Spurgeon, Ryle y los judíos
Quiero presentaros un
estudio importante para nuestros tiempos, utilizando las palabras de dos de las
más importantes y respetadas figuras del siglo XIX, C. H. Spurgeon, un
predicador Bautista, y J. C. Ryle, un obispo en la Iglesia de Inglaterra. He
obtenido el material de dos fuentes: Lo de Spurgeon, de Dennis Swanson de
Master´s Seminary, y lo de J. C. Ryle, de Middletown Bible Church. Mi propósito
es citar directamente a estos dos hombres, no los comentarios añadidos por las
fuentes mencionadas.
Nuestra meta será ver el
punto de vista de Spurgeon y Ryle, sobre el retorno de los judíos a su Tierra
Prometida. Éste, es un asunto extremamente importante para nuestros días,
porque Israel fue reestablecida como una nación soberana en 1948, cumpliendo así
profecías habladas 2.400-2.700 años antes. La evidencia más grande de que
estamos en los últimos tiempos, lo que distinge estos tiempos de otros, en los
que los cristianos pensaban que estaban en los últimos tiempos, es que los
judios han vuelto a su tierra e Israel es una nación soberana. Podemos estar
seguros que la venida de Cristo para reinar sobre la tierra está cerca.
Spurgeon y Ryle eran
contemporáneos, ambos ingleses, y murieron cerca del comienzo del movimiento Sionista,
que tenía que ver con el regreso de los judíos a Palestina desde todas partes del
mundo. Sin comentar más, vamos a permitir que Charles Spurgeon nos relate su
opinión sobre el rapto pre-milenario de la iglesia, y después, sobre las dos resurrecciones,
una de los justos y otra de los injustos. Además, necesariamente, tanto
Spurgeon como Ryle nos hablarán de la interpretación literal de la profecía
bíblica.
Spurgeon:
“Si yo leo correctamente la
Palabra (y es honesto admitir que hay mucho campo para diferentes opiniones),
el día vendrá, cuando el Señor Jesús descenderá desde el cielo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con la voz de Dios. Algunos piensan que el
descenso del Señor será post-milenario… es decir, después de mil años de su
reinado. Yo no puedo pensar así. Yo concluyo que el advenimiento será
pre-milenario; que Él vendrá, primeramente; entonces el milenio seguirá como
resultado de su reino personal sobre la tierra”.
“Pablo no pinta el futuro de
color de rosa; no es un profeta meloso de una edad dorada, en la cual esta
tierra puede imaginarse brillante. Hay hermanos optimistas que esperan que todo
irá siempre mejor, mejor y mejor, hasta que, por fin, esta edad presente se
transforme en un milenio. Éstos, no van a poder sostener sus esperanzas, porque
la Escritura no les da una base sólida sobre la que descansar. Nosotros, los
que creemos que no puede haber un reinado milenario sin el Rey, y que no
esperamos un reinado de justicia sin que antes aparezca el Señor justo, estamos
más cerca del blanco. Aparte del segundo Advenimiento de nuestro Señor, es más
probable que el mundo se hunda en el caos antes de que pueda terminar en un
milenio. Una intervención divina me parece ser la esperanza puesta delante de
nosotros en la Escritura, y seguramente es la única esperanza adecuada para la
situación. Miramos adelante hacia unas crecientes tinieblas; el estado del ser
humano, aunque mejora políticamente, espiritualmente irá de mal en peor”.
La resurrección del justo, separada de la del injusto:
“Esperamos a un Cristo
reinando sobre la tierra; esto nos parece ser tan claro y escrito tan
literalmente que no nos atreveremos a espiritualizarlo: Anticipamos una primera
y una segunda resurrección; la primera resurrección será la de los justos, y la
segunda resurrección la de los impiadosos, que serán juzgados, condenados y
castigados para siempre por la sentencia dictada por el gran Rey”.
“Quizás hayas imaginado que todos
los hombres se levantarán en el mismo momento; que la trompeta del arcángel
abrirá todas las tumbas al mismo instante y sonará en el oído de cada durmiente
en el mismo momento. Yo no creo que así sea el testimonio de la palabra de
Dios. Yo pienso que la Palabra de Dios enseña, y lo enseña indiscutiblemente,
que los santos se levantarán primero… Sólo quiero proclamar el hecho de que hay
dos resurrecciones, una de los justos, y después otra de los injustos… un
tiempo cuando los santos de Dios se levantarán, y otro tiempo en el que los
malvados se levantarán para la resurrección de la condenación.”.
Ahora veremos la
posición de Spurgeon sobre el retorno de los judíos a su tierra. Cada párrafo
fue predicado en diferentes ocasiones:
“Habrá un gobierno nativo
otra vez, un cuerpo político, un estado y un rey, gobernando. El pueblo de Israel
ahora está alejado de su propia tierra. Sus hijos, aunque nunca pueden olvidarse
del polvo sagrado de Palestina, sin embargo, mueren desesperadamente alejados
de sus orillas sagradas. Pero no será así siempre, porque sus hijos, una vez
más, se regocijarán en ella: Su tierra se llamará Beula, porque como un joven
se casa con una virgen, así sus hijos se casarán con ella. ‘Te pondrá en tu
propia tierra’ es la promesa de Dios para ellos… Tendrán una prosperidad
nacional que les hará famosos; tanto, que Egipto, Tiro, Grecia y Roma olvidarán
su gloria, por el gran esplendor del trono de David… Si hay algo que es claro y
evidente, es el significado literal y el sentido de este pasaje (Ezequiel 37:1-10),
un significado que no puede ser quitado o espiritualizado… es evidente que tanto
las dos tribus como las diez tribus de Israel, serán restauradas en su propia
tierra, y un rey gobernará sobre ellas”.
“Es ciertísimo que los
judíos, como un solo pueblo, poseerán a Jesús de Nazaret, el Hijo de David,
como su Rey, y volverán a su propia tierra, y edificarán las antiguas ruinas, y
levantarán las antiguas desolaciones, y repararán las antiguas ciudades, las
desolaciones de muchas generaciones”.
“La hora se aproxima, cuando
las tribus irán a su propia patria; cuando Judea, que por tanto tiempo ha sido
un desierto seco y vacío, florecerá de nuevo como una rosa; cuando, si el
templo mismo no es restaurado, sin embargo, sobre el monte de Sion será
edificado algún edificio cristiano, donde las salmodias serán escuchadas como lo
fueron los Salmos de David en el tabernáculo… Yo creo que no damos suficiente
importancia a la restauración de los judíos. No meditamos suficientemente en
ella. Si hay algo que la Biblia promete, con seguridad, ¡es esto! Imagino que
no puedes leer la Biblia sin ver claramente que habrá una restauración
verdadera de los hijos de Israel… porque cuando los judíos sean restaurados, el
tiempo de los gentiles habrá terminado, y tan pronto como vuelvan, Jesús vendrá
gloriosamente sobre el monte Sion con sus ancianos, y amanecerán los días
felices del milenio, cuando toda la humanidad vivirá en amistad y hermandad. Cristo
gobernará con poder universal”.
“Si leemos correctamente las
Escrituras, reconoceremos cómo los judíos tienen mucho que ver con la historia
de este mundo. Serán recogidos; el Mesías vendrá, el Mesías que han estado
esperando, el mismo Mesías que vino una vez, vendrá de nuevo. Vendrá como ellos
le esperaban la primera vez. Ellos pensaban que vendría como un príncipe para
reinar sobre ellos, y así será cuando venga de nuevo. Vendrá como Rey de los
Judíos y reinará gloriosamente sobre Su pueblo; porque cuando venga, tanto el
judío como el gentil tendrán los mismos privilegios, aunque la familia real, de
la cual nació Jesús, tendrá una distinción especial; porque Él se sentará sobre
el trono de Su padre David, y a Él serán reunidas todas las naciones… Puede que
haya, en ese periodo, ciertas asambleas solemnes y días de sábado, pero no serán
como los que conocemos ahora”.
Spurgeon enseñó que las interpretaciones literales deben ser siempre
la manera preferida de ver a la Escritura:
“El primer sentido del
pasaje nunca debe ser ahogado en el desarrollo de tu imaginación; tienes que
permitir que tenga la prioridad y que sea claramente declarado. Para acomodarlo
a tus pensamientos nunca debes quitar el sentido original y nativo, ni dejarlo como
trasfondo.”
Un visitante que acudió al despacho de Spurgeon comentó:
“Me sorprendí, en el principio, al ver que el Señor Spurgeon
consultó con los textos hebreos y griegos. ‘La gente dice’, comentó él, ‘que
soy ignorante y sin letras. Bien, dejad que lo digan; y que, en todo, tanto por
mi ignorancia como por mi conocimiento, sea Dios glorificado’. Su exegesis
raramente fue incorrecto. No escatimó esfuerzos para asegurarse de que el
sentido del texto fuera exacto”.
Quiero utilizar un
comentario de Dennis Swanson: “Spurgeon mismo, interpretaba el texto y tomaba las promesas
literalmente, y así las utilizaba en su vida de oración personal y en sus
predicaciones. Rehusó usar una interpretación “espiritualizada” que negaría o complicaría
lo que él vio como una enseñanza clara del texto. De hecho, una vez regañó a un
comentarista famoso por espiritualizar la resurrección, en Apocalipsis 20. “¿Podría
alguna persona interpretar este pasaje tan raramente como lo estás haciendo tú,
a menos que tenga prejuicios o esté defendiendo su propio punto de vista?”
Ryle:
“Yo creo que los judíos al final serán recogidos otra vez como
una nación aparte, restaurados a su propia tierra, y convertidos a la fe de
Cristo, después de pasar por la gran tribulación (Jer.30:10-11; 31:10; Ro.11:25-26;
Dan.12:1; Zac.13:8-9)”.
“Cristo vendrá otra vez a este mundo con poder y gran gloria;
tomará para sí mismo Su gran poder y reinará, estableciendo un reino universal.
Recogerá a las tribus dispersadas de Israel y las pondrá una vez más en su
propia tierra… Tan literalmente como entró en Jerusalén en un pollino, como fue
vendido por 30 piezas de plata, como Sus manos y pies fueron traspasados, como
fue contado con los transgresores y echaron suerte por su ropa, para que se
cumplieran todas aquellas Escrituras, también, literalmente, vendrá otra vez, levantará
Su reino y reinará sobre la tierra, porque la misma Escritura ha dicho que así
será (Hch.1:11; 3:19-21; Sal.102:16; Zac.14:5; (Is.24:23; Jer.30:3, 18;
Dan.7:13-14).”
“Yo os ruego que toméis de nuevo las Escrituras proféticas,
orando para no equivocaros al interpretar su sentido. Leedlas a la luz de las
dos grandes estrellas polares, el primero y segundo advenimiento de Jesucristo.
Atad al primer advenimiento el
rechazo de los judíos; el llamamiento de los gentiles; la predicación del
evangelio, como un testimonio al mundo; y apartar Su iglesia, uniendo a los
elegidos por la gracia. Atad al segundo
advenimiento la restauración de los judíos; el derramamiento del juicio sobre
‘cristianos’ que no creen; la conversión de los del mundo y el establecimiento
del reino de Cristo sobre la tierra”.
“Lector, aunque las dificultades que rodean
muchas partes de la profecía no cumplidas puedan ser grandes, hay dos puntos que
me parecen tan claros como si fueran escritos por un rayo de sol. Uno de estos
puntos es el segundo advenimiento personal del Señor Jesucristo antes del
Milenio. El otro, es la reunión futura y literal de la nación judía, y su
restauración a su propia tierra. Negar estos puntos es tan asombroso e
incomprensible a mi propia mente, como negar la divinidad de Cristo”.
J. C. Ryle también tenía algo que decir sobre la interpretación
literal de la profecía, según el sentido normal y natural del lenguaje:
“Yo creo que el sentido
literal de las profecías del Antiguo Testamento ha sido demasiado abandonado
por las iglesias, y sigue siendo demasiado abandonado hoy en día. Esto se debe al
sistema errado de espiritualizar y acomodar el lenguaje bíblico, por lo que,
demasiado a menudo, los cristianos han perdido completamente el significado”.
“Yo creo que hemos estipulado
un hábito, arbitrario e imprudente, de interpretar los textos sobre el primer
advenimiento literalmente y los
textos sobre el segundo advenimiento espiritualmente.
Yo creo que no hemos entendido “todo lo que han dicho los profetas” sobre
el segundo y personal advenimiento de Cristo, de igual manera que el judío no
entendió el primero.”
Ryle imagina una conversación entre un cristiano y un judío. El
cristiano intenta mostrar que Jesús cumplió literalmente las profecías del
Antiguo Testamento en el primer advenimiento de Cristo:
“Pero, supongamos que el
judío te pregunta si tomas todas las
profecías del Antiguo Testamento con un significado sencillo y literal.
Supongamos que te pregunta si crees en un advenimiento literal y personal del
Mesías para reinar sobre la tierra en gloria, una restauración literal de Judá
e Israel a Palestina, una restauración y re-construcción de Sion y Jerusalén.
Supongamos que el judío inconverso te hace estas preguntas… ¿qué respuesta
estás preparado para darle? ¿Te atreverás a decirle que ese tipo de profecías
del Antiguo Testamento, no las podemos tomar en un sentido literal y claro? ¿Te
atreverás a decirle que las palabras Sion, Jerusalén, Jacob, Judá, Efraín,
Israel, no significan lo que parece que significan, sino que significan la Iglesia de Cristo? ¿Te atreverás a decirle
que el glorioso reino y las bendiciones futuras de Sion, tan a menudo
prometidas en las profecías, no quieren decir más que una obra gradual de
cristianizar el mundo por medio de misioneros y la predicación del evangelio?
¿Te atreverás a decirle que tú piensas que es mentalidad ‘carnal’ esperar la
re-edificación literal de Jerusalén y esperar el advenimiento literal del
Mesías para reinar? ¡Ah, lector, si tú tienes esta mentalidad, ten mucho
cuidado con lo que estás pensando! Te digo de nuevo, ¡ten cuidado!
“Ya es tiempo de que los
cristianos interpreten las profecías no cumplidas a la luz de las profecías ya
cumplidas. De la misma manera que las maldiciones sobre los judíos se llevaron
a cabo literalmente, también se llevarán a cabo sus bendiciones. La dispersión
fue literal; también lo será su reunión. El derrumbo de Sion fue literal;
también lo será su edificación. El rechazo de Israel fue literal; también lo será
su restauración”.
“Lo que yo refuto es el
hábito de hacer alegorías de las declaraciones claras de la Palabra de Dios sobre
la historia futura de la nación de
Israel, arrojando la plenitud de su contenido para poder acomodarlo a la
iglesia gentil. Yo creo que este hábito es injustificado y sin una base en la
Escritura, y lleva tras ello un tren largo de consecuencias malignas”.
“Cultiva el hábito de leer
la profecía con una intención singular de mantener el significado literal de
los nombres propios. Echa fuera la antigua idea tradicional de que Jacob,
Israel, Judá, Jerusalén y Sion, se refieren siempre a la Iglesia Gentil; que
las predicciones sobre el Segundo Advenimiento tenemos que espiritualizarlas, y
las predicciones del Primer Advenimiento tomarlas literalmente. Se justo, honesto
y constante. Si esperas que los judíos tomen Isaías 53 literalmente, asegúrate de
que tú estás tomando los capítulos 54, 60 y 62 también literalmente. Los
reformadores protestantes no eran perfectos. Me atrevo a decir que no estaban
tan incorrectos en ningún punto como en su interpretación de las profecías del
Antiguo Testamento”.
“El tiempo no permite citar
todos los pasajes de la Escritura en los cuales es revelada la historia futura
de Israel. Isaías, Jeremías, Ezequiel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Miqueas,
Sofonías y Zacarías, todos declaran la misma cosa. Todos predicen, más o menos
con detalles, que en el fin de esta dispensación, los judíos serán restaurados
a su propia tierra y al favor de su Dios. No digo que soy infalible en la
interpretación de las Escrituras en este asunto. Estoy muy consciente de que
muchos excelentes cristianos no ven el tema como yo. Sólo puedo decir que, a
mis ojos, la salvación futura de
Israel como un pueblo, su regreso a
Palestina y su conversión nacional a Dios, me parecen tan claramente revelados
como cualquier otra profecía en la Palabra de Dios.
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