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Lowell Brueckner

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El día del Señor

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“Estando en espíritu en el día del Señor”  Apocalipsis 1:10

Temprano, el primer día de la semana
Permitidme empezar este estudio, compartiendo las observaciones de algunos que considero los mejores comentaristas. Yo refiero constantemente a su material. Primeramente quisiera que vierais la unanimidad de sus puntos de vista sobre la declaración de Juan, hablando del día del Señor, el versículo que estamos citando al principiar. Además puedo dar la traducción de la Biblia Textual que tengo delante: “Y estando en espíritu en el día dominical”, con la anotación: “Griego kuriake amera = día dominical. Esto es, el primer día de la semana.” Os estoy presentando la información sin ninguna aplicación. Os la dejaré en vuestras manos y a vosotros en las manos del Señor.

Barnes:
En el día del Señor – Las palabras ofrecidas aquí como “del Señor” (kuriake), ocurren solamente aquí y en 1 Co.11:20, donde se aplican a la cena del Señor. Significa apropiadamente “perteneciente al Señor”; y, en cuanto de esta palabra, puede significar un día “perteneciente al Señor”, en cualquier sentido, o por cualquier razón; porque Él lo reclamó como Suyo, y lo había apartado para Su propio servicio, o porque fue designado para conmemorar algún evento importante perteneciente a Él, o porque fue observado honrándole. Es claro:
1)      Que este refiere a algún día que fue distinto de todos los otros días de la semana que sería designado suficientemente al usar este término.
2)      Que fue un día que, por alguna razón, fue reconocido especialmente como un día del Señor, o consagrado especialmente a Él.
3)      También parece que fue un día consagrado especialmente al Señor Jesús; porque este es el significado natural de la palabra “Señor”, utilizada en el Nuevo Testamento;


El término fue usado en general por los cristianos primitivos, denotando el primer día de la semana. Ocurre dos veces en la epístola de Ignacio a los Magnesianos (más o menos 101 d.C.), quien llama el día del Señor “la reina y el príncipe de todos los días”. Chrysostom (347-407 d.C.) sobre el Salmo 119 dice, “Fue llamado el día del Señor, porque el Señor se levantó de los muertos aquel día.” Padres más tarde hicieron una distinción clara entre “el Sábado” y “el día del Señor”, significando por el primero “el Sábado” judaico, o el séptimo día de la semana, y por el último, el primer día de la semana, guardado santo por los cristianos. Así Teodoret (393-457 d.C.) hablando de los Ebionitos dice, “Ellos guardan el Sábado según la ley judaica, y santifican el día del Señor como nosotros”. Lo que es lo más probable es que el nombre fue dado al día, honrando el Señor Jesús, y porque se levantó de los muertos aquel día. Nadie puede dudar que fuera un título dado al primer día de la semana; por eso el pasaje comprueba:

1) que el día, desde el tiempo más temprano, distinguido en alguna manera especial, para que, solamente al mencionarlo, sería suficiente identificarlo en las mentes de aquellos a quienes el apóstol escribió.
2) que, en algún sentido, fue reconocido como consagrado al Señor Jesús, o que fue designado para conmemorar lo que había hecho, y
3) que, si ese libro fue escrito por el apóstol Juan, observar aquel día tiene la autorización apostólica. Él, evidentemente, de acuerdo con una costumbre prevaleciente, dedicó ese día en honor del Señor Jesús. Aunque estuvo solo, en ese día fue ocupado en actos de devoción. Aunque estuvo lejos de algún santuario, él se gozó lo que todos los cristianos esperan gozar en tal día de descanso, y lo que no pocos de hecho se gozan al observarlo. También en esta declaración, podemos notar:

a) que fuera del santuario y privado de sus privilegios, debemos de todos modos no fallar en observar el sábado cristiano. (anotación: Los antiguos escritores referían a domingo como el sábado cristiano) Si estamos en la cama por alguna enfermedad, si estamos en una tierra de extranjeros, si sobre el mar, si en un clima extranjero, si sobre una isla solitaria, como Juan, donde no tenemos algún ventaja de adoración publica, siempre debemos honrar al sábado. Debemos adorar a Dios estando solos, si no tenemos quienes se junten con nosotros; debemos demostrarlo a ellos en nuestro rededor, si estamos con extranjeros, por nuestra manera de vestir y nuestra conversación, por una manera devota y seria, por dejar a los labores, y por descansar de viajar, que nosotros reconocemos este día como apartado devotamente para Dios.

b) Podemos esperar, en tales circunstancias, que con una observancia devota del día, que Dios pudiera tener un encuentro con nosotros para bendecirnos. Fue en una isla solitaria, lejos del santuario y de la sociedad de amigos cristianos, que el Salvador tuvo un encuentro con “el discípulo amado”, y podemos confiar que nosotros experimentaremos lo mismo. Porque sobre tal isla desierta, en un bosque solitario, sobre el mar, o entre extranjeros en una tierra extranjera, es tan fácil que Él se encuentre con nosotros como en algún santuario, donde nos hemos acostumbrado adorar, rodeado de todos los privilegios de una tierra cristiana. Ningún hombre, afuera o dentro de su ambiente, entre amigos o extranjeros, gozándose de los privilegios del santuario, o privado de estos privilegios, ha guardado el sábado cristiano en una manera devota sin recibir provecho a su propio alma: y, al estar privado de los privilegios de adoración publica, las visitaciones del Salvador a su alma puede recompensar todas las privaciones. ¿Quién no quisiera estar abandonado a una isla como Patmos, si allí pudiera gozarse de una visión gloriosa del Redentor, como Juan recibió allí?

Clarke:
El día del Señor… El primer día de la semana, observado como el sábado cristiano, porque en ese día Jesucristo se levantó de los muertos: por eso fue llamado el día del Señor y tomó el lugar del sábado judaico en todo el mundo cristiano.

Henry:
3. El día y el tiempo en los cuales él tuvo esta visión: fue el día del Señor, el día que Cristo separó y guardó para sí mismo, como la comunión se llama la cena del Señor. Seguramente, no puede ser menos que el sábado cristiano, el primer día de la semana, para que fuese observado, recordando de la resurrección de Cristo. Que nosotros que le llamamos nuestro Señor le honremos en Su día, el día que ha hecho el Señor, en lo cual debemos gozarnos.

4. El estado en lo cual Juan estaba en ese día: Estando en el Espíritu. No estaba solamente en un rapto al recibir la visión, sino antes que la recibió; estaba en un estado serio, celestial, y espiritual, bajo las gratas influencias benditas del Espíritu de Dios. Dios normalmente prepara las almas de Su pueblo para recibir manifestaciones especiales de sí mismo por las influencias vivificantes y santificantes de Su buen Espíritu. Los que quieren gozar la comunión con Dios en el día del Señor deben intentar de abstenerse de los pensamientos y afecciones de la carne y de cosas carnales, y estar totalmente ocupados con las cosas de una naturaleza espiritual.

JFB
…en el día del Señor… Aunque esforzadamente separado de la comunión de la iglesia y sus hermanos en el santuario en el día del Señor, la conmemoración semanal de la resurrección, Juan tenía comunión espiritual con ellos. Este fue la primera vez que fue usado el término, “el día del Señor”. Sin embargo la consagración del día para adorar, dar dádivas, y para “la cena del Señor”, es implicado en los Hechos 20:7; 1 Co.16:2 (compara con John 20:19-26). El nombre corresponde con “La cena del Señor” (1 Co.11:20). Parece que Ignacio refiere al “día del Señor (Epístola a los magnesianos, 9) y Irenaeus (en la primera parte del Tercer Siglo… a.C. 202, Quaest ad Orthod, 115). Justin Martyr (100-165 a.C., Apology, 2.98), etc., “En el domingo tenemos nuestra reunión unida; porque fue en el primer día de la semana, en el cual Dios, habiendo quitado las tinieblas y el caos, hizo el mundo, y Jesucristo nuestro Salvador se levantó de la muerte. En el día antes del sábado le crucificaron, y en el día después del sábado, que es el domingo, habiendo aparecido a Sus apóstoles y discípulos, les enseñó estas cosas”. Obviamente refiriendo al día del Señor, Pliny (Epistles, libro X, p.97), “Los cristianos en un día fijado antes de la madrugada se reúnen y cantan un himno a Cristo como Dios”, etc. Tertullian (160-220, The Chaplet, 3), “En el día del Señor, nosotros lo vemos incorrecto ayunar”. Melito, obispo de Sardis (2º Siglo), escribió un libro sobre el día del Señor (Eusebius 4.26). También, Dionysius de Corinto, en Eusebius (Historia eclesiástica 4.23, 8). Clemente de Alexandria (Miscellanies, 5. Y 7.12); Origen (contra Celsus, 8.22). La teoría que el día del Señor significa el día de la Segunda Venida, no puede ser comprobada. (anotación: aunque en español es igual)… es diferente en la forma del lenguaje griego (la forma de una es posesiva y de la otra es adjetiva), y uno siempre significa nuestro domingo.

“Uno ciertamente considera un día superior a otro día; pero otro considera igual todo día. Cado uno esté plenamente convencido en su propia mente.” Romanos.14:5

Como este es el texto normalmente citado en los argumentos contra el domingo, como un día especial, apartado para el Señor, vamos a ver de nuevo los puntos de vista de los comentaristas.

Barnes:
“Uno considera… griego krinei, “juzga”. La palabra aquí es correctamente traducido “considera”: Compara Hch.13:46; 16:15. La palabra originalmente dio la idea de “separar” y “discernir”, en el hecho de juzgar. La expresión significa que uno dará un valor más alto de un día, más que los otros, o lo considerará más sagrado que otros. Esto fue el caso con los judíos en general que consideraba especialmente más sagrados los días de sus festivales, ayunos y sábados, y que mantenían a un alto grado sus ideas anteriores, aun cuando se convirtieron al cristianismo.

Igual todo día… La palabra “igual” ocurre en algunas traducciones (anotación: como el RV 1960), pero no está en el griego original, y puede sugerir una idea que el apóstol no quiso proponer. El pasaje significa que él considera “cada día” como consagrado al Señor (Ro.14:6). La cuestión provoca a algunos preguntar si el apóstol no intenta también incluir el sábado cristiano. ¿Quiere decir que es “indiferente” si observamos ese día, o si lo podemos usar para los negocios o diversiones ordinarios? Es una pregunta muy importante sobre el día del Señor. 

Otro “considera”… “Otro” significa el cristiano “gentil”. Como no ha sido criado entre las costumbres judías, y porque ellos no han digerido sus opiniones y prejuicios, no estimaría estos días con la misma reverencia especial. Al señalar estos días, está refiriendo especialmente “a los judíos”. Fueron mandados guardar sus días como un pueblo apartado, y también para preparar la nación para la “realidad”, de la cual los ritos eran solamente una sombra. Cuando vino el Mesías, la Pascua, la Fiesta de Tabernáculos, y los otros festivales especiales de los judíos, por supuesto, se desaparecieron, y es perfectamente claro que los apóstoles nunca quisieron esforzar sus observancias sobre los gentiles convertidos.

Es claro por las siguientes consideraciones que el apóstol no quiso decir que fue indiferente, si el día fuese guardado como santo, o designado a los negocios o diversiones. 1) La discusión refería solamente a las costumbres especiales de los judíos, a los ritos y costumbres que ellos intentarían imponer sobre los gentiles, y no a cualquier cuestión que tenía que ver con cristianos, como cristianos. Tenía que ver con “alimentos” y observancias entre los judíos, y a sus normas sobre las carnes ofrecidas a los ídolos, etc. No hay ninguna razón suponer que el tema del día de Señor es introducido por Pablo aquí; sería igual suponer que estaría avanzando principios contra el bautismo o la cena del Señor.
2) “El día del Señor” sin duda fue observado por todos los cristianos de igual manera, convertidos de entre los judíos o de los gentiles (1 Co.16:2; Hch.20:7; Apoc.1:10). Observar ese día nunca fue un asunto de controversia. La única cuestión tenía que ver con añadir a ese día, la observancia de los sábados judaicos, y sus días festivos y ayunos.
3) Expresadamente dice el texto que él que no hace caso al día, para el Señor no lo hace… por honrar a Dios no lo hacía caso. Lo hizo como asunto de respeto a Él y a Sus instituciones, para promocionar Su gloria, y avanzar a Su Reino. Los que no respetan al sábado cristiano ¿lo han hecho para honrar al Señor alguna vez? ¿Fue su meta alguna vez honrarle y avanzar en el conocimiento de Él, por desatender a Su día? ¿Quién no sabe que el sábado cristiano nunca ha sido desatendido o profanado con el deseo de glorificar el Señor Jesús, o para avanzar a Su Reino? No, los que lo desatienden lo hacen con el propósito avanzar los negocios, la ganancia, la guerra, la diversión, la disipación, hacer visitas y cometer crímenes. Pero cuando el corazón se llena con un deseo sincero de “honrar al Señor Jesús”, el sábado cristiano será reverenciado y entregado a los propósitos de la piedad. Así que, si una persona quiere argumentar que “este pasaje” es una excusa para profanar el sábado, y utilizarlo para el placer o la ganancia, que cite el pasaje “exactamente como es”, sea “que desatienda el sábado con un deseo de conciencia para honrar a Jesucristo”. Si este no sea su motivo, el pasaje no le sirve, y uno que quebranta el sábado nunca fue influenciado por tal motivo.

Clarke
“Uno ciertamente considera un día superior a otro día… Posiblemente la palabra día (en griego) es usado aquí para denotar un tiempo, un festival y tales cosas, porque es usada así muchas veces. Aquí está refiriendo a las instituciones judaicas y especialmente sus festivales; como la Pascua, el Pentecostés, La fiesta de Tabernáculos, Nueva Luna, el Jubileo, etc. El judío convertido todavía pensaba que tenía una obligación moral de guardarlos; el cristiano gentil por no haber sido criado de esta manera, no tuvo prejuicios. Y como los instrumentos humanos que le trajo al conocimiento de Dios no le dieron tales obligaciones, como consecuencia no les pagó ningún respeto religioso.

Otro… El gentil convertido considera todo día… considera que todo tiempo es del Señor, y que cada día debe ser consagrado a la gloria de Dios; y que estos festivales no le tiene atado.

Añadimos “igual” y hacemos que el texto dice algo que no fue la intención del apóstol, sea que no hay distinción de días, ni el sábado; y que cada cristiano tiene la libertad de juzgar si  aún este día sea santo o no, como fuera convencido en su propia mente.

Henry
Ro. 14:6 “El que tiene en estima el día…” El que tiene su conciencia obligada observar los ayunos y festivales judaicos, sin imponerlos sobre otros, ni poniendo énfasis sobre ello, sino que quiere estar seguro de no estar fallando, pensando que no hace daño en descansar de sus labores terrenales y adorar a Dios en esos días… que esto está bien. (anotación: Henry no comenta más, pero también comentando sobre Apocalipsis 1:10, él observa que “el día del Señor” es un día apartado para Dios, y como otros, ve que Pablo refiere a los días festivos de los judíos.)

JFB
“Uno, ciertamente, considera un día superior a otro día; pero otro considera todo día”… El suplemento “igual” debe ser quitado, porque daña el sentido.
Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente… sea dirigido por sus convicciones de consciencia en tales cosas.

Wesley
Ro. 14:5
Un día superior a otro día… como nuevas lunas y otros festivales judaicos. Que cada uno sea plenamente persuadido… persuadido que es legal, antes que lo hace.

……………..

No cabe duda que hay en los Evangelios un énfasis dado sobre el hecho que la resurrección de Cristo tomó lugar en el primer día de la semana (Jn.20:1), y el hecho que Él tuvo encuentros con sus discípulos subsecuentemente en el primer día de la semana (Jn.10:19, 26). Siete semanas después, el día de pentecostés tuvo lugar en el primer día de la semana. Leemos, mientras que la iglesia siguió formándose en el primer siglo, que el primer día de la semana fue para los primeros cristianos su día normal de reunirse (Hch.20:7; 1 Co.16:2); pienso ciertamente que fue para honrar a Su resurrección. Creo también que ellos concluyeron, por las apariencias de Jesús y también por el pentecostés, que Él había elegido ese primer día para que ellos refrescaran sus almas, poniendo la atención concentradamente en Él y Sus propósitos (contrastado a los judíos, que tuvieron como especial el último día de la semana). La observancia cristiana corresponde con el mandamiento del Señor, “Buscad primeramente el Reino d Dios.” La práctica continuó en el segundo siglo, y también en el 3º, 4º, 5º, como hemos observado, y así por toda la historia de la iglesia.

No es nada difícil también observar que este honor especial a Cristo ha sido desafiado por el diablo, quien ha tenido éxito en remover todo lo que los primeros cristianos hallaron sagrado en aquel día. En algunos calendarios europeos, el domingo ha sido cambiado de sitio, al último día de la semana. Yo me acuerdo en mi juventud, cuando el domingo cayó frente al comercialismo, mientras los cristianos lucharon contra esta tendencia. Cuando primeramente mudamos a Alemania, vimos a todas las tiendas cerradas en el domingo. ¡Que refrescante era, ni tener que pensar sobre comprar algo o hacer algún negocio! Pudimos concentrar totalmente en las cosas de Dios y preparar nuestra alma para la semana venidera.


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