Citas de gente que entiende la justicia de Dios
Tengo un libro de
meditaciones diarios que, por el mes de junio, enfatizaba el tema de la
justicia y la ira de Dios. Yo sé, por la mentalidad que existe en la iglesia
ahora, que muchos juzgarán los siguientes comentarios citados como “críticos,
sentenciosos, y faltando de amor”, pero los comentarios mismos destruirán esa
opinión. Hay una falta tremenda de hablar sobre la justicia y la ira de Dios y
por esta razón la mayoría, quizás, de cristianos hoy en día se asustan y lo juzgarán
mal lo que les ofrezco aquí. Pero la opinión de la mayoría no cambia la verdad.
El Nuevo Testamento como el Antiguo testifica claramente de la justicia y la
ira de Dios y la historia de la iglesia es una historia de gente convertida por
medio de una predicación sobre la ira de Dios contra el pecado y las
consecuencias horrorosas para las personas que persisten en el pecado.
¡Venga, pueblo, vamos a despertarnos del sueño diabólico producido por lo que
domina los púlpitos evangélicos en estos tiempos! “En lugar de cooperar con el
Espíritu Santo en la conversión de las almas, están ayudando al diablo
condenarlas”, dijo Duncan Campbell. Y añadió que el evangelismo de hoy en día,
“es una cosecha de infieles”. Están intentando decirnos que Dios pasará por
alto el pecado y amará a la persona, a pesar del hecho que tal persona ama más
a su pecado que a Dios. Estas ideas están condenando a los que creen sus
mensajes y están engañando a muchos que piensan ser cristianos, pero jamás han
visto la gravedad de su pecado delante de un Dios santo. Por eso, por favor,
pon atención a los siguientes comentarios de varios autores del tiempo
presente, como del pasado, porque lo que dicen es el cristianismo. Lo que comunmente oímos en estos días no es.
Tony Evans: “Cualquier discurso sobre los atributos de
Dios que no incluye Su ira no es completo. Peor todavía, puede ser un estudio
errante, porque una de las verdades muy real e inevitable sobre nuestro gran
Dios es que Él es un Dios de ira. El asunto no tiene que ver con si nos place o
no, lo queremos o no, o si estamos de acuerdo. La Biblia tiene más que decir
sobre la ira de Dios que lo que dice de su amor.
R. C. Sproul: “Llamamos a las gentes que quebrantan la
ley criminales, porque esto es lo que son. No son justas. Dios es justo y el
mató a Nadab y Abihú. También mató a Uza. En el Nuevo Testamento mató a Ananías
y Safira. Sin embargo, todos estos son hechos justos del juicio…”
Charles Finney: “Muchos
tienen miedo de contemplar la justicia como un atributo de benevolencia. Alguna
demostración de la justicia entre los hombres les causa recular, retroceder o
estremecerse como si vieran un demonio. Pero permite que la justicia tenga su
lugar en la esfera gloriosa de los
atributos morales de Dios. Tiene que estar allí; no puede ser de otro modo. La
justicia ejecuta la ley. Su fin es producir honestidad comercial, integridad
pública y privada, y la tranquilidad… para siempre veremos sus manifestaciones
brillantes, asombrosas, y gloriosas entre ese columna oscura de humo del
tormento de los condenados que asciende ante Dios para siempre.”
Stephan Charnock: “La
justicia de Dios es una parte de su bondad. Dios mismo pensó así, al decir a
Moisés que hará pasar todo Su bien delante de su rostro (Éxodo 33:19). Incluido
en este bien fue el hecho de que de ningún modo tendrá por inocente al malvado;
que visita la iniquidad… (Éxodo 34:7). Dios no es menos justo por castigar a
una persona por sus pecados que por recompensar a una persona que obedece a Su
voluntad.”
Un lector de Christianity
Today (El cristianismo hoy): “Hoy
en día sería fácil concluir que la ira de Dios es algo fabricado. Ya no existen
iglesias encendidas con un sentir vivo de la ira de Dios contra el pecado.
Algunos ministros sienten una necesidad de pedir disculpas por un énfasis sobre
la ira divina, y muchos teólogos piensen que es más prudente moderarla o
renovar la interpretación… El hombre moderno necesita escuchar de nuevo el eco
del mensaje de Edward, ‘Los pecadores en las manos de un Dios airado’… El Dios
de Jonathan Edward todavía está airado.”
L. W. Munhall (1843-1931): “Quien declara el amor de
Dios, excluyendo la justicia y la ira de Dios, proclama poco más que sentimientos inútiles. Nadie verdaderamente
deseará la salvación a menos que primeramente reconoce que hay algo de que tiene que ser salvado.”
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