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Las diapositivas de mi padre

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(pulsa las fotos para hacerlas grandes)

En verano compré un aparato en el internet que convierte las diapositivas a fotos digitales. La primera razón porque lo quería tener fue para conservar la colección de diapositivas de mi padre, tomadas de su obra entre los nativos americanos. Algunas de ellas ya fueron destruidas sobre los años por la humedad.

En el año 1950, más o menos, un joven ciego, nombrado Norman, dio a mi padre una cámara de 35 mm. y un proyector específicamente para  demostrar visualmente la obra en que estaba involucrada. Norman es uno de los héroes desconocidos de la fe que encontrarás en el cielo. Tenía 18 años en ese tiempo y sacaba las más altas calificaciones en la universidad de Wisconsin. Me acuerdo cuando quedó en nuestra casa por un tiempo y la memoria que queda en mi mente es de Norman, leyendo su Biblia braille en nuestra sala de estar. Tengo que buscar una diapositiva que mi padre tomó de él, sentado sobre el fundamento de una iglesia que papá edificó en Oneida, Wisconsin. Espero que sea todavía en buenas condiciones. Fue por Norman que tenemos las diapositivas a la disposición.

La señora Christen y su hija
Sí, tengo una diapositiva de una heroína desconocida… la señora Christen. En los años 1930, mis padres,  que jamás habían escuchado el evangelio, mudaron a otra vecindad y tenían a los Christen de vecinos. Observaban alguna distinción notable en ese matrimonio, algo en sus mismas personas, más allá de lo que ellos decían o hacían. Por medio de ellos mis padres llegaron a conocer al Señor en 1935. Algunos de vosotros lo saben, por haber leído mi libro, Lo que palparon nuestras manos. Ninguna diapositiva que valdría la pena hubiera sido tomada por mi padre si no fuera por los Christens. Mi padre llegó estar entre los nativos americanos como misionero. Estoy muy alegre que pueda compartirlas con vosotros.


fija en las marcas en la columna central
Aquí está mi padre en una diapositiva tomada en 1955, cuando llegó a Mokahum Indian Bible School como el director (La escuela bíblica para nativos Mokahum… Mokahum significa amanecer). Notarás que está marcando sobre una hoja que es un record personal de la lectura de la Biblia. Ya que tengo una colección de 85 de sus récords, estuve repasándolas y comparándolas con la copia un poco borrosa sobre su escritorio.   Encontré esta, con lo cual en junio de 1954, él empezó su 14ª jornada por toda la palabra de Dios. Comprobé que es la misma que está en la diapositiva. Mi hermano, Clarence, tiene el número 86… 86 veces leyó mi padre la Biblia entera, desde que empezó a marcar los récords en 1945 hasta el día que murió.

Presento unos pocos ejemplos de diapositivas tomadas de las personas que mi padre llamaba, “Mi amada gente india”. Les amó y ellos le amaban. Ganó muchos para el Señor que fueron fieles y leales en la fe. Un buen número entraron en el ministerio. Esos no fueron entre los que rezan “la oración del pecador” un día y el siguiente día se encuentran borrachos en la calle. Verás estas personas en el cielo.

... como, por ejemplo Clyde Este.
Cuento la historia de Clyde en el libro ya mencionado en el capítulo 8, empezando en la página 78. La mayor parte del libro habla de la vida y ministerio de mi padre. Clyde no pudo dormir, después de haber oído a papá predicar, así que a las 4:30 de la madrugada, fue a la casa donde mi papá dormía y tuvo un encuentro con el Señor. No sólo Clyde, sino toda su familia se entregaron al Señor y entraron en el ministerio. Oí de mi hija y yerno, quienes están sirviendo al Señor en un Mokahum nuevamente restaurado, que una de las hijas de Clyde, con unos sesenta años de edad, graduó hace un par de años de la escuela.
 
Andy Bush, era un evangelista nativo. Él vino a ver a mi padre, mientras que estuvo trabajando en un garaje sin calefacción en pleno invierno. En un día cuando la temperatura bajó a -40 grados, se arrodillaron ambos en el suelo, y el corazón de Andy ardía. Tiene en la mano el Nuevo Testamento que papá le dio en esa ocasión. Lee la historia en la página 79 del mismo capítulo.

Bien, apenas empiezo contar una historia que sigue desarrollándose. Probablemente con el tiempo os mostraré más fotos, convertidas de diapositivas antiguas en este blog. De hecho, hijos de personas convertidas entre 1935 y 1983  están siguiendo al camino marcado por sus padres que hallaron la realidad espiritual por medio del ministerio de un hombre sencillo, que apenas terminó seis años del colegio. Como fue el caso del gran apóstol, el llamamiento de este hombre fue de Dios y no de los hombres.







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