Comentarios de Lutero
1. “¿No sabéis que Dios no hace acepción de persona?” clama
Pablo. La dignidad o la autoridad de los hombres no significan nada para Dios.
Es un hecho que Dios a menudo rechaza a los que parecen poseer una pretendida santidad o un halo de importancia. Al hacerlo, podemos pensar que Dios
parece injusto o duro. Pero es que los hombres necesitamos ejemplos que nos
obstruyen, porque tenemos un vicio de ensalzar a las personalidades de forma
más alta que la Palabra de Dios. Dios quiere que exaltemos Su Palabra y no a
los hombres.
2. Si Pablo no se rindiera a los apóstoles falsos,
mucho menos debemos dar lugar a nuestros oponentes. Sé que un cristiano tiene
que ser humilde, pero contra el Papa, tengo que ser “orgulloso” al decirle: “Tú,
Papa, no te tendré como mi jefe, porque estoy seguro que mi doctrina es divina.”
Tal “orgullo” contra el Papa es imperativo, porque si no seamos “tercos y
orgullosos”, nunca tendremos éxito al defender el artículo sobre la justicia de
la fe.
3. Sobre la cuestión de establecer la adoración y la
idolatría, el mundo no escatima el costo. A la religión verdadera, siempre hace
falta finanzas, mientras la falsa religión siempre es apoyada de las riquezas.
4. Para defender a la verdad en nuestros días, nos
llaman “hipócritas orgullosos y obstinados” No nos avergonzamos de tales
títulos. La causa por lo que somos llamados a defender, no es la de Pedro, o la
causa de nuestros antepasados, o la del gobierno o del mundo, sino la causa de
Dios. En su defensa, tenemos que estar firmes e inflexibles.
5. Es maravilloso observar como Dios preservó la
iglesia por medio de una sola persona. Pablo solo defendió a la verdad, y para él aún
Bernabé, su compañero, fue perdido, y Pedro estaba contra él. A veces una sola
persona pueda hacer más en una conferencia que todos los demás de la asamblea.
6. ¡Que poco
entendimiento tienen el Papa y toda su camarilla en los asuntos espirituales, y
que poco les importa la salud espiritual de sus manadas tristes! Les es
imposible creer que la carne no puede pensar, hablar o hacer cualquier cosa que
no sea contra Dios. Si pudieran ver la maldad arraigada en la naturaleza del
hombre, jamás entretendrían los sueños insensatos sobre el mérito o la dignidad
del hombre.
7. El camino verdadero de la salvación es lo
siguiente: Primero… una persona tiene que reconocer que es un pecador, tal arte
de pecador que es innatamente incapaz de hacer alguna cosa buena. “Lo que no
proviene de fe es pecado.” Los que quieren ganar la gracia de Dios por sus
propios esfuerzos, en realidad intentan agradar a Dios con los pecados. De esta manera, ellos
burlan de Dios y provocan Su ira. El primer paso en el camino para la salvación
es arrepentirse.
El segundo paso es lo siguiente: Dios envió a Su
unigénito Hijo al mundo para que viviéramos por medio de Sus méritos. Fue
crucificado y matado para nosotros. Por sacrificar a Su Hijo para nosotros,
Dios se reveló a nosotros como un Padre misericordioso que dona la remisión de
los pecados, la justicia y la vida eterna por causa de Cristo. Dios imparta Sus dones libremente a todos los
hombres. La alabanza y gloria de Su misericordia consisten en esto.
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