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Lowell Brueckner

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1 Corintios 8

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Capítulo 8

¿Estás motivado por tu conocimiento o por el amor?

1.     En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.
2.     Si alguno cree que sabe algo, no ha aprendido todavía como lo debe saber;
3.     pero si alguno ama a Dios, ése es conocido por Él.

Algunos de los comentaristas mencionan que Pablo, mientras enseñaba, a veces usaba los mismos términos incluidos en las preguntas que le habían dirigido a él mismo. Algunos, incluso, eran proverbios corintios. En la versión de la Biblia que estoy usando, la de las Américas, están entre comillas. Ya, en el capítulo 6, había dos en los versículos 12 y 13: “Todas las cosas me son lícitas” y “Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos”. La siguiente pregunta tenía que ver con el alimento ofrecido a los ídolos.

Probablemente, Pablo cita las palabras de los corintios: “Todos tenemos conocimiento”. Quería decir que ellos, como cristianos, sabían acerca de la vanidad de los ídolos y que adorarles era algo absolutamente vano. Al ser así, ¿qué maldad podría haber en comer un alimento ofrecido a los ídolos? Sin embargo, los cristianos de aquel tiempo, igual que los de ahora, a menudo simplifican demasiado, enfatizando un solo versículo e ignorando otros, llegando a conclusiones que distan mucho de los principios enseñados en todo el contenido de la Biblia. El apóstol va a añadir, al menos, dos verdades al conocimiento de que los ídolos no son más que trozos de madera o metal y que, por eso, un idólatra solamente está envuelto en una vanidad sin poder.

En el capítulo 10, versículos 18-21, él nos presenta algo más que debemos considerar: “Considerad al pueblo de Israel: los que comen los sacrificios, ¿no participan del altar?” Significa que eran partícipes de la adoración a Dios; sin embargo, también significa que, al comer de los sacrificios paganos, eran partícipes con los dioses paganos. “¿Qué quiero decir, entonces? ¿Qué lo sacrificado a los ídolos es algo, o que un ídolo es algo?” La mentalidad de los cristianos corintios había llegado hasta este punto, y Pablo no lo contradice. Es verdad que un ídolo no es nada; no habla, no oye, no camina ni respira, ¡pero esta verdad no incluye todo lo que hay que saber sobre el asunto! “No, sino que digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que seáis partícipes con los demonios”. Existe un poder espiritual maligno tras el ídolo, por estar en contacto con el reino de las tinieblas, que afectará al que come de sus sacrificios. “No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios”. Entonces, aquí tenemos un hecho adicional que es obvio y va más allá de simplemente comer los alimentos sacrificiales de los paganos. Este hecho nos da una razón clara para evitar comprometernos en el asunto.