Un himno de gratitud
Antes cantaba una canción tomada de este texto, de hecho, la grabamos en un
LP (del inglés long play), también llamado disco
de larga duración. Muchos, posiblemente,
no sepáis lo que es. Es un disco de vinilo de tamaño grande grabado a una velocidad de 33⅓ revoluciones por minuto.
Alguien me dijo que había visto uno de ellos de venta en internet por $60, como
una antigüedad. Yo los vendía a $3. Así es que…¡bienvenidos al blog de una
antigüedadJ!
El rechazo de un Dios airado
Parece que muchos cristianos han olvidado que la ira es un atributo de
Dios. Al arreglar un nuevo himnario, unos presbiterianos pidieron permiso a
Keith Getty para publicar su gran himno, El
poder de la cruz, acerca de los sufrimientos de Cristo. A cambio la pedían
cambiar la expresión “Ira y culpa cargó”, porque no querían que dijera que Dios
cargó Su ira sobre el Hijo. Dando gran crédito a la integridad de Keith Getty,
rehusó hacerlo.
Un pastor-cantante español se atrevió a decir: “…eso
de que Dios está enfadado y enojado, además de ser anti-bíblico es
diabólico". Yo soy de otra opinión
y, de hecho, la diferencia entre el evangelio de mi generación y el de hoy, me
causa mucha angustia interior. No puedo escapar de la responsabilidad cristiana
de hablar constantemente a favor de un Dios desconocido en estos tiempos. Francis
Chan dijo: “Nos disculpamos por mencionar la ira de Dios. Debemos pedir perdón
a Dios por no declarar su ira públicamente”.
En Isaías 12, tenemos un maravilloso cántico de gratitud, y es maravilloso,
precisamente, porque Isaías entendió la realidad de la ira de Dios: “Porque estabas airado contra mí, pero tu
indignación ha cesado” (v.1). Como en 11:10 (fíjate los comentarios del
Milenio, parte 2), Isaías data este capítulo en el tiempo del Milenio… “aquel día”. Aunque es seguro que es
un cántico milenario, también puede ser cantado dondequiera y cuando sea, por
un pueblo que se ha sometido al reinado de Cristo. La persona que no ha
experimentado una miserable convicción de pecado, nunca podrá experimentar el
pleno gozo del perdón. La persona que no ha conocido el rechazo de Dios por los
pecados que ha cometido, nunca podrá regar Sus pies con lágrimas de amor por haber
sido aceptado por Él. El que nunca ha golpeado su pecho, clamando
desesperadamente por ser propicio, nunca bajará a su casa justificado. El alma
condenada que no reconoce que sus pecados merecen la sentencia de muerte en una
cruz o algo peor, nunca oirá a Jesús decir: “Hoy estarás conmigo en el
paraíso.”
En los años siguientes a nuestra salida de Méjico y antes de mudarnos a
Alemania, supimos que había siete iglesias cerca de donde vivíamos, en
Minnesota, USA, que creían en la salvación universal. Esas iglesias se nombraban
entre los grupos “llenos del Espíritu” y, sin embargo, alimentaron la ilusión de
que al final todo el mundo sería salvo. Ésta es una herejía que continúa
creciendo, a la vez que crece aún más el rechazo de la ira de Dios entre la
gente cristiana. La verdad es que para poder llegar a esta conclusión, uno también
tiene que rechazar lo que está claramente declarado tanto en el Antiguo como en
el Nuevo Testamento. David dijo: “Dios
es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días. Si no se
arrepiente, él afilará su espada” (Sal.7:11-12). Uno, de entre los muchos
pasajes del Nuevo Testamento que proclama la ira de Dios, fue escrito por
Pablo: “Porque la ira de Dios se revela
desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen
con injusticia la verdad” (Ro.1:18).
Un testimonio personal
María dirigió un cántico de liberación cuando Dios abrió un camino por el
Mar Rojo y, como ya hemos visto, Dios, no solamente abrirá el mar de Egipto,
sino también el río Éufrates para el remanente de los judíos (11:15). Convertidos
y restaurados al empezar el reinado de Cristo, reciben el consuelo y la
seguridad de que Dios ya no está airado con ellos. Cada uno puede cantar con
gratitud una canción de testimonio personal en primera persona de singular (yo
y mí).
Pienso que Isaías, quien compuso la canción, también pudo cantarla como su
propia historia. Dios es su Amado ahora (5:1), pero en el pasado, él también
había estado bajo Su ira: “¡Ay de mí!
Que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios… han visto mis ojos al
Rey, el Señor de los ejércitos…”. El vio la oscuridad de sus pecados ante
el fondo de la blanca pureza de un Dios tres veces santo. Fue una revelación de
Jesucristo (Jn.12:39-41). El Santo de Israel proveyó el remedio para él y fue
limpiado. El temor terrible de la condenación fue removido, y el Señor Dios fue
hecho su fortaleza y canción (v.2). Así cantó María: “El Señor es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación” (Ex.15:2).
Es la canción de los redimidos... de cada uno de los israelitas al cruzar el
Mar Rojo; de cada uno del remanente al cruzar el mismo mar, y además el río
Éufrates para volver a su patria.
No cabe duda de que es una salvación como la que tenemos en el evangelio.
Isaías seguramente confió en el Mesías, nacido de una virgen, de quien había
profetizado en el capítulo 7. Creyó y confió en Su obra, al entregar el mensaje
a su pueblo y a todo el mundo en el capítulo 53: “Le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido, Mas él herido
fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra
paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. ¡Aleluya! Isaías creyó el evangelio y
fue salvo por la gracia mediante la fe en la persona y la obra de Cristo, el
Mesías. ¡Depositó la confianza en Él!
Un avivamiento es un anticipo del Milenio
Isaías fue un recipiente de la fortaleza divina y sobrenatural del Señor
Dios. El gozo del Señor le llenó y le sobrecogió, y él entregó la lírica a su
pueblo, reservada para cantar en el Milenio. Me parece que podemos dividir esta
canción en tres estrofas, con dos versículos para cada una. Los primeros dos
versículos serían la primera estrofa, porque todo está expresado, como he
dicho, en primera persona de singular. El tercer y cuarto versículo, sería una
segunda estrofa, y está dirigida al pueblo de forma plural, específicamente
hablando de “aquel día”.
“Sacaréis con gozo aguas
De las fuentes de la salvación,
Y diréis en aquel día:
Cantad al Señor, aclamad su nombre,
Haced célebres en los pueblos sus obras,
Recordad que su nombre es engrandecido.”
(vs.3-4)
Comenta Jamison, Faucett, Brown: “En
el último día de la fiesta de los tabernáculos, los judíos trajeron agua en un
jarro de oro de la fuente de Siloé y lo derramaron, mezclado con vino, con gran
regocijo, sobre el sacrificio del altar. A eso se refirió Jesús en el ‘último día de la fiesta’. Derramar el agua significaba el
arrepentimiento, como Zacarías profetizó (Zac.12:10, fíjate en 1Sa.7:6). Habrá
un derramamiento tardío del Espíritu como el temprano en el día de Pentecostés.
Aquí Isaías no habla de
ríos, que pueden secarse, sino de fuentes que fluyen siempre. De su ser interior
(significando adentro y de sí mismo)-agua viva”.
Cuando llegue el Milenio Cristo reinará sobre la tierra y Su pueblo hará
conocer Sus obras en su perfecta plenitud. A menudo se ha dicho que el
avivamiento trae días del cielo a la tierra, como el Milenio traerá mil años
del cielo a la tierra. Un avivamiento es un anticipo del Milenio, donde Dios “rompe los cielos y desciende” (Is.64:1).
He leído muchos relatos del mover del Espíritu en diferentes lugares. Comúnmente,
en estos movimientos, la gente era atraída como si fuera por un imán, para
escuchar la predicación de la Palabra de Dios. De forma especial la palabra
vivía y penetraba poderosamente en el interior de los oyentes. Desde alguna
parte de la congregación se escuchaba el llanto de los penitentes, rogando
desesperadamente para que Dios les salvara; en otra parte había personas que ya
habían sido tocadas por los carbones encendidos desde el altar celestial y ¡no
pudieron contener su gozo!
Si el hombre que pidió limosna frente a la puerta de la hermosa fue al
templo andando, saltando y alabando a Dios, porque apenas experimentó la
restauración de sus piernas físicas, ¿qué pasará con la persona, si su alma inmortal,
manchada con el pecado que merece el infierno, es curada? Isaías dijo que sacarán
con gozo aguas de las fuentes de la salvación. ¡Hazlos callar si puedes! Al
principio del avivamiento en Sud África, Andrew Murray intentó aconsejar a los
que sabían que sus pecados habían sido perdonados que debían guardar orden,
pero él se rindió enseguida. No logró callarlos para nada.
Hace tiempo, tuve el privilegio de visitar Kedgaon, Pune, en India. Es una misión
nacida bajo el
fuego de un avivamiento del Espíritu Santo. A principios el siglo
XX, una hindú, recién convertida, Pandita Ramabai, empezó a recoger a cientos
de “niñas-viudas”… pequeñas niñas, esclavizadas por la familia de sus maridos,
después de haber muerto sus viejos esposos. Ella escribió: “Sentí ganas de llorar de gozo y mi corazón se llenó de alabanza y
gratitud a Dios, al ver a una “niña-viuda” traduciendo el mensaje en Maratí de
un maestro inglés. El Señor la había librado por Su gracia de la vergüenza de
la “niña-viudez”, las ataduras horribles de las reglas castas, y de las
ataduras más terribles aún del pecado, y la hizo una niña suya por la adopción
de Cristo Jesús”.
Tara, una viuda de 11 años que fue herrada con un hierro caliente antes de buscar refugio en la misión de Pandita Ramabai. |
Hace tiempo vi un video con la historia de cómo el evangelio había entrado
en una aldea en Nueva Guinea (tú lo puedes ver en este blog). El misionero era
un hombre con familia… si recuerdo bien, él y su esposa tenían tres hijos.
Algunas misiones rechazaron su solicitud por su edad, porque ya tenía hijos, y otras,
demandaban que estudiara durante años en una escuela bíblica. Además, su esposa
no estaba bien de salud. La Misión de Nuevas Tribus (que Dios la bendiga por su
confianza en el Cristo de la Biblia que no cambia) fue la única misión que
proveyó un curso de seis meses y le envió al campo de la cosecha. El video
demuestra una aldea entera recibiendo el evangelio, sacando con gozo aguas de
las fuentes de la salvación. Los hombres rodearon al misionero y le lanzaron al
aire, mientras su esposa observaba con lágrimas fluyendo por sus mejillas. ¡De
eso estuvo escribiendo Isaías! Así será el gozo sin medida del Milenio.
Sobre todo, la meta más importante de la salvación, es traer alabanzas a
Dios. La obra más importante de un misionero es hacer recordar “que su nombre es engrandecido”. Él puede
hablar a las gentes de Sus obras, pero más bien, debe demostrarles Sus obras.
El evangelio tiene que ser predicado hoy en día tanto como en los días de los
apóstoles, acompañado con la obra sobrenatural del Espíritu Santo.
Por favor, escucha esta verdad declarada en las epístolas: “No osaría hablar sino de lo que Cristo ha
hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con
las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de
Dios…” (Ro.15:18-19). “Ni mi palabra
ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder” (1Co.2:4). Aquel,
pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros…” (Ga.3:5).
“Pues nuestro evangelio no llegó a
vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y
en plena certidumbre” (1 Tes.1:5). “Testificando
Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos
del Espíritu Santo…” (He.2:4).
Luz para las naciones
Israel fue separado para Dios y asentado sobre un monte para ser una luz a
las naciones. Una vez más, durante el reinado de Cristo en la tierra, ellos
serán esa luz, pero de una manera más perfecta. Como los salmistas y el
escritor de los Proverbios, Isaías tenía un corazón para el evangelismo mundial
y la estrofa final de su himno tiene que ver con la proclamación del evangelio
entre todas las naciones de la tierra. En el Milenio, “la tierra será llena del conocimiento del Señor, como las aguas cubren
el mar” (11:9):
“Cantad salmos al Señor, porque ha hecho cosas magníficas;
Sea sabido esto por toda la tierra.
Regocíjate y canta, oh moradora de Sion;
Porque grande es en medio de ti el Santo de Israel”. (vs.5-6)
Una vez más, vemos la semejanza de este cántico con el de María, en Éxodo
15:21: “Cantad al Señor, porque en
extremo se ha engrandecido; ha echado en el mar al caballo y al jinete”. Repito,
es un cántico de gratitud por la liberación que Dios les ha dado. Existen tanto
alabanzas verticales como alabanzas horizontales… Isaías nos enseña a alabar
horizontalmente. Tu voz puede levantarse hasta el cielo o esparcirse entre las
naciones. Dile a todas las naciones lo que Él puede hacer; ¡demuéstrales lo que
puede hacer! No les digas que te ha dado gozo; demuestra el gozo, regocijándote
y cantando.
En el tiempo de los gentiles, en esta época del evangelio y del Espíritu
Santo, obrando y moviéndose por medio de Su pueblo aquí en la tierra, Jesús
dijo: “Vosotros sois la luz del mundo;
una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder… Id y haced discípulos
a todas las naciones… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Desde ese día hasta ahora, en el siglo
XXI, el Santo de Israel está con nosotros, y Jesucristo es el mismo ayer, hoy y
para siempre.
Ojalá haya otra vez un pueblo que pueda demostrar que Jesucristo es grande
en medio de ellos. La tristeza de mi corazón se debe al tan bajo concepto de
Dios en el pensamiento de los que se llaman “cristianos” en el día de hoy, que
hacen compromisos con el mundo, y que tienen muy poco para darle, aparte de lo
que han recibido del mundo mismo. Yo no predico cosas negativas porque tenga
una actitud amarga, lo hago porque veo una manera diferente en la Biblia, que
es poderosa y efectiva.
Un día veremos a Cristo en Su radiante gloria, como los tres discípulos le
vieron en el monte. Así brillará al sentarse en Su trono en Jerusalén. Ahora,
con los ojos de mi espíritu, puedo ver al Santo de Israel moviéndose en un
ambiente glorioso de avivamiento entre Su pueblo, y veo a Su pueblo con hambre
y sed de justicia. Lo veo como una verdadera iglesia en el significado literal
de la palabra… un pueblo llamado aparte… llamado
aparte como una posesión de Dios. Veo a Cristo como la cabeza sobre ellos,
realmente encargado de todas las movidas.
Ellos han sido salvados de esta generación corrupta y perversa. Veo una convicción
poderosa sobre los que son atraídos a ellos, y ven una gran diferencia entre
ellos y cualquier otra cosa que hayan experimentado antes. Es un pueblo único,
no terrenal, brillando con la gloria de Dios. El resultado será: “Entra algún incrédulo o indocto, por todos
es convencido, por todos es juzgado; lo oculto de su corazón se hace
manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que
verdaderamente Dios está entre vosotros” (1 Co.14:24-25).
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