducía a sus miembros hacia una transigencia doctrinal. ¡Tanto la doctrina como la teología, sí son importantes! No creas a nadie que te diga lo contrario. En primer lugar, Jesús reconoce la presencia de la doctrina de Balaam. El rey Balac de Moab utilizó a Balaam para que maldijera a Israel, pero Dios no se lo permitió. Al contrario, acabó profetizando maravillosamente sobre ellos. 

Sin embargo, la oferta de Balac tentó fuertemente a Balaam y éste la codició. Él concibió un plan que hizo que Dios manifestara su desaprobación contra Su pueblo. También enseñó a Balac el principio espiritual de la transigencia. Si los Israelitas podían ser convencidos para transigir con los moabitas, Dios mismo les juzgaría. El complot del enemigo cambió de ser una persecución a tentarles por medio de una infiltración. Las mujeres moabitas empezaban a entrar y a relacionarse con los hombres de Israel, y pronto hubo una gran plaga de fornicación entre ellos. Después, las mujeres invitaron a los Israelitas a sus fiestas idólatras, haciéndoles sucumbir a la idolatría. 

Como resultado, el juicio de Dios fue severo, enviando una plaga que mató a 24.000 idólatras. He estado estudiando el libro de Eclesiastés y, en el capítulo 10, versículo 1, Salomón ilustra como moscas muertas cambian el agradable olor del perfume en un mal olor. El nombre y la reputación profética de Balaam emitían un hedor horrible, y su nombre siempre ha estado asociado con la maldad en Israel y después en la iglesia. Hablando de las mujeres que tentaban a Israel, Moisés dijo: "Éstas fueron la causa de que los hijos de Israel, por el consejo de Balaam, fueron infieles al Señor" (Núm.31:16). Siglos después, el profeta Miqueas hizo que Israel recordara la perfidia de Balaam (Miq.6:5) y, aún más tarde, Nehemías habló de su obra maligna (Neh.13:2). 

En este último libro de la Biblia, el espíritu de Balaam todavía está activo, perturbando a la iglesia en Pérgamo y provocando la ira de Cristo contra Su pueblo. Como ya he dicho, Satanás cambió su estrategía; pasó de encabezar una persecución directa, a usar la misma táctica que inspiró a Balaam, ganando así ventaja sobre la iglesia. Las doctrinas de demonios influyeron a algunos maestros para que ellos esparcieran el cáncer de la transigencia. La biblioteca pagana, con toda su literatura de propaganda satánica y el culto a la sanidad de la serpeinte, enfocado en el cuerpo humano y dando así el mensaje, "ciertamente no moriréis" (Gé.3:4), están mezclados con la doctrina cristiana. Esta enseñanza abre la puerta a los mismos pecados que cometió Israel: inmoralidad sexual e idolatría (v.14). Los nicolaitas, por medio del autoritarismo y la manipulación, aplicaban una fuerte presión espiritual sobre la iglesia (v.15). 

Aquellos individuos que se involucraban en estas doctrinas, por supuesto, tenían que arrepentirse, pero toda la iglesia fue llamada al arrepentimiento porque toleraba estas enseñanzas. Al empezar Su mensaje, Jesús presentó Su espada de dos filos y, ahora, so no se arrepentían, dijo que la usaría contra ellos (v.16). El escritor del libro de Hebreos, después de enseñar contra la desobediencia, describió la espada del Señor: "La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón" (He.4:12). La palabra designada para revelarnos quien es Dios y para llevarnos a Su Cristo, también puede convertirse en una arma formidable, como no hay otro en la tierra. Es mejor ser abusado brutalmente por el mundo que transigir con él, atrayendo así juicio por la palabra de Cristo.

No todos en el cuerpo de creyentes en Pérgamo tenían un 'oído' de corazon, pero el que sí lo tenía, debía usarlo en ese momento. Tenía que tomar la decisión de conquistar y resisir la tendencia a transigir, pero todo por el poder y la sabiduría del Espíritu Santo. Así, podrá participar de las bendiciones escondidas y espirituales por medio de una relación con el Señor. Experimentará la realidad de un fuentre secreta de sustancia... "el maná escondido", que el Señor suple, y rehusará comer de las fiestas de idolatría pagana. Nadie puede enseñar a otro sobre tales cosas. En aquellos días, en los juicios, utilizaban piedras blancas y negras para decidir a favor o en contra. Jesús, directamente, da una piedra blance de aprobación al individuo vencedor, firmada con Su propio nombre, según el nuevo pacto, asegurándole la liberación de todas las fuentes de la vida antigua (v.17). En el próximo capítulo, versículo 12, Cristo añade: "Escribiré sobre él el nombre de mi Dios". Así, el creyente puede decir, como Pablo: "Yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día" (2 T.1:12). 

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El emperador Constantino
Yo creo que la edad de transigencia con el mundo en la historia de la iglesia, representada por Pérgamos en nuestro estudio, empezó con Constantino. Antes de Constantino, la iglesia atravesó una grande persecución que produjo muchos mártires. Esta persecución venía de Roma y fue llevada a cabo por varios césares. Entre ellos fueron notables Calígula, Nerón, Aurelio y, finalmente, Diocleciano (284-305 d.C.). El último, dirigió la persecución final y más severa a los cristianos. Les ordenaba sacrificar a los dioses romanos, y si no lo hacían eran ejecutados. Diocleciano estaba rodeado de personas muy opuestas al cristianismo y proclamó, oficialmente, una persecución general en contra de ellos.

Después, Constantino fue emperador y reinó desde 306-337 d.C. Antes de ser reconocido oficialmente como césar, reinó en Europa Occidental. Vivió su vida como un pagano, pero fue bautizado antes de morir. Sin embargo, muchos años antes, había declarado la tolerancia a favor de los cristianos y tomado pasos para popularizar la iglesia. Eso hizo más daño que cualquier persecución. Empezó a promocionar la iglesia y a construir sus edificios. Entonces ambas, la Iglesia Católico Romana y la Iglesia Ortodoxa, le beatificaron. Verdaderos cristianos dudan de su entendimiento de la fe y de su conversión personal. Cerca del año 313 d.C., él profesó haber tenido una visión de la cruz y haber escuchado una voz diciendo: "Por esta señal, tú vercerás."

Constantino quiso unificar el Imperio Romano uniendo a la iglesia, que había sido drásticamente dividida por la herejía arriana (secta que negaba la divinidad de Cristo y la esencia de la trinidad). Él ordenó un concilio en Nicea, estableciendo el credo niceno que, hasta la fecha, define lo que es la fe cristiana. Desafió la false fe arriana y declaró claramente la divinidad de Cristo: "Creo en un solo Señor, Jesucristo, engendrado del Padre, el unigénito del Padre, de la misma naturaleza del Padre, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado; por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombre y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado, y resucitó al tercer día, subió al cielo; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos". En este concilio, el término trinidad y la defensa de la misma, fueron establecidas, aunque la doctrina misma es enseñada claramente en toda la Biblia, y fue defendida por Tertuliano en la primera parte del siglo III. 

Las herejías aumentaron drásticamente, debido a la legalización del cristianismo, ya que atraía a muchos paganos a la iglesia. el propóstio principal de Constantino en el concilio niceno fue su preocupación por la unidad, aunque su edicto de 313 d.C. (la legalización del cristianismo) fue la razón básica de la desunión. De todos modos, el concilio hizo un gran favor a los cristianos al establecer el credo. Dejó claro a todos que, los que no guardasen estas doctrinas básicas, eran herejes. Y así permanece hasta la fecha. 

Aunque todavía no se habían formado la Iglesia Católico Romana ni la Iglesia Ortodoxa del oriente, Constantino había puesto los fundamentos. La iglesia se hizo rica y poderosa, y hombres impíos tuvieron posiciones en su liderazgo. La idea del post-milenialismo empezó a formarse en este tiempo, ya que, debido a la libertad religiosa, parecía que la iglesia podía traer el Reino de Dios a la tierra. Relacionada al post-milenialismo estaba la Teoría del Reemplazamiento, basada en el reemplazo del Israel literal por la iglesia.

El error de Constantino fue masivo, probablemente uno de los más serios que haya acontecido en toda la historia de la iglesia. Yo creo que Jesús estaba pensando en el futuro al hablar de la planta de mostaza que se hizo un gran árbol. También profetizó acerca de la levadura introducida en la masa, causando que el pan se hinchara de forma artificial. La iglesia, por el significado de su propio nombre, es el cuerpo de los “llamados aparte” del mundo, sin embargo, desde entonces, se unió con él, haciéndose enemiga de Dios.

Algunos piensan que el periodo de Pérgamo en la historia de la iglesia terminó entre la mitad del siglo VI y la primera parte del VII. En 538 d.C., el Emperador Justiniano decretó el cristianismo como la religión oficial del Imperio Romano, uniendo la iglesia con el estado. Bonifacio III, por decreto imperial, fue declarado obispo universal sobre todas las iglesias en el año 606 d.C., sentándose con Satanás sobre el trono papal. El periodo de Pérgamo en la historia eclesiástica abre el camino a la época de Tiatira, cuando el Catolicismo Romano nace formalmente.



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