Bautismo que corresponde a Noé
Wesley:“No la señal exterior, sino la gracia interior”
CAPÍTULO 3
Responsabilidades matrimoniales
1. Asimismo
vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra,
sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
2. considerando
vuestra conducta casta y respetuosa.
3. Vuestro
atavío no sea el externo de
peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
4. sino el
interno, el del corazón, en
el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande
estima delante de Dios.
5. Porque así también se ataviaban en otro
tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus
maridos;
6. como Sara
obedecía a Abraham, llamándole
señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin
temer ninguna amenaza.
7. Vosotros,
maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a
vaso más frágil, y como a
coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan
estorbo.
miércoles, agosto 28, 2024 | 0 Comentarios
El sobrenatural camino cristiano
Capítulo 2
La Piedra, cabeza del ángulo, acompañada por piedras vivas
1. Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
2. desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,
3. si es que habéis gustado la benignidad del Señor.
4. Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
5. vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
6. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él, no será avergonzado.
7. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores desecharon ha venido a ser la cabeza del ángulo;
8. y Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.
9. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
10. vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
Algunos presentan el evangelio a los incrédulos como si Cristo fuera un
suplemento para su vida. Su invitación sería algo como: “Ven a Jesús para que
te ayude a realizar todos tus planes y deseos”. Sin embargo, el propósito del
evangelio no es añadirle a la vida natural y pecaminosa en la que se encuentra
la persona. En este capítulo, en el versículo 1, habla de desechar antes
de poder agregar cualquier cosa nueva a la vida. Pablo confirma este principio
en Efesios 4:22, 24: “Despojaos del viejo hombre,
que está viciado
conforme a los deseos engañosos… y vestíos del nuevo hombre”. Colosenses también lo
enseña: “Habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
hechos, y revestido del nuevo…” (Col.
3:9-10).
domingo, julio 28, 2024 | 0 Comentarios
La maravilla del nuevo nacimiento
La hierba se seca; la flor se cae |
Capítulo 1:13-25
La santidad de Dios y Su pueblo
13. Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
14. como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
15. sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16. porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
“Por tanto”, está basado en los versículos previos (vs.10-12), los cuales dicen que los cristianos tienen aquello que envidiaron los profetas. Los profetas dedicaron sus vidas a estas cosas, buscando e inquiriendo acerca del tiempo del sufrimiento del Mesías y las glorias venideras. Entendieron que estos eventos supremos de las edades serían para un pueblo futuro. No solamente los santos profetas, sino también los santos ángeles celestiales anhelaron mirar los asuntos de un pueblo elegido que recibiría estas glorias.
Los recipientes fueron los lectores de Pedro, pero no sólo los de su día, sino desde entonces y hasta nuestros días. Mucha gente ha escuchado el mensaje y ha creído; tanto los mensajeros como los creyentes fueron acompañados por el Espíritu Santo del cielo. Son las buenas noticias de salvación para una raza pecaminosa y condenada, totalmente indigna de Sus beneficios. Vosotros sois, dice Pedro, los que debéis “ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá…” (v.13)
En los días del apóstol, los hombres del Medio Oriente vestían túnicas flojas, pero al tener que hacer alguna actividad, quizás un viaje, tenían que apretárselas y arremangárselas con el cinturón para poder moverse más libremente. Ceñirse era la preparación y Pedro lo aplica a los pensamientos de los creyentes. Tenían que ser controlados, “ceñidos”, su manera de pensar tenía que ser seria y profunda para poder llegar a un estado de confianza y descanso completo en la gracia de Dios. No hay otra fuente de esperanza para ellos, y les será completamente dada cuando Jesucristo sea revelado desde el cielo. Esto es lo que debe ocupar su mente. Jesús dijo: “Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese…” (Lc.12:35-36).
viernes, julio 05, 2024 | 0 Comentarios
Cosas que los ángeles desean ver
Elegidos, renacidos con la vida resucitada de Cristo
1. Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,
2. elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
3. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
4. para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
5.
que sois guardados por el poder
de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación
que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
Tras la introducción acerca del apóstol Pedro y las personas a quienes escribe, quisiera referirme al primer versículo una vez más, simplemente para comentar sobre la palabra expatriados. Es la misma palabra griega, parepidemos, que es traducida como peregrino en Hebreos 11:13: “Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.” La idea de esta palabra es expresar la situación de un pueblo que deambula sin una patria.
Cuando Jacob se presentó delante de Faraón por primera vez, habló de su vida como “una peregrinación”. Fue una persona que no se estableció en ningún lugar, sino que vivió como un nómada, yendo de aquí para allá: “Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación” (Gé.47:9). Su estilo de vida fue infundido por su padre, Isaac, y su abuelo, Abraham.
En Salmos 39:12, David se identificó con sus antepasados, como un peregrino forastero: “Porque extranjero soy junto a ti, peregrino, como todos mis padres” (LBLA). Pedro, en su epístola, escribe a peregrinos, y no veo otra posición para un cristiano en este mundo (v.1). Somos residentes temporales sin permanencia aquí.
miércoles, junio 19, 2024 | 0 Comentarios
La primera epístola de Pedro
“Pedro, apóstol de Jesucristo, a los ex-patriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia.” 1 Pedro 1:1
No será necesario contar toda la biografía bíblica de Pedro porque su historia es muy conocida por todos los que hemos leído los Evangelios de Jesucristo y el libro de los Hechos. La posición que tenía entre los doce apóstoles, su carácter fuerte e impulsivo, nos han enseñado mucho sobre la autoconfianza y la autosuficiencia, incluso siendo ya un discípulo de Cristo. Sencillamente, vamos a recordar los puntos más importantes de su vida, antes de meternos en su enseñanza inspirada.
Él, junto con Jacobo y Juan, formaron un círculo íntimo, y vivieron cosas que los otros nueve discípulos no pudieron experimentar. Como todos los cristianos, él también tuvo que aprender los caminos del Señor, que eran contrarios a toda la instrucción humana recibida durante los años previos a su discipulado. A la vez, Pedro vivió consagrado al Señor. Le siguió fielmente durante tres años y medio, dejando atrás su manera de ganarse la vida.
Nativo de Betsaida, Galilea, llamado Simón por sus padres, había aprendido el arte de la pesca de su padre. Al principio de su discipulado, cuando fue llevado al Señor por su hermano Andrés, Jesús le puso el nombre de Pedro, que significa piedra. Después vivió en Capernaum, un pueblo de pescadores a orillas del mar de Galilea. Era un típico galileo, gente despreciada por los judíos más selectos, especialmente los de Jerusalén. El Sanedrín le vio como un hombre sin letras y del vulgo, e incluso una sierva común reconoció su acento galileo. Su idioma nativo fue el arameo, tan mal pronunciado que los judíos del sur de Israel no podían entenderlo bien.
miércoles, junio 05, 2024 | 0 Comentarios