9 – 17 Abril Meditaciones diarias de los Salmos
Después de esta serie de meditaciones, tendrás que buscarlas al lado, donde dice "Categorías". Entonces tendrás que abrir "Meditaciones diarias" y buscar las que siguen. Estará entre las más antiguas, ya que es la primera serie que colgamos. Allí siempre puedes tenerlas todas, para todo el año.
9 de Abril Salmo 32:8-11
8. Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti
fijaré
mis ojos.
9. No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de
ser
sujetados con cabestro y con
freno, porque si no, no se acercan a ti.
10. Muchos dolores habrá para el impío; mas al que espera en Jehová, le
rodea la
misericordia.
11. Alegraos en Jehová y gozaos, justos; y cantad con júbilo todos vosotros
los
rectos de corazón.
El
Señor mismo es quien interrumpe el Salmo y la oración de David. La oración
es una carretera de doble sentido. Dios
dice: “Voy a empezar a instruirte y a
guiarte en mi camino”. Después nos enseña
que el cabestro y el freno son para
animales cabezotas, para forzarles y
prohibirles que cumplan sus deseos salvajes.
La salvación de Dios es para el corazón
quebrantado y rendido. Dios desea tener
gente cuya obediencia proceda de un
principio de naturaleza interior, provocada
sólo por una leve indicación, y mansa
hasta el punto de no necesitar controles
exteriores; gente para la que conocer el
anhelo de su Señor sea suficiente demanda
o, como dijo Pablo: “El amor de Cristo
me obliga”. Romanos 6 nos explica como
Jesucristo ha dado un golpe fatal al
hombre viejo con sus maneras rebeldes y
egoístas.
La
confianza es la esencia de todo lo que tiene que ver con Dios. La obra de
misericordia de Jesús se cumple en
justicia en los que se rinden totalmente a
Él. Al terminar Su obra, el hombre tendrá
razones de sobra para gozarse, ya
que se encontrará aceptado, completo y sin
reservas delante del Omnipotente.
10 de Abril Salmos 33:1-5
1. Alegraos, oh justos, en Jehová; en los íntegros es hermosa la alabanza.
2. Aclamad a Jehová con arpa; cantadle con salterio y decacordio.
3. Cantadle cántico nuevo; hacedlo bien, tañendo con júbilo.
4. Porque recta es la palabra de Jehová, y toda su obra es hecha con
fidelidad.
5. El ama justicia y juicio; de la misericordia de Jehová está llena la
tierra.
Los
injustos nunca pueden alabar a Dios. La gloria del Señor está tan involucrada
con la justicia, el juicio y la verdad,
que la alabanza sólo puede proceder de un
corazón que posea estos atributos. El
Salmo nos exhorta a alabarle, porque Su
palabra es recta y Él ama la justicia y el
juicio. Labios inmundos y corazones
hipócritas no pueden hacerlo.
Los
justos aman lo que su Señor ama. Encuentran en Él lo que va de acuerdo
con sus almas redimidas, y se regocijan en
Su palabra y Sus hechos. Sus corazones
se llenan de satisfacción al ver que no
transigen con la injusticia y nunca dan
lugar a lo que es falso. No pueden tolerar
lo que conduce al desarrollo del pecado
o del error. Saben que, tanto el mundo
como el individuo, sólo podrán hallar
descanso en la justicia de Dios.
Sólo
Dios es digno de una alabanza de todo corazón, y por eso, cuando le
alabamos, podemos hacerlo con vigor. La
voz puede expresarse con plenitud de
tono y volumen, y los dedos pueden tocar
con fuerza y libertad. No debe haber
reservas delante de un Dios que, tan
generosamente, ha distribuido Su bondad.
Él ha hecho todo bien.
11 de Abril Salmo 33:4-11
4. Porque recta es la palabra de Jehová, y toda su obra es hecha con
fidelidad.
5. El ama justicia y juicio; de la misericordia de Jehová está llena la
tierra.
6. Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de
ellos
por el aliento de su boca.
7. El junta como montón las aguas del mar; él pone en depósitos los
abismos.
8. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los habitantes
del
mundo.
9. Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió.
10. Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las
maquinaciones de
los pueblos.
11. El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su
corazón por todas las
generaciones.
Todo
lo que Dios hace, lo hace fielmente, de acuerdo a su naturaleza pura. A
menudo los cristianos creen necesario
tener que usar estrategias deshonrosas para
llegar a un fin noble. En otras palabras,
piensan que un buen fin justifica cualquier
medio para alcanzarlo; pero cuando
exageran o mienten, lo hacen por su propia
iniciativa, ya que Dios no puede tomar
parte en tales cosas. Él no necesita la obra
astuta y engañosa de hombres para promover
Su reino. ¡Fuera con la engañosa
propaganda evangélica de nuestros días!
Muchos “milagros” modernos son
producto de la elocuencia e imaginación
hiperactiva de un escritor, pero yo quiero
afirmar, que toda historia en los
evangelios y el libro de los Hechos, es la pura
verdad. Si una historia es falsa, entonces
la Biblia entera también lo es, porque
“ninguna mentira procede de la verdad” (1
Jn. 2:21).
La historia bíblica de la creación es la
verdad. Para terminar bien, uno tiene
que empezar bien. Los que tienen problemas
para creer la historia de la creación,
tienen problemas con Dios desde un
principio. No puedes tener a Dios y rechazar
Su Palabra. Aceptarle a Él quiere decir
aceptar la Biblia, que es la revelación
de Su persona, consejo y pensamiento. Sus
preceptos son absolutos y eternos,
y ante ellos, la reacción adecuada de Sus
criaturas debe ser de asombro y temor.
12 de Abril Salmo 33:11-22
11. El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su
corazón por todas las
generaciones.
12. Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él escogió
como
heredad para sí.
13. Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de los hombres;
14. Desde el lugar de su morada miró sobre todos los moradores de la
tierra.
15. El formó el corazón de todos ellos; atento está a todas sus obras.
16. El rey no se salva por la multitud del ejército, ni escapa el valiente
por la mucha
fuerza.
17. Vano para salvarse es el caballo; la grandeza de su fuerza a nadie
podrá librar.
18. He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan
en
su misericordia,
19. Para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de
hambre.
20. Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
21. Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre
hemos
confiado.
22. Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti.
La
Biblia permanece fiel, y por medio de ella, el Señor revela Su corazón a
todas las generaciones. No tenemos por que
ser ignorantes en cuanto a Él,
limitándonos al entendimiento inadecuado
del mundo. Fielmente, Dios nos ha
dejado un testimonio seguro para declarar
Su persona y Sus propósitos.
Cada
nación, aun en este siglo moderno y sofisticado, tiene sus dioses. Los
dioses de fuerza son prominentes: dioses
de guerra, dioses atómicos y dioses
de mísiles. La única nación hoy en día
cuyo Dios es el Señor, es un reino espiritual
que, en medio de los demás, abandona sus
armamentos y levanta la cruz. Debemos
sentir algo de temor, sabiendo que Dios
está mirando sobre toda escena terrenal
y examina los motivos interiores de cada
hombre. ¿Queremos saber qué es lo
que observa? Está viendo idolatría,
especialmente la manera en que el hombre
se adora a sí mismo. Él ve los esfuerzos
hechos para juntar un gran ejército y así
obtener seguridad nacional. Contempla la
confianza en el materialismo y la
esperanza dada a las maravillas
tecnológicas. ¿Podrá ver a alguien que le tema
y espere la misericordia que pueda librar
su alma de la muerte y guardarle vivo
en tiempo de hambre? ¿Cuántos hallará que
confíen en Su nombre como su único
auxilio y defensa? “Cuando venga el
Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”
Observa como la misericordia de Dios hacia
nosotros, está directamente
relacionada con la esperanza que tenemos
en Él. La confianza en Dios es la fuente
del gozo y la alabanza.
13 de Abril Salmo 34:1-3
Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec,
y él lo echó, y se fue.
1. Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi
boca.
2. En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán.
3. Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre.
Hay
dos versículos del Nuevo Testamento que van de acuerdo con el título o
la introducción de este Salmo: “Si
estamos locos, es para Dios”, dijo Pablo; y
también dijeron de Jesús: “Está fuera
de sí”. La “locura” espiritual libró a David
de asociarse a personas con mentalidad
mundana que, con frecuencia, atacaban
la propiedad de Dios. Los compromisos nos
atarán, pero una entrega radical nos
librará. ¿Considera el mundo que estamos
“locos” por Cristo?
David,
lleno de gozo, usó estos verbos para describir su reacción cuando
Abimelec le echó fuera: bendecir,
gloriar, engrandecer y exaltar. Estaba “loco”
con deseos de ofrecer alabanzas de
gratitud. Glorificaba al Señor por haber
intervenido en su situación trayendo
libertad, y quiso animar a la gente humilde
para que se uniese a él en la alabanza.
Les inspiró a exaltar unánimes a Dios desde
el corazón. Hasta el día de hoy, lo que
David escribió continúa inspirando a la
gente. Cada uno, individualmente, debemos
alabar al Señor, aunque también
necesitamos alcanzar a otros para que se
unan con nosotros en la alabanza.
14 de Abril Salmo 34:4-16
4. Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores.
5. Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron
avergonzados.
6. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias.
7. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende.
8. Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él.
9. Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen.
10. Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová
no
tendrán falta de ningún bien.
11. Venid, hijos, oídme; el temor de Jehová os enseñaré.
12. ¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el
bien?
13. Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
14. Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela.
15. Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al
clamor de
ellos.
16. La ira de Jehová contra los que hacen mal, para cortar de la tierra la
memoria
de ellos.
David
no se olvidaba de dar gracias al Señor por haberle librado contestando
su oración. La gente con quien se había
comprometido le creía loco, pero su rostro
no se avergonzaba. David fue pobre y
humilde; estaba rendido a Dios, quien le
escuchó y le salvó. Temía más a Dios que
al rey Abimelec, razón por la cual no
quiso juntarse con él para invadir Israel.
Como el profeta Eliseo, esperó las fuerzas
invisibles del Ángel del Señor para que le
librasen. ¡Qué cosa maravillosa es
estar aliado con el ejército del cielo en
medio de un conflicto! Es una manera
totalmente nueva de enfrentar una batalla.
Los
consejos para la guerra de este general, veterano de muchas batallas, fueron:
“Temedle, buscadle, confiad y esperad en
Él”. Algunas personas pueden pensar
que el temor y la fe son características
opuestas, pero para el que busca a Dios
correctamente, son características
aliadas. Los que confían en Él, gustarán de Su
bondad y serán bendecidos. A los que le
temen, no les faltará nada, incluso en
los tiempos cuando les falte a los más
fuertes y listos.
La
exhortación en cuanto al temor de Dios continúa en el versículo 11. En el
temor de Dios, guarda tu lengua de dos
maldades que te pueden cortar la vida.
La primera es no hablar mal. La
lengua de los justos tiene que estar de acuerdo
con el propósito de Dios; no debe meterse
en disgustos personales. La segunda
es no hablar engaño. La lengua del
justo es para hablar la verdad, ser honesto,
y no recurrir nunca a tácticas dudosas. Si
conoces la justicia del Señor y temes
Sus represalias, entonces tienes que
sujetar tu lengua.
Tenemos
que alejarnos de lo que nos estorba para poder movernos hacia la
meta. La maldad tiene que ver con nuestro
pasado, por eso tiene que ser
abandonada. Para el pueblo de Dios la paz
está por delante. Busca la bondad y
la paz. Sé consciente de que los ojos y
los oídos de Dios están sobre ti mientras
pasas tu tiempo en temor sobre la tierra.
Por el contrario, los malhechores tendrán
al Señor mismo como su enemigo, y Él
borrará su memoria de la tierra.
15 de Abril Salmo 34:17-22
17. ¡Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias.
18. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los
contritos
de espíritu.
19. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará
Jehová.
20. El guarda a todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.
21. Matará al malo la maldad, y los que aborrecen al justo serán
condenados.
22. Jehová redime el alma de sus siervos, y no serán condenados cuantos en
él
confían.
En
este Salmo, David nos asegura tres veces que el Señor escucha y salva a los
justos cuando éstos claman a Él. Nos está
hablando acerca del quebrantamiento;
una adquisición valiosa en la vida del
pueblo de Dios. El corazón que ha sido
roto y quebrantado, hace una invitación
sin reservas a una invasión divina. Cuando
Pedro llegó a tal estado, Dios vino a su
encuentro, le perdonó y le invistió de
poder. Para llegar a un quebrantamiento,
“muchas son las aflicciones del justo”.
Aunque el corazón se rompe, la persona
misma es librada y guardada. En cuanto
a los malvados, no serán quebrantados,
sino molidos a polvo.
En
la cruz Jesús experimentó cierta liberación. Cuando fue golpeado hasta
sangrar, clavado en esa cruz, y traspasado
con una lanza, Su espíritu fue
quebrantado, pero Su decisión quedó
intacta: “He aquí que vengo, oh Dios, para
hacer tu voluntad”. El enemigo nunca logró debilitar Su
determinación, a pesar
de que le hizo todo el daño que pudo; sólo
Su calcañar fue herido, consiguiendo
así la victoria final. Nada “nos puede
separar del amor de Dios”. El Señor redimirá
a todos Sus siervos y ninguno vendrá a
condenación, porque ha pasado de muerte
a vida. Ésta es la seguridad para todo
aquel que confía en Dios.
16 de Abril Salmo 35:1-10
1. Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden; pelea contra los
que
me combaten.
2. Echa mano al escudo y al pavés, y levántate en mi ayuda.
3. Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: yo soy tu
salvación.
4. Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; sean vueltos
atrás
y avergonzados los que mi mal intentan.
5. Sean como el tamo delante del viento, y el ángel de Jehová los acose.
6. Sea su camino tenebroso y resbaladizo, y el ángel de Jehová los persiga.
7. Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo; sin causa
cavaron
hoyo para mi alma.
8. Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa, y la red que él escondió lo
prenda;
con quebrantamiento caiga en
ella.
9. Entonces mi alma se alegrará en Jehová; se regocijará en su salvación.
10. Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú, que libras al afligido
del más
fuerte que él, y al pobre y
menesteroso del que le despoja?
Lo
que estudiamos hoy no es una defensa personal; la Biblia no apoya tales
cosas. Aquí vemos a un hombre identificado
y firme, esencialmente, con su
mensaje y ministerio. Él es un hombre de
Dios, Su embajador, y está únicamente
motivado por Su corazón. Por eso,
los enemigos de Dios son sus enemigos. Jesús
dijo: “Harán esto (a vosotros) porque
no conocen al Padre ni a mí”. Está muy
claro, que estos enemigos no son oponentes
personales con un resentimiento
simple en contra de otro hombre, sino que
lo que buscan es la destrucción eterna
de las almas. Son rebeldes, rabiosos y
diabólicos. Atacan a David para así poder
levantarse en contra de su Dios.
El
Todopoderoso tiene un escudo, un pavés y una lanza. ¿Quién puede contra
Él? Todas las amenazas de los enemigos
resultan inútiles y son prendidos en su
propia red. Dios ayuda a los pobres y
necesitados a conseguir el triunfo frente
a destructores que son más fuertes que
ellos. No tienen otros recursos más que
confiar en el Señor, y si lo hacen, su
victoria es segura. ¿Nos sentimos lo
suficientemente débiles como para poder
suplicar y así apreciar el auxilio divino?
Ésta sería la mejor posición en la que
podríamos estar.
17 de Abril Salmo 35:11-28
11. Se levantan testigos malvados; de lo que no sé me preguntan;
12. Me devuelven mal por bien, para afligir a mi alma.
13. Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno
mi alma,
y mi oración se volvía a mi
seno.
14. Como por mi compañero, como por mi hermano andaba; como el que trae
luto por madre, enlutado me
humillaba.
15. Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; se juntaron
contra mí
gentes despreciables, y yo no lo
entendía; me despedazaban sin descanso;
16. Como lisonjeros, escarnecedores y truhanes, crujieron contra mí sus
dientes.
17. Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Rescata mi alma de sus destrucciones,
mi
vida de los leones.
18. Te confesaré en grande congregación; te alabaré entre numeroso pueblo.
19. No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos, ni los que me
aborrecen sin causa guiñen el
ojo.
20. Porque no hablan paz; y contra los mansos de la tierra piensan palabras
engañosas.
21. Ensancharon contra mí su boca; dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han
visto!
22. Tú lo has visto, oh Jehová; no calles; Señor, no te alejes de mí.
23. Muévete y despierta para hacerme justicia, Dios mío y Señor mío, para
defender
mi causa.
24. Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío, y no se alegren de mí.
25. No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra! No digan: ¡Le hemos
devorado!
26. Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;
vístanse
de vergüenza y de confusión los
que se engrandecen contra mí.
27. Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan
siempre:
sea exaltado Jehová, que ama la
paz de su siervo.
28. Y mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza todo el día.
Éste
es un Salmo mesiánico, como bien lo comprueban los versículos 11, 12
y 18 especialmente. La única causa justa
de todos los tiempos es la causa de
Cristo; ésta es la que tiene que triunfar,
y triunfará. Todo lo que hay en el cielo
apoya el progreso del Reino de Cristo, sin
reparar en gastos.
No
debemos pensar que David se está refiriendo solamente a espíritus malos
cuando habla de sus enemigos, ya que nosotros
nunca oramos a favor de los
demonios (fíjate en el v. 13). El hombre
de Dios oraba por sus enemigos humanos,
tuvo misericordia de ellos en sus
angustias y sólo deseaba su bien. Sin embargo,
cuando persistieron en oponerse, pidió el
auxilio del Señor para su propia vida,
y vergüenza para ellos. De otra manera,
¿cómo podría el mundo distinguir lo que
es de Dios, lo que tiene que ver con Su
propósito soberano, y lo que no es de Él?
Dios quiere manifestarse por medio de Su
pueblo, y hace una clara distinción
entre él y los impíos. “Porque es justo
delante de Dios pagar con tribulación a
los que os atribulan...en llama de fuego,
para dar retribución...los cuales sufrirán
pena de eterna perdición...Cuando venga en
aquel día para ser glorificado en
sus santos”. (Fíjate en 2 Tes. 1:6-10)
El
Autor de nuestra salvación no se avergüenza identificándose con humanos
débiles, y se une a ellos con canciones de
alabanza y acción de gracias (He. 2:11-
12). Dios está de manera activa
involucrado en la tierra obrando a favor de Su
pueblo. Ha conseguido nuestra salvación, y
Su presencia con nosotros se manifiesta
en nuestras alabanzas.
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