Raíces del adventismo
Profecías calculadas erróneamente y un
golpe en la cabeza
Helen G. White (1827-1915) |
El subtítulo, en nueve palabras, contiene la historia de
los adventistas. Este es el último de una serie de cuatro artículos en los cuales
hago un intento dar al lector un conocimiento básico de tres sectas mayores,
todos con sus orígenes en los Estados Unidos. Una es la de los mormones, o más
correctamente llamada, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Tiempos. La segunda es la de los Testigos de Jehová y la tercera secta es la de
los Adventistas del Séptimo Día. Titulé el primer artículo “El dios del
mormonismo”, publicado el día 14 de agosto.
Seguimos con “Raíces de la poligamia mormona, publicado el día 17 de
agosto, y el día 24 de este mes, “Falsos Testigos”, por supuesto, sobre los
Testigos de Jehová. Puede ser que quisieras leer o repasar los artículos de nuevo.
Permíteme darte una liste de características e ideas que
estos tres grupos tienen en común:
1. Los fundadores tenían principios espirituales muy
inestables que no demuestran un nuevo nacimiento bíblico, y por eso no son
nacidos del Espíritu, ni enseñados por Él. Jesús dijo que sin el nuevo
nacimiento es imposible “ver” el Reino de Dios (Jn.3:3). El apóstol Pablo
declaró que “el hombre natural”, sea el hombre solo sin el Espíritu Santo, no
entiende las cosas de Dios (1 Co.2:14). Cualquier persona en
tal posición será dirigida por su propia mente a múltiples tipos de error (sin
mencionar el hecho que espíritus de demonios tomarán ventaja de la situación).
Verás que todos de ellos hacen un esfuerzo, intentando que los misterios
indecibles de Dios entren en la mente natural del ser humano y rechacen todo lo
que la mente no puede contener. Este es el problema básico de los tres.
2. Todos los fundadores de
estas sectas fueron personas expuestas al evangelio, pero rechazaban las
iglesias establecidas de su día. Estaban contra a la iglesia y hallaron una
nueva revelación. Ellos enseñaban que las iglesias iban para la apostasía y que
eran deficientes en conducir a su pueblo a la verdad.
3. Los fundadores por lo
regular era gente ignorante sin un buen trasfondo o entrenamiento teológico.
4. Verás que ninguno
de ellos aceptan o enseñan una salvación que viene puramente por la gracia de
Dios. Todos confían en las obras para salvarse.
5. Todos de ellas señalan y
son muy dependientes de literatura y enseñanzas aparte de la Biblia, sin las
cuales nadie puede ser alumbrado apropiadamente en sus puntos de vista
particulares del cristianismo, y enfatizan experiencias, tales como visiones y
sueños, de donde han recibido la luz sobre sus llamamientos y doctrinas.
6. Cosas físicas y
exteriores, como la comida, ciertos días, el bautismo, y muchos otros detalles
tiene mucho que ver en su presentación de la “salvación”. Autoritarismo exige
la sumisión a su gobierno y ningún estilo de individualismo es aceptado. No es
permitido ningún movimiento sin la aprobación del liderazgo. Una verdadera
relación personal con Dios y la conducción personal de Dios no existe entre
ellos.
7. Todos han crecido
rápidamente y hoy en día tienen millones de miembros en todo el mundo.
“Milleristas”
William Miller (1782-1849) |
En este artículo haremos un corto estudio sobre el Adventismo del Séptimo Día, una secta que empezó a desarrollarse en el mismo tiempo y en el mismo territorio del mormonismo. Los adventistas primeramente fueron conocidos como "milleristas", porque seguían a un solo hombre, William Miller.
Miller primeramente fue enseñado por su madre a la edad
de nueve años, asistió a la escuela del distrito de East Poultney (en el estado
de Nueva York), pero nunca recibió algún entrenamiento teológico. Después de
casarse, él fue granjero, rechazando su trasfondo bautista y se hizo un deísta.
Después intentó de establecer su fe bautista de nuevo con una determinación de
satisfacerse, armonizándola con las contradicciones de sus propias experiencias
religiosas. Empezó a la vez de participar en su iglesia.
El estudio bíblico personal de Miller comenzó a enfocarse
en las profecías de los últimos tiempos y él concluyó que Cristo volvería entre
21 de marzo, 1843, y 21 de marzo, 1844. Sus puntos de vista fueron en gran
parte rechazados por su iglesia, pero teniendo oportunidad publicarlos, pronto
ganó la atención de multitudes que fueron llamadas “milleristas” por el
público, pero preferían llamarse a sí mismos “adventistas”. El 21 de marzo pasó
sin incidente y Miller recalculó al día 18 de abril. También el 18 de abril
vino y pasó y entonces Miller propuso el 22 de octubre. La gente le seguía por
los miles, vendía sus propiedades, se aislaba de sus iglesias locales y
esperaba… todo en vano.
Sin una membresía oficial era difícil estimar los números
de seguidores, así el mínimo calculado era 50.000 y el máximo 500.000. Todos
vivían un desánimo tremendo y de hecho ese tiempo fue nombrado “La gran
desilusión” (Gran Decepción o Gran Chasco). Algunos volvieron a la Iglesia
Bautista, algunos se hicieron cuáqueros o ‘shakers’, y otros quedaron
totalmente desilusionados con el cristianismo. Sin embargo, los adventistas más
necios continuaban, convencido que estaban en el camino correcto y que Dios les
diera luz.
Varias interpretaciones “espirituales” aparecieron con el
intento de explicar a las profecías fracasadas, reclamando que la profecía de
1844 tuvo un verdadero significado. Después, Ellen White enseñaba mucho sobre
esta predicción y ha formado una doctrina básica y exclusivamente de los adventistas.
Hoy, la Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene como 18 millones de miembros,
y ¡todavía es leal al legado de William Miller!
Ellen White
Algunos de los adventistas vinieron del movimiento
Bautistas del Séptimo Día. ¡William Miller mismo no fue un sabatista! Las dos
posiciones empezaban a combinarse y Ellen (Harmon) White (1827-1915), del
estado de Maine, aceptó las dos posiciones. Ella fue un seguidor de Miller.
A las nueve años de edad, Ellen Harmon sufrió una herida
muy grave, golpeada en la nariz por una roca, y fue casi siempre en una coma
por tres semanas. Mejoró muy lentamente y estaba mal de salud por muchos años.
Sus padres eran Episcopales Metodistas que salieron de su iglesia y aceptaron
totalmente las enseñanzas adventistas. Ellen, entonces, tenía 17 años cuando
ocurrió “La gran desilusión”. Ya en 1940 ella escuchó la predicación de Miller
y se espantó grandemente, creyendo que estaba perdida. Después en un campamento
metodista, ella “cayó bajo el poder”. Ella tenía sueños de ir al cielo,
encontrando a Jesús y sintió así alivio, entonces volvería a la desesperanza, y
así vacilaba, provocada por las profecías de William Miller y el golpe que
recibió de niña.
Después de 1844 ella tenía muchas visiones que la
ayudaban formar sus posiciones doctrinales. En 1846, se casó con James White,
quien aceptó sus visiones, y ella aceptó su doctrina sobre el sábado del
séptimo día. Ellos trabajaban juntos, visitando a los grupos por todo Nueva
Inglaterra que seguían con las creencias adventistas. Empezaron a escribir y
organizar y pronto una denominación iba formándose y solidificándose. En 1863,
la denominación fue oficialmente establecida. Ellen White nunca tuvo una
posición oficialmente, pero su influencia era y sigue siendo aplastante.
El plagio
Ellen White recibía por “la revelación” reprensiones
severas de parte del Señor mismo para ciertas personas que se oponían a sus
llamados “testimonios”, y a veces ella daría estos mensajes a algún individuo
públicamente. Ella escribía sobre asuntos de salud y recomendaba el
vegetarianismo. Fácilmente fue probado que ella copiaba directamente palabra
por palabra autores ajenos. Esta práctica fue escondida del miembro común de
los adventistas, pero en un pasado no tan lejos, en 1982, un ministro adventista
expuso lo que él llamaba “The White Lie” (La mentira blanca), en la cual culpó
a la Sra. White de múltiples asuntos del plagio. Algunas de sus pretendidas
“revelaciones de Dios”, en realidad, ¡vinieron de otros autores!
Pongo una declaración de Pamela Starr Dewey in Field
Guide, un sitio web que trata la controversia dentro de la Iglesia Adventista
hoy in día: A pesar de las protestas de la denominación que todas sus
doctrinas son basadas de la Biblia, la realidad es que casi todos los aspectos
peculiares del sistema de creencias y las prácticas de la denominación son
basadas directamente de las obras de Ellen G. White. Si su credibilidad es
destruida, mucho de la fe adventista no tendría ninguna base.
Las revelaciones de la Sra. White incluían muchas, pero
muchas, profecías que, igual que le pasó a William Miller, nunca se cumplieron.
Si hubieran vivido en el tiempo del Antiguo Testamento, hubieran sido
apedreados como falsos profetas. Un falso profeta era alguien que profetizara cosas
que no cumplirían.
Una pequeña lista de
errores mayores
He tomado el espacio necesario para contar la historia de
los orígenes del adventismo, porque es extremamente importante conocer las
raíces de cualquier árbol espiritual. Jesús dijo, “Si el árbol es malo, no
puede producir buen fruto.” Lo que dije sobre los mormones entra aquí para los
adventistas. Nos habla fuertemente de la necesidad del arrepentimiento. En
lugar de arrepentirse de los errores proféticos de William Miller, Ellen White
los justificó, entrando con una doctrina que hasta la fecha es exclusivamente
de los adventistas. Echa a perder todo lo que suena muy evangélico en sus
enseñanzas sobre la salvación y la gracia de Dios y da otro significado a todo
lo que profesan creer. ¿Cómo puede la verdad salir de un error? ¡No puede ser!
Hay que arrepentir del error humildemente, y no justificarlo orgullosamente,
para hallar la verdad. Las raíces adventistas son totalmente erróneas y
por eso el fruto presente no puede ser legítimo.
Desafiar bíblicamente las posiciones doctrinales de los
adventista tomará mucho lugar y por eso, sencillamente pondré sus puntos de
vista delante de ti, confiando que el lector tiene suficiente conocimiento
bíblico para reconocer inmediatamente los errores. Si tienes problemas o
preguntas, por favor no tengas dudas en contactarme sobre ellos. Por lo pronto,
vamos hacer una lista de algunos de los errores más grandes de los Adventistas
del Séptimo Día, con 18 millones de miembros en el mundo hoy en día:
1. Guardar el sábado. Sábado es guardado como el día de
adoración para los adventistas y dejar de hacerlo es desobediencia. La Sra.
White vio en una visión en que fue llevada al cielo y escuchó una voz,
diciendo, “Acuérdate del Sábado para guardarlo santo.” Ellos enseñan que la
adoración dominical fue introducido por Constantino en 320 A.D. Sencillamente
diré que por los escritos de los padres más antiguos de la iglesia, desde 70
A.D. hasta 300 A.D. demuestra que los cristianos en los primeros tres siglos ya
se reunían en el primer día de la semana antes de Constantino.
2. El alma duerme. Esta
doctrina también puede llamarse “inmortalidad condicional”. Los adventistas
enseñan que al morir, el alma duerme y espera a la resurrección en el último
día. Con esto están declarando que un creyente, después de la muerte ha estado
o estará inconsciente sobre los siglos y no conscientemente en el cielo.
Obviamente esto es un esfuerzo del diablo para desconsolar el pueblo de Dios y
es un argumento que fácilmente se refuta por lo que escribió Pablo que estar
ausente del cuerpo es estar presente con el Señor.
3. Jesús, al tomar carne,
heredó la naturaleza pecaminosa del hombre. Esta doctrina es una herejía
blasfema y digna de condenación. Cristo tomó la carne humana, pero sin pecado,
dice el apóstol. La naturaleza de cualquier ser, animal o humano, determinará
sus acciones. Decir que Cristo tenía una naturaleza pecaminosa es lo mismo
decir que fue un pecador… es blasfemia y niega la necesidad de tener un Cordero
sin mancho, para que pague, no por sus propios pecados, sino por los nuestros.
4. Guardamos nuestra salvación por
guardar la ley. Como resultado, los que no guarden literalmente el Sábado, el
cuarto mandamiento, no podemos ser salvos. Como siempre, las obras entran para
obtener o mantener la salvación para todas las sectas. “Por la gracia sois
salvos por medio de la fe y esto no es de vosotros, pues es don de Dios, no por
obras, para que nadie se gloríe.” El propósito entero del evangelio es proveer
la salvación por nosotros que no hemos podido obtenerlo. La perfección es
necesaria en el Reino de Dios y nosotros, en nuestro mejor estado, somos
imperfectos. Para cada creyente, la misericordia triunfa sobre la justicia.
5. El juicio investigador.
Algo de que la iglesia no sabía antes que fue inventado exclusivamente por los
adventistas. Empezando en el 22 de octubre, 1844, Cristo entró en la “fase de
juicio” de Su ministerio, por lo cual borra el pecado. Cristo entró en el Lugar
Santísimo, no después de Su ascensión, sino en 1844. Otra vez, esta es herejía.
Es la doctrina de que escribí antes que echa a perder la obra de la cruz y
redefina la salvación y la justificación de los pecados. Es un intento
complicado de excusar el error inmenso de William Miller en su tercer y último
predicción de la segunda venida de Cristo. Es un intento decir que sí pasó
algo, aunque no hubo ninguna evidencia física. Lo hacemos todo sencillo,
diciendo que todo el asunto es una herejía estúpida.
6. Satanás es el macho cabrío
que llevó nuestros pecados al desierto. Es una falsa doctrina al mal
interpretar Levítico 16. Le hace a Satanás co-redentor con Cristo. Es fácil ver
que Satanás tuvo que ver con esta interpretación. Da descrédito a Cristo y
arruina la salvación. Es otra blasfemia adventista.
7. La marca de la bestia en
Apocalipsis se entiende por guardar el domingo. ¡Ridículo! Lee todo el libro de
Apocalipsis para ver lo que dice del anticristo y su marca. A ver si dice algo
sobre adorar a Dios en el domingo. Juan estuvo adorando en el domingo cuando
recibió la revelación. En capítulo uno escribe, “Yo estaba en el Espíritu en
el día del Señor”. Los padres de la iglesia primitiva usaban el mismo
término al hablar del primer día de la semana, cuando Cristo se levantó de los
muertos, se manifestó a Sus discípulos siempre en ese día y por esa razón, los
seguidores empezaron a reunirse en ese mismo día, como sugiere el libro de los
Hechos y las cartas de Pablo.
8.
No
hay un infierno eterno, sino una aniquilación de los condenados. Ellos cesarán
de existir. Es una contradicción total de la Escritura y es muy semejante a la
doctrina de los Testigos de Jehová. Charles Russell, el fundador de los
Testigos, asistió a las reuniones de los adventistas, antes que empezó su
movimiento. Se ve que se utilizó de algunas de sus enseñanzas. Solamente daré
un versículo de la boca misma del Verbo de Dios hecho carne: “Irán estos al castigo
eterno, y los justos a la vida eterna” (Mt.25:46).
9.
Hay
muchas leyes de dieta en el adventismo y muchas practican el vegetarianismo. El
puerco es prohibido. La enseñanza de Jesús minimizó la importancia de los
alimentos, y enfatizó el estado interior del hombre, pero encontrarás entre los
adventistas y los mormones que la comida y la religión exterior tiene gran
significancia.
Y podríamos seguir con la lista. Estamos exponiendo
enseñanza hechas por los hombres, enseñanzas que tuercen las Escritura. La
iglesia Adventista del Séptimo Día ha sido, es y siempre será una secta.
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