Ayer, hoy y para siempre
(Un estudio expositivo del libro de Hebreos)
Capítulo 13
1. Permanezca el amor fraternal.
2. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
3. Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo.
4. Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a losfornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
5. Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
6. de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
7. Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.
Consejos para cristianos de todas las épocas
El escritor llega al fin de su carta con algunos consejos. En primer lugar, los anima a seguir en el amor fraternal que, obviamente, ya existía en la iglesia hebrea cristiana (v:1). Existe una sola palabra griega para “amor fraternal” y es filadelfia. Sin ninguna duda, el amor es la fuerza motivadora tras todo lo que es cristiano, pero tiene que ser el amor cuyas raíces están en Dios mismo. El amor humano no cumple los propósitos de Dios, ni alcanza el nivel necesario para suplir las necesidades espirituales de Sus hijos. También existe un tipo de amistad íntima entre ellos como no la hay en toda la sociedad del mundo. Al cumplir con este mandamiento, no estamos lejos de la oración sumo-sacerdotal de Cristo, que deseó “que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos” (Jn.17:26).
En segundo lugar, los anima a ser hospitalarios con gente no conocida (v:2). Está claro que esta tiene que ser dirigida por el Espíritu Santo, con discernimiento, para evitar abusos y estafas. Sin embargo, los extranjeros son vulnerables fuera de su ambiente y es muy probable que necesiten ayuda. La Biblia nos da ejemplos de casos así. Por ejemplo, la historia de Lot y los dos ángeles (Gé.19:1-13). También vienen a mi mente algunas historias personales… Recuerdo haber encontrado a un joven americano en México, que estaba reparando su furgoneta Volkswagen a un lado de la calle. Le invité a nuestra casa y allí nos contó cómo había sido atropellado por un vehículo años atrás, quedando sus riñones destrozados y una condición física muy delicada. Él era creyente y se quedó con nosotros un par de días, mientras arreglaba su furgoneta. Bebía grandes cantidades de zumo de limón para mantener limpios sus riñones. No sé más de su historia, sólo recuerdo que fue una bendición para nosotros tenerle en casa.
Mi padre, a menudo, contaba la historia de algo que le pasó en Milwaukee, Wisconsin, poco después de haberse convertido a Cristo. Un día, un hombre llamó a la puerta y le enseñó un papel con una dirección garabateada. “No lo distingo”, dijo al hombre, pero la respuesta de mi padre a cualquier pequeño problema era la oración… “Pase, oraremos para que el Señor nos ayude”. Él creía que la oración debía hacerse de rodillas, así es que se arrodilló, y junto a él también lo hizo el visitante. Entonces, otra vez, mi padre miró el papel y admitió: “No, no lo puedo leer”. El hombre miró al rostro de mi padre y declaró: “La dirección era de esta casa”. Mi padre cerró la puerta tras el hombre y se fue a la ventana para observar cómo se alejaba, pero no pudo ver a ninguna persona en el porche, ni andando por la acera frente a la casa. ¡Había desaparecido!... enseguida Hebreos 13:2 invadió la mente de mi padre: “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”.
martes, abril 13, 2021 | 0 Comentarios
La herencia neotestamentaria
(Estudio expositivo del libro de Hebreos)
Capítulo 12 (parte 2)
12. Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
13. y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
14. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
15. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que, brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
16. no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.
17. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.
Dios prefiere sanar y no remover
Las palabras, por lo cual, conectan el versículo 12 con el versículo 1, “Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Por lo cual…” Es muy obvio que el Espíritu Santo utiliza a miembros del cuerpo físico para ilustrar la condición de la iglesia… la iglesia hebrea, primeramente, pero también cualquier iglesia que se encuentre en la misma situación que ella. Has de saber que sigue hablando del maratón que estamos corriendo.
En el primer versículo, tenemos otra cita del Antiguo Testamento, Isaías 35:3, sobre el que hace años comenté: “El escritor de Hebreos nos hace saber que estas promesas naturales pueden aplicarse a la condición espiritual de la iglesia del primer siglo. Al aplicarse de esta manera en el libro de Hebreos, nos deja saber que puede ser un principio para todos los tiempos de la iglesia. La disciplina puede caer pesadamente sobre el espíritu del hombre, pero al final, la intención de Dios es producir sanidad. El ministerio de Isaías no puede ser separado de su carácter. Su nombre es Isaías, ‘Dios es salvación’, y por eso su mensaje habla al corazón ansioso: “Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará” (v.4). Vendrá en la persona de Jesucristo y “los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo” (vs.5-6).”
viernes, abril 09, 2021 | 0 Comentarios
Puestos los ojos en Jesús
(Un estudio expositivo del libro de Hebreos)
Capítulo 12 (parte 1)
1. Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
2. puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
3. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
4. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;
Una paciencia que no desmaya
El capítulo 12 empieza con las palabras, por tanto, dirigiéndonos otra vez al último versículo del capítulo anterior: “Proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. Por tanto...” Tenemos el privilegio de ser parte del gran plan de Dios, rodeados por gente del Antiguo Testamento que fue llevada por la fe. Los testigos son figurativos; no quiere decir que, literalmente, están observando a la iglesia del siglo XXI. Sin embargo, recientemente, vimos su carrera en el capítulo 11. Nos sentimos inspirados por la fe que ellos demostraban, y la fe nos dirige a imitarles; por eso, tenemos la palabra también. El escritor nos anima a, como ellos, despojarnos, no solamente del pecado que tan fácilmente nos envuelve, (cito del LBLA), sino, además, de todo el peso causado por las cosas legítimas. John Wesley incluye entre los pecados, el pecado de nuestro ser físico, el pecado de nuestra preparación escolar, y el pecado de nuestro oficio”. Si con pasión queremos terminar esta carrera, tenemos que quitar todo lo que estorba, mientras perseguimos lo que es más importante, que es nuestra carrera personal de fe hacia el galardón eterno. Tenemos que seguir adelante mientras todo nuestro ser clama por descanso y alivio.
No correremos a mucha velocidad, sino con una paciencia que no desmaya, porque estamos en un maratón. Estoy aprendiendo que esta es una parte importante de la vida cristiana. Juan escribió acerca de ella en Apocalipsis 1:9. La misma palabra griega lo expresa y tiene el sentido, como ya he escrito, de paciencia que no desmaya: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en… la paciencia de Jesucristo”. Exiliado en la isla de Patmos, él necesitaba esta paciencia, igual que la necesitaron los de Asia Menor para enfrentar la fuerte oposición que había contra ellos. Hay demasiados participantes en la iglesia que se cansan después de una corta carrera… siempre ha habido quien “oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero… al venir la aflicción o la persecución… tropieza” (Mt.13:20-21)
En el último capítulo, vimos que Moisés “se sostuvo como viendo al Invisible” (11:27). Moisés se sostuvo durante 80 años; primeramente, 40 años de prueba, guardando el rebaño de su suegro y, después, durante 40 años más, dirigiendo el rebaño del Señor por el desierto. Durante todo ese tiempo se mantuvo con los ojos fijados en el Jesús invisible, quien le había dado la fe que le llevó durante tantos años. Pablo escribió en Romanos 15:4: “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”.
Como Moisés, tenemos que tener los ojos puestos en el autor y consumador de fe (el artículo la no está en el griego). Si un creyente pone sus ojos en el mundo, le abandonará la esperanza. Si mira a la iglesia encontrará mucho que le desanimará y, si se fija en sí mismo, surgirán un montón de evidencias condenatorias. El secreto para sostenerse es tener los ojos en Jesús, sin distraerse mirando a cualquier otro punto. Fijándonos en Jesús tendremos valor para seguir adelante con paciencia, porque en Su persona no hay desaliento.
viernes, marzo 19, 2021 | 0 Comentarios
Llevados por la fe, 2a parte
(Un estudio expositivo del libro de Hebreos)
Capítulo 11 (segunda parte)
21. Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón.
22. Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos.
23. Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.
24. Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,
25. escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado,
26. teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.
27. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
28. Por la fe celebró la Pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.
La fe vio al Invisible
En el versículo 20, vimos como Dios cambió la situación e Isaac no hizo su voluntad, sino que llevó a cabo el propósito del Señor por la fe. Insisto, Dios da la fe para que Su voluntad sea hecha por medio de seres humanos. Jacob aprendió bien la lección y, cuando tuvo que bendecir a los hijos de José, no lo hizo como José esperaba.
martes, marzo 02, 2021 | 0 Comentarios
Llevados por la fe, 1a parte
(UN ESTUDIO EXPOSITIVO DEL LIBRO DE HEBREOS)
Capítulo 11
1. Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
2. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
3. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
La certeza y la convicción de la fe piadosa
El profeta Habacuc, hace un contraste entre el alma justa y la que se enorgullece o, literalmente, en hebreo, se hincha. Lo ilustraré con la levadura, que siempre es un símbolo negativo en la Biblia, ya que al mezclarse con la masa hace que esta se hinche y aparente ser más grande de lo que es. Simboliza el orgullo, la hipocresía y el engaño. El incrédulo es auto-suficiente y se auto-justifica. El alma justificada por la fe es sencilla y honesta, y se entrega humildemente a Dios. Esto significa que cree o confía en Él.
En el versículo 1, tenemos una definición de la fe. La fe da certeza a las cosas que el creyente espera, cosas que él no puede ver. Es toda la convicción necesaria para poder confiar en ellas. El Nuevo Testamento trata de cosas espirituales, es decir, invisibles, siendo necesaria la fe para proveer sustancia y evidencia a su existencia. El intelecto y las evidencias científicas no pueden alcanzar tales cosas, por eso, la persona que quiere depender de ello, nunca llegará a su meta en el intento de poner fundamentos a su religión. Millones han fracasado haciéndolo.
martes, febrero 09, 2021 | 0 Comentarios