Hijos del día
Hijos del día (un prólogo a Apocalipsis 11)
El día empiece en Aniak, Alaska |
Debido a que éste
es un libro de profecías de los últimos tiempos, los estudiantes de escatología
buscan el arrebatamiento de la iglesia. Ellos quieren saber dónde y cuándo ocurre,
entre todos los eventos del libro. Antes, a menudo se escuchaba que Juan
representaba a la iglesia, cuando oyó decir, “sube acá…” (4:1), por una voz como trompeta, pero ya no lo escucho
mucho y no sé la razón de por qué. Sin embargo, la mayoría de personas que
piensan que el Apocalipsis profetiza acerca de cosas futuras y creen en un
milenio literal, todavía opinan que el arrebatamiento ocurre después de los
mensajes a las iglesias en los capítulos 2 y 3, y antes de la escena que toma
lugar en los capítulos 4 y 5. Ese punto de vista se llama el arrebatamiento pre-tribulacionista; simplemente creen que Cristo
vendrá a por Su iglesia antes de la Semana 70 de Daniel.
Otros creen que el
rapto tomará lugar cuando Cristo regrese, como está descrito en Apocalipsis 19,
al terminar la gran tribulación; este es el punto de vista post-tribulacionista. El versículo 7 de ese mismo capítulo anuncia
las Bodas del Cordero, y después Cristo se presenta sentado sobre un caballo
blanco. Ellos enseñan que la iglesia se levantará para encontrarle en el aire e
inmediatamente bajar a la tierra con Él, para entrar al Milenio y reinar con Él
sobre la tierra.
Es cierto que, por
las características espirituales del escritor, Juan, y por el estilo de su
libro, no es fácil encontrar el arrebatamiento aquí. El apóstol Pablo nos lo
describió muy claramente en sus epístolas (los pasajes que os pedí contemplar
al terminar el último capítulo), sin embargo, ésta no es la manera de Juan. Por
ello, con la ayuda de las descripciones acerca del rapto que nos da Pablo,
tendremos que intentar encontrar su lugar en el Apocalipsis. Un amigo mío,
experto en el tema, enseñó: “No hay ningún otro lugar como este lugar en
cualquier lugar cerca de este lugar, así es que, ¡este tiene que ser el lugar!”
Hay algo gracioso en esta frase, pero más o menos describe el rompecabezas que
intentaremos resolver.
Voy a intentar
daros un tercer punto de vista. Se llama el arrebatamiento
midi-tribulacionista. Espero poder presentarlo
humildemente, sin controversia ni rencillas en mi espíritu. No me considero un
experto, pero lo haré lo mejor que pueda. Mi intención es que puedas tomar en cuenta
esta opinión y sopesar la evidencia con los otros puntos de vista.
Debo contaros cómo,
personalmente, este tema me ha impresionado. Fue en 1956, cuando tenía sólo doce
años de edad, que nuestra familia, nuestra iglesia y muchos otros cristianos
entramos en un movimiento maravilloso del Espíritu Santo. Una de las
características de aquel tiempo era la claridad y la unción sobre la enseñanza
de la palabra. Fue entonces, cuando mi padre y algunos compañeros del
ministerio leyeron un libro acerca del rapto
midi-tribulacionista. Fueron tan conmovidos por tal interpretación de la
profecía que cambiaron sus puntos de vista; pasaron de ser proponentes del rapto
pre-tribulacionista al rapto midi-tribulacionista.
Su enseñanza me
influyó más profundamente que cualquier otra que haya escuchado hasta ahora,
aunque he prestado mucha atención a la enseñanza de las otras posiciones,
muchas veces muy bien presentadas, e incluso por amigos íntimos y otros
cristianos a los que respeto mucho.
Ahora, permíteme presentar
brevemente un punto importante a tener en cuenta acerca de toda la doctrina
bíblica: No debemos dejarnos influir por la elocuencia del que mejor debate. Debatir
bien no es sinónimo de tener razón, así es que debemos evaluar y juzgar el
contenido del tema a debatir, por encima de las capacidades del que lo
presenta. Siempre debemos inclinarnos y concluir a favor de las mejores
evidencias.
Reconozco que
escribo acerca de una teoría, como todos los estudiantes de escatología deben
reconocer, pero también respeto las otras dos opiniones. Cada posición tiene tanto
sus puntos fuertes como sus puntos débiles. Es un gran error llegar a romper la
comunión por diferencias de opinión acerca de la profecía, aunque tengo que
decirte que habrá iglesias que no te aceptarán a menos que estés de acuerdo con
sus puntos de vista proféticos. Sin embargo, creo que esta práctica no es sana
y se aproxima al fanatismo.
La luna sobre Rumania |
Otro punto que creo
que debemos considerar es no ver todos los eventos de los sellos y las trompetas
cronológica-mente, siguiendo uno al otro estricta-mente, porque esto nos dará serias
dificultades. Pienso que es mejor centrarnos en los detalles de los juicios que
quererles ubicar en un tiempo exacto. En Apocalipsis, no empezamos a ver una
clara cronología hasta llegar al capítulo 11.
Otro obstáculo que
tenemos que saltar es el del regreso inminente de Cristo, como lo enseñan los
de la posición pre-tribulacionista. Por esta razón, y como preparación para
entrar en el capítulo 11, una de las porciones que te pedí considerar fue 2
Tesalonicenses 2:1-3: “Pero con respecto
a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con Él, os rogamos,
hermanos, que no seáis sacudidos fácilmente en vuestro modo de pensar, ni os
alarméis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera de
nosotros, en el sentido de que el día del Señor ha llegado. Que nadie os engañe
en ninguna manera, porque no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea
revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición”.
Pablo desafió a uno
o varios falsos maestros de su día, quienes incluso usaron, aparentemente, una
carta falsificada como si fuera de Pablo. Reclamaban lo que Pablo niega aquí,
que el día del Señor ya había llegado. No cabe duda de que la carta se refería
al rapto de la iglesia – “la venida de
nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con Él…”. Él enseñó sobre este evento en su primera carta, 1 Tesalonicenses
4:13-18, que pedí que leyeras.
Pablo aseguró que había
dos cosas que tenían que suceder antes de este evento:
1) Primeramente,
tenía que acontecer una apostasía (exactamente
igual que en español) general, palabra que en griego guarda relación con la
palabra usada para divorcio (apostasion).
Podemos concluir entonces que la apostasía, de la cual escribe Pablo, es un divorcio o alejamiento de Cristo por parte de la iglesia nominal. Yo creo que
será algo tremendo y que en este momento estamos al borde de verlo acontecer.
También creo que
estamos viviendo en el tiempo en el que las características de la iglesia de Laodicea
son las que dominan (puedes consultar nuestro estudio sobre la iglesia de
Laodicea en el capítulo 3:14-22). Jesús dijo que, sí no se arrepentía, Él la vomitaría
de su boca. Entonces llama desde fuera al individuo que está dentro: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si
alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”
(Ap.3:20). Así, de manera personal, el cristiano que es serio y sincero, que
está cansado del engaño y de la corrupción que hay dentro la “iglesia”,
responderá al llamado. Se gozará de la maravillosa comunión con Cristo y con
hermanos del mismo ánimo, mientras que Laodicea
se incorporará al sistema mundial, que finalmente terminará en Babilonia. Las zonas
grises desaparecerán; lo negro será
muy negro y lo blanco muy blanco.
2) El hombre de
pecado, el hijo de perdición, se refiere al anticristo. Yo no veo ninguna otra
interpretación posible, y Pablo nos está diciendo que, no solamente existirá,
sino que se revelará cuando la iglesia se reúna con Cristo en el rapto. El
anticristo ya será una fuerza verdadera al empezar la Semana 70 de Daniel, pero
no se revelará como el hombre de pecado y perdición hasta la mitad de la
semana, con la abominación desoladora. Esto es muy claro en Daniel 9:27. Por
eso el arrebatamiento de la iglesia no puede ser totalmente inminente.
Después de escribir
acerca del rapto al terminar el capítulo 4, Pablo, en el siguiente capítulo,
enseña acerca de los tiempos y las épocas de la venida de Cristo. Él dijo que
vendría como un ladrón en la noche, pero por favor, observa para quienes vendrá
de esa manera. En el versículo 3 del capítulo 5, el sujeto de la frase es ellos, o en algunas versiones la gente… “cuando estén diciendo: Paz y
seguridad” … y continúa la frase….
“entonces la destrucción vendrá sobre ellos…”
Sin embargo, en el
versículo 4, hablando a los cristianos, Pablo dice: “Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que el día os
sorprenda como ladrón”. Lo deja
muy claro: “Todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día”, y finalmente concluye diciendo: “No nos ha destinado Dios para ira, sino
para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Los
hijos de la luz son avisados en cuanto a los días en los que viven y, aunque
nadie puede saber el día ni la hora de Su venida, podemos saber los tiempos y
las épocas. Por eso, yo animo a los cristianos a estudiar la profecía de los
últimos tiempos y también, por esta razón, creo que el arrebatamiento tomará
lugar en medio de la Semana 70 de Daniel. Ahora, estemos muy atentos para ver las
señales dadas en el capítulo 11, concernientes a aquel tiempo.
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