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Lowell Brueckner

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3 – 9 mayo Meditaciones diarias

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Todavía en esta semana de meditaciones, no vamos a salir del Salmo 36. Espero que Dios habla a corazones por medio de ellas.


3 de Mayo Salmo 36:9

9. Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.

  Los hipócritas eluden descubrir sus aspectos negativos y no pueden comprender
a un Dios que ocasione mal, tinieblas y adversidad (fíjate en Job 2:10 e Is. 45:7).
Encuentran muy atractivas las perlas del paraíso, pero no sabiendo hacer buen
uso de ellas, las pisotean en una porquería de pensamientos torcidos. De esta
manera, vuelven a despedazar al que las lleva, de la misma manera que Caín hizo
con Abel y Saúl con David. Sin embargo, si hay un deseo por un cambio de
naturaleza, y voluntad para rendirse al ejército del cielo, la luz de Dios brillará
para transformarles en santos sinceros.
  La vida y la luz empiezan con una revelación del pecado y un
desenmascaramiento del pecador. Esta luz sigue brillando cuando uno ya es
creyente, y penetra en cada rendija de la personalidad. Un predicador de justicia,
como David, necesita la luz, para que su vida concuerde con sus palabras y para
darle el entendimiento y habilidad que necesita para tratar con sus semejantes.
La luz brilla, alumbrando también desde la tierra hacia el cielo, para que el cristiano
pueda ver las bendiciones en los lugares celestiales en Cristo Jesús.


4 de Mayo Salmo 36:7-9

7. ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres
    se amparan bajo la sombra de tus alas.
8. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás
    del torrente de tus delicias.
9. Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.

  Pidamos a Dios que nos dé luz para poder ver la herencia que pertenece a los
que han sido conquistados por el Capitán de la Salvación. Ellos han firmado un
convenio de paz y están de acuerdo en ser siervos por amor. Se amparan bajo
la sombra de Sus alas (v. 7) (fíjate en Ex. 21:5-6). Son llevados cautivos a la
ciudad celestial, y en este punto, los términos y el lenguaje humanos son
inadecuados. Traducir la gloria del cielo a lenguas humanas es una tarea imposible,
y tardaríamos una eternidad tratando de captar con nuestras mentes finitas las
maravillas que son comunes allí.
  “Serán completamente saciados de la grosura de tu casa”. Los videntes (Fíjate
bien en 1 S. 9:9 para ver el significado de vidente) luchan con nombres, adverbios
y adjetivos, esforzándose en describir lo que su espíritu ha visto y lo que solamente
a través del espíritu se puede comprender. Moisés mandó a los israelitas vaciar
sus cofres para abastecerse de material cubierto con oro, plata y colores brillantes,
como azul, púrpura y carmesí, con la idea de edificar un tabernáculo que reflejara
el templo que Dios le había revelado en el monte de Sinaí, pero fue insuficiente.
Cuando el oro y la plata eran tan abundantes como las piedras, Salomón edificó
a Dios una casa que llegó a ser una de las maravillas del mundo antiguo; pero
comparándola con el cielo, no era nada maravillosa. En el libro de Apocalipsis,
una puerta fue abierta para Juan a los lugares celestiales. ¡Bienaventuradas las
personas que estudian sus páginas, buscando la luz que viene de arriba! Es la
búsqueda más valiosa, porque ahí se encuentra la Fuente de Vida.


5 de Mayo Salmo 36:8-9

8. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás
    del torrente de tus delicias.
9. Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.

  Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia”. Aun en el sentido natural, no hay nada en la tierra que la gente
aprecie más que la vida. La abundancia de doctores, hospitales, laboratorios,
seguros y medidas de seguridad, son algunas de las pruebas. Los hombres intentan
prolongar, explicar y crear vida, pero parece que aun la vida terrenal es un misterio
para todos, menos para su Creador. Sin embargo, Jesús no estaba hablando de la
vida natural, sino de una vida que Él estaba introduciendo por medio de un nuevo
nacimiento, y afirmó que la daría en abundancia.
  Pablo habló de la herencia de Dios en los santos (Ef. 2:18), deseando que los
ojos de nuestro entendimiento fuesen abiertos para poder verla, ¡y qué vista
ofrece! La gente trabaja duramente todo el año para poder viajar y observar la
grandeza de la creación en la tierra, pero vale mucho más la pena meditar día y
noche examinando las riquezas acerca de las cuales escribió Pablo. Pedro dijo
que profetas y ángeles desean verlas, pero Jesús también añadió reyes. ¡Tiene
que ser algo sorprendente y asombroso! Pablo describió una gloria que procede
de la herencia, que quiere decir, un brillo de calidad indefinible. El Espíritu anhela
que nosotros descubramos algo tan sumamente atractivo en el Reino de Dios.


6 de Mayo Salmo 36:8
8. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás
    del torrente de tus delicias.

  De este versículo, proseguimos a otro semejante en Efesios 3:20. Pablo nos
explica que Dios, al contestar la oración, excede a lo que nuestras palabras y
pensamientos pueden expresar; nos dice que Él es “poderoso para hacer todas
las cosas más de lo que pedimos o entendemos”. Nuestras mentes finitas y palabras
torpes son muy limitadas, pero gracias a Dios, que siempre nos eleva más allá
de nuestras limitaciones humanas. Pablo incluye todavía otra palabra más en
su frase: abundantemente. Dios no solamente nos da más de lo que anhelamos,
sino que lo hace como si fuera un torrente de agua, como los granos de arena
en la orilla del mar, y como las estrellas del cielo en multitud. Pero esto aún no
es suficiente y Pablo añade la palabra mucho. Pensando en lo que quiere decir
mucho más abundantemente, quedamos pasmados, porque estamos intentando
tocar el infinito. ¿Qué género de gozo será “gozo inefable y lleno de gloria”?
¿Qué amor será el que “excede a todo conocimiento”? Todas estas expresiones
son intentos de describir lo que sólo puede ser transmitido con una percepción
celestial.
  En el texto, el salmista habla de un pueblo privilegiado que es “completamente
saciado”. Todo el mundo tiene la necesidad de sentirse satisfecho, pero como
dice un proverbio mejicano: “El rico se satisface con un poco más”. Hoy en día,
por dar un ejemplo muy evidente, las mujeres dejan sus casas y niños, pensando
que una carrera, posición social o vivir a un nivel más alto económicamente, les
va a satisfacer. Cualquier persona que profesa conocer a Cristo y es un heredero
que será, no solamente saciado, sino “completamente saciado”, no tiene que dejar
su casa para hallar su herencia. Debemos examinarnos para saber en realidad si
nuestra fuente es Cristo o el mundo. Los discípulos deben fijarse en su Maestro.


7 de Mayo Salmo 36:8

8. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás
    del torrente de tus delicias.

  Dios quiere que Su gente sea completamente saciada. La pregunta que muchos
se harán posiblemente sea ésta: “¿Dónde consiguen tanta abundancia?” Pues
bien, su origen está en la casa de Dios, y para describir mejor el contenido de
la casa, el Espíritu Santo utiliza la palabra “grosura”. Imagínate por un momento
una mansión o un palacio con empleados correteando de acá para allá, con
almacenes repletos de provisión, y una cocina con sus cocineros y panaderos.
Pero ni aun así, llegaremos a tener una idea de lo que significa la grosura de Su
casa. La Luz de la Vida tiene que iluminar nuestros espíritus por medio de una
experiencia personal en la oración.
  A los que buscan las cosas de arriba les son descubiertos tesoros. La casa de
Dios es el centro anhelado en el cielo, la cual ahora vemos con los ojos de la
fe, pero un día veremos claramente, tal y como es. Esperamos una ciudad cuyo
arquitecto y constructor es Dios. Abraham, con sus ojos iluminados, nunca pudo
amarrarse a esta tierra con más que estacas de tienda. Su verdadera casa con
fundamento estuvo en el cielo. Es un insulto para Dios cuando arañamos en la
tierra como gallinas, tratando de ganar la vida a duras penas y siguiendo placeres
pasajeros.


8 de Mayo Salmo 36:8

8. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás
    del torrente de tus delicias.

  El salmista escribe acerca de Tu casa y Tus delicias. Tenemos que enfatizar que
todas las bendiciones que están al alcance de los creyentes, vienen en proporción
directa a la profundidad de su relación con Dios; Jesús es quien nos las
proporciona. Él oró para que Su gente, que le fue dada, esté con Él donde Él está,
para que puedan ver Su gloria (Jn. 17:24). Quiso que experimentasen Su gozo.
  Está claro que no seremos saciados por buscar cualquier beneficio fuera de Él,
pero tampoco lo seremos sólo por invitar al Señor a nuestras vidas y situaciones.
El secreto para andar en la Luz de la Vida, es dejar que Él nos levante en el Espíritu
a lugares celestiales, y así poder participar con Él de las mismas delicias de las
que Él se goza. ¡Qué gozo es tener comunión con Jesús en cuyo ambiente Él se
siente en casa!
  Hay un río por el que Jesús caminó con Su Padre antes de la fundación del
mundo; sus aguas son más puras que el manantial más limpio de la tierra; sus
orillas están repletas de vegetación y árboles frutales; el aire es más fresco que
la brisa de las montañas. Nada en la tierra ofrece algo semejante, comparado a
las maravillas de las corrientes de placeres puros y celestiales que son de Dios
mismo. Jamás nos cansaremos de disfrutarlas.


9 de Mayo Salmo 36:8

8. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás
    del torrente de tus delicias.

  Yo protesto en contra de los muchos círculos cristianos donde se enfatiza una
prosperidad terrenal que se espera experimentar “ahora mismo”. ¡Qué enseñanza
tan corta de vista! El pueblo de Dios estará privado de lo mejor que Dios tiene
para él, mientras se le enseñe a anhelar y a poner su vista en las cosas que pronto
desaparecerán. “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo,
y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción
y perdición” (1Ti. 6:9). Uno no puede seguir el camino hacia la prosperidad
mundana por mucho tiempo, sin antes encontrarse con otros deseos ilegítimos y
superfluos. El adulterio, por ejemplo, se encuentra entre algunas de las trampas
en las cuales caen muchos de los cristianos que viven bajo tal engaño.
  Deja que Lot escoja la llanura de riego, porque la semilla de Abraham tiene
que permitir a Dios que administre nuestro nivel de bienestar en la tierra. “Así
que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”. Muchas veces,
Dios añade otras cosas a esta base, pero tenemos que usar lo que Él nos presta
como una herramienta útil para sus propósitos, y no enamorarnos ni atarnos a
ello. Cuando necesitemos “abrigo”, es decir, un hogar, debemos pedir al Señor
que nos dé algo útil, algo que no sea una carga económicamente. Amenudo Dios
agrega adornos extras. Al recibirlo, debemos convertirlo en un centro de
evangelismo y hospitalidad. Amenudo los pecadores deben ser invitados a sentarse
a nuestra mesa o a charlar en la sala. Siempre debemos estar dispuestos a
abandonar esta casa en cualquier momento, para proseguir a otro campo donde
podamos servir mejor a Cristo.


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