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El destino del rey Sedequías

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Capítulo 21

 Dios es el enemigo de Jerusalén

       1.  Palabra de Jehová que vino a Jeremías, cuando el rey Sedequías envió a él a Pasur hijo de Malquías y al sacerdote Sofonías hijo de Maasías, para que le dijesen:   

      2.      Consulta ahora acerca de nosotros a Jehová, porque Nabucodonosor rey de Babilonia hace guerra contra nosotros; quizá Jehová hará con nosotros según todas sus maravillas, y aquél se irá de sobre nosotros. 

 3.      Y Jeremías les dijo: Diréis así a Sedequías: 

 4.      Así ha dicho Jehová Dios de Israel: He aquí yo vuelvo atrás las armas de guerra que están en vuestras manos, con que vosotros peleáis contra el rey de Babilonia; y a los caeos que están fuera de la muralla y os tienen sitiados, yo los reuniré en medio de esta ciudad. 

 5.      Pelearé contra vosotros con mano alzada y con brazo fuerte, con furor y enojo e ira grande. 

 6.      Y heriré a los moradores de esta ciudad, y los hombres y las bestias morirán de pestilencia grande.  

7.      Después, dice Jehová, entregaré a Sedequías rey de Judá, a sus criados, al pueblo y a los que queden de la pestilencia, de la espada y del hambre en la ciudad, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, en mano de sus enemigos y de los que buscan sus vidas, y él los herirá a filo de espada; no los perdonará, ni tendrá compasión de ellos, ni tendrá de ellos misericordia. 

 El estudio de este capítulo de Jeremías es breve. Recordemos que Jeremías no organizó su libro cronológicamente. Lo que hallamos en este capítulo se relaciona con lo que pasa en los capítulos 37 y 38, en los que se mencionan a los mismos sacerdotes: Pasur, hijo de Malquías (38:1), y Sofonías, hijo de Maasías (37:3). El mensaje de Jeremías es idéntico en estas dos porciones: 21:9; 38:2.

 En el caso de estos dos sacerdotes no tenemos la introducción normalmente utilizada, de padre e hijo, sino según su clase o grupo. El último capítulo nombra a Pasur, hijo de Imer, significando su pertenencia, según sus antepasados, al grupo dieciséis de sacerdotes, que en el día de David, quien los organizaba, era Imer. En este capítulo, reconocemos que este es un Pasur diferente, perteneciente a la quinta clase de Malquías. Sofonías, hijo de Maasías, pertenecía al grupo veinticuatro (puedes ver las clases en 1 Cr.24:7-18).

El Soberano sobre el destino

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Jeremías 20

 

Jeremías perseguido por Pasur; el destino de Pasur

      1.      El sacerdote Pasur hijo de Imer, que presidía como príncipe en la casa de Jehová, oyó a Jeremías que profetizaba estas palabras. 

      2.      Y azotó Pasur al profeta Jeremías, y lo puso en el cepo que estaba en la puerta superior de Benjamín, la cual conducía a la casa de Jehová. 

      3.      Y el día siguiente Pasur sacó a Jeremías del cepo. Le dijo entonces Jeremías: Jehová no ha llamado tu nombre Pasur, sino Magor-misabib. 

4.      Porque así ha dicho Jehová: He aquí, haré que seas un terror a ti mismo y a todos los que bien te quieren, y caerán por la espada de sus enemigos, y tus ojos lo verán; y a todo Judá entregaré en manos del rey de Babilonia, y los llevará cautivos a Babilonia, y los matará a espada. 

5.      Entregaré asimismo toda la riqueza de esta ciudad, todo su trabajo y todas sus cosas preciosas; y daré todos los tesoros de los reyes de Judá en manos de sus enemigos, y los saquearán, y los tomarán y los llevarán a Babilonia. 

6.      Y tú, Pasur, y todos los moradores de tu casa iréis cautivos; entrarás en Babilonia, y allí morirás, y allí serás enterrado tú, y todos los que bien te quieren, a los cuales has profetizado con mentira. 

 El número de sacerdotes había aumentado, de modo que era imposible que pudieran participar todos juntos en el servicio del templo al mismo tiempo. Por eso, David les dividió en veinticuatro grupos o clases; en 1 Crónicas 24 vemos acerca de este asunto. Cada sacerdote era descendiente de Aarón. Los primeros dos hijos de Aarón, Nadab y Abiú, murieron por haber ofrecido fuego extraño delante del Señor, quedando solamente Eleazar e Itamar. Dieciséis grupos descendieron de Eleazar y ocho de Itamar. Cada clase tomaba su turno en el templo durante una semana, tradición que continuó también en el Nuevo Testamento. Zacarías, el padre de Juan Bautista, fue de la octava clase de Abías (Lc.1:5; 1 Cr.24:10).

 El sacerdote, Pasur, que aparece en este capítulo, era descendiente de Imer, de la división dieciséis. Debemos reconocer su alta posición entre los principales del sacerdocio. La palabra hebrea, nagid, significaba el nivel más alto, es decir, el sumo sacerdote, traducido como príncipe en 1 Crónicas 9:11 y en Nehemías 11:11. El segundo título pertenecía a Pasur, el del pachid (hebreo) o diputado del sumo sacerdote, traducido como príncipe en RV60 y oficial principal en la LBLA, versículo 1, traducciones que no hacen distinción entre nagid y pachid.

 Pasur, al ser informado de lo que Jeremías había profetizado en el capítulo 19, le azotó o, como dice LBLA, le hizo azotar y lo puso en el cepo, encarcelándole en la puerta superior de Benjamín, cerca del templo. Aunque le puso en libertad el siguiente día, Jeremías le profetizó las consecuencias de su comportamiento: “Jehová no ha llamado tu nombre Pasur, sino Magor-misabib”, que significa terror por todos lados (v.3). La gente quizás le seguía por su alto oficio, pero el propósito de Dios prevalecería contra él. Su acción injusta contra el siervo de Dios cambió su destino hacia un peligro aterrador. Él mismo fue el culpable, y las consecuencias se extenderán a sus seguidores, que morirán bajo la espada de sus enemigos, y Pasur será testigo cuando el Señor entregue a Israel a los babilonios (v.4).