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Lowell Brueckner

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 Acabo de terminar mis comentarios expositivos con la segunda epístola de Pedro, después de la primera, y también la de Santiago. Estas tres, por cierto, pertenecen a las epístolas generales. También he comentado sobre otros libros de la Biblia: Eclesiastés, Isaías, Jeremías, Daniel, Zacarías, 1 Corintios, Gálatas, Hebreos y Apocalipsis, además de un libro con meditaciones diarias sobre los Salmos. De momento, considero dejar la enseñanza expositiva de la Biblia, y estoy pensando otras cosas.

 Quisiera volver a compartir con vosotros antiguos artículos del blog, que pienso que son especialmente importantes, como por ejemplo uno sobre el avivamiento de Mukti en la India, que estuve leyendo el otro día. También algunos mensajes recientes de nuestros hijos: Mike, Daniel y David, y repetir otros de ellos, ya colgados aquí. Quisiera dedicarme a una antigua autobiografía de Charles G. Finney, publicada en 1911, que ya no se imprime. La encontré en la biblioteca de mi padre en los años sesenta, y todavía la conservo, aunque le falta la portada y unas cuantas páginas del principio. Cuando la descubrí, al principio de mi ministerio, una llama empezó a arder en mi alma, y continúa hasta hoy, en el siglo XXI. Pienso copiar algunos capítulos significantes, y creo que estarán a tu disposición en mi blog en un futuro cercano. Además, quisiera descubrir el corazón de Jonathan Goforth, quien vio avivamiento misionero en China.

Estas obras serán una inspiración y de edificación para los lectores en su progreso espiritual. Estamos viviendo en tiempos significantes, aproximándonos al final de esta época. El cristianismo nominal, prevalente en estos días, no ayuda al alma hambrienta, y existen pocos autores contemporáneos que pueda recomendar. Estoy seguro de que podremos encontrar muchas tesis doctrinales, pero muchas de ellas son pozos y nubes sin agua. Hace falta un aguacero espiritual en nuestros tiempos, como sucedió en varios lugares en Gales, en las islas Hébridas y en América, por el Gran Despertamiento de Jonathan Edwards, seguido por los avivamientos de Charles Finney.

 Si este es el anhelo de tu corazón, visita esta página en un futuro cercano. Mi deseo es ver a cristianos buscar al Señor ahora; gente, cuyos corazones ardientes se satisfagan, no sólo por la palabra escrita de Dios, sino por los hechos providenciales del Espíritu Santo. Espero provocar estos apetitos y avivar el fuego del alma. ¡Que Dios nos ayude a despertar en tiempos sin precedentes y hallar nuestro lugar como hijos del día, para que no seamos sobrecogidos por el ladrón en la noche!


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