UN SOLO TEMA... LA CRUZ
Lo que sigue es el primer capítulo en el nuevo libro, "Tenemos un altar".
Capítulo 1
Un solo tema – la cruz
“Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado”.
1 Corintios 2:2
He sido invitado en muchas ocasiones a hablar en campamentos de jóvenes. Generalmente, cuando pensamos en cual sería el mensaje idóneo para retar a este colectivo, pensamos en los actuales problemas y desafíos de la juventud, como el sexo, la evolución y la presión entre sus compañeros, para sentirse aceptados entre ellos. Además, si es posible, preferimos que les enseñen personas jóvenes que puedan identificarse con ellos, especialmente si hacen muchas bromas y usan tácticas para entretener a los niños.
Personalmente, varias veces he utilizado el libro de Jonás para hablar acerca de los peligros de perder la voluntad de Dios en sus vidas, y de los primeros seis capítulos de Daniel, demostrando la necesidad de mantenerse firmes para Dios sin comprometerse con el mundo. He hablado de Sansón y su fuerza sobrenatural, de David, su juventud y entrega a los propósitos de Dios. He enfatizado sobre el discipulado y la actividad misionera.
Hace dos años me invitaron a un campamento que iba a durar más de una semana, y en el que, al menos, tenía que dar dos clases diarias. A medida que se acercaba el tiempo, la carga que crecía en mi corazón tenía que ver con la cruz de Jesucristo. Tengo que confesar que luché por un tiempo, imaginándome delante de más de 120 enérgicos seres humanos con un gran amor por la vida, intentando presentarles un mensaje de renuncia y muerte. Según cualquier tipo de lógica humana, tal énfasis parecería fuera de lugar y destinado al fracaso. Fue entonces cuando el versículo de I Corintios 2:2, me hizo cambiar mis razonamientos naturales y me puso frente a la verdad eterna.
sábado, junio 30, 2012 | 0 Comentarios
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