Cartas personales de Ravenhill
Cartas personales recibidas de Leonard Ravenhill
Al
leer las 600 páginas que contiene la biografía de Leonard Ravenhill, me
acordé de las fotos tomadas mientras esperábamos con Leonard y Martha
su vuelo desde Minneapolis hacia Dallas. Habíamos tenido reuniones con
Len, patrocinadas por varias iglesias del área de Minneapolis.
No
encontré las fotos, pero sí unas 45 cartas que recibimos de Len entre
1983 y 1993, que no había tocado desde hacía muchos años. Len murió en
1994. Poco antes de morir, Len escribió el prefacio para nuestro libro, El Cristo del Apocalipsis.
Este prefacio fue más que el resultado de una petición aleatoria a un
reconocido autor para llamar la atención del público cristiano. Fue más
bien algo concedido después de años de comunicación, no solamente por
correo, sino a través de conversaciones telefónicas y una visita al
hogar de Ravenhill, mientras atravesábamos Tejas, rumbo a Méjico.
Después de enviar a Len una buena porción del manuscrito de El Cristo del Apocalipsis,
le llamé desde Alemania, donde estábamos viviendo en ese momento. “He
leído tu obra dos veces”, me dijo, “y la estaba repasando por tercera
vez en el momento que llamaste”.
David, Len, Marta, y Margarita al lado derecha |
Margarita
conoció a la familia Ravenhill en los años 60, en la escuela para
entrenamiento misionero Bethany Fellowship, donde asistió a las mismas
clases que los
hijos de Ravenhill, Paul, David y Philip. La familia vivía en las
instalaciones de Bethany. Yo le conocí muchos años después, tras enseñar
en la universidad Crown de la Alianza Cristiana y Misionera. Margarita y
yo asistimos a casi todas esas reuniones.
Lo que sigue es lo que Leonard Ravenhill escribió en el prefacio del libro: “De
una docena de libros que tengo sobre el Apocalipsis, éste, escrito por
mi amigo Lowell Brueckner, es el que más me ha impresionado. Es directo,
práctico, doloroso, pero provechoso. No fija ninguna fecha, ni se
esfuerza en interpretar el número 666, ni nombra al Anticristo.
Cuando
leo este libro, están en mi mente las palabras del profeta: “Suena una
alarma en mi sagrado templo”. La ocasión para la publicación de este
libro es perfecta. Estamos en una hora crítica en la historia de la
humanidad. Los hombres ignoran a Cristo como la Luz del Mundo. Él
dijo:“los hombres aman más la oscuridad que la luz”. Todavía lo hacen.
Las tinieblas cubren la Tierra y pone a los pueblos en la más densa
oscuridad. Hemos apagado diez luces (Los Diez Mandamientos) en cada aula
de las escuelas. La Biblia… lumbrera a nuestro camino… es olvidada en
la mayoría de los hogares. Así, nuestros hijos luchan y tropiezan en la
oscuridad. Predicar la Biblia se está perdiendo en muchas iglesias.
Leyendo
el libro, volví a quedar absorto por los imponentes sucesos que Jesús
anuncia en el Apocalipsis: “Cosas que PRONTO ocurrirán”. Añadiendo a
esto, Hebreos 1:2: “En estos postreros días…”, palabras dichas hace 2000
años.
Este libro tiene un mensaje vital para nuestros días cuando en la iglesia:
Nunca ha habido más diálogos sobre la fe y a la vez más rogativas.
Nunca ha habido más evangelismo y a la vez menos avivamiento.
Nunca ha habido más enseñanza sobre la Biblia y a la vez más confusión.
Nunca ha habido más creyentes y a la vez menos discípulos.
Nunca ha habido más hechos y a la vez menos fervor.
Nunca ha habido más seminarios y a la vez menos santos.
Nunca ha habido más conocimiento sobre la Biblia y a la vez menos comprensión.
Nunca ha habido más esplendor exterior y a la vez más harapos en el interior.
Nunca ha habido más banquetes y a la vez menos ayuno.
Nunca ha habido más creencia y a la vez menos conducirse por los Evangelios.
Pensé
que sería bueno compartir en este blog algunas de las gemas de
Ravenhill, contenidas en estas 45 cartas personales… citas breves de un
experto en declaraciones concisas y precisas. Sus cartas contenían
muchas, mezcladas con noticias personales. Brotaban del corazón y mente
de un hombre que pasaba mucho tiempo a solas con Dios… más de lo que la
mayoría de nosotros podemos imaginar e incluso pudiéramos creer.
Len y Martha en el avión, volviendo a Tejas después de tener reuniones en Minnestoa |
|
Miércoles, 4 a.m.: El fin de semanas con vosotros fue algo memorable.
No
hay verdad bíblica que sea suave; nosotros tratamos con la autoridad
santa y asombrosa que desciende desde arriba. Ay, hoy el pecado es tan
aceptado, tan encantador… tan de moda, tan emocionante… tan creído y a
la vez, sin embargo, tan condenador. Solamente el Espíritu Santo trae la
convicción contra una profana manera de vivir.
Anhelamos
aquí las lluvias, en todo sentido. El avivamiento tiene que llegar
antes del día grande y glorioso del Señor. Tenemos que observar los
cielos abiertos, aguaceros de misericordia antes de los aguaceros del
juicio. El embarazo espiritual tiene que preceder al nacimiento
espiritual.
¿Estás seguro que no puedes pasar un año en Tejas antes de mudarte a Alemania?
Espera
otras palabras citadas por Ravenhill en las cartas que nos escribió.
Colgaré más bajo el tema “avivamiento”, ya que éste era el lema de
Ravenhill.
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21 de junio de 2020, 17:39
Gracias por mantener el Legado de Ravenhill vivo entre los hispano hablantes. Ojalá se traduzcan más material de el incluyendo hasta sus libros!!!
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