La profecía sobre Moab
Moab, su pecado, la salvación, el orgullo
17. Un estudio expositivo de Isaías,
capítulos 15 y 16
Una pequeña historia de Moab
(pulsa para verse más grande) |
Moab nació de la hija mayor de Lot como resultado directo de la influencia
de Sodoma y Gomorra sobre la familia. Moab fue concebido poco después de que Lot
y sus dos hijas escaparan del juicio de Dios sobre aquellas ciudades, a las que
destruyó con fuego y azufre, a un pequeño pueblo en el valle, llamado Zoar. Después,
por alguna razón que no sabemos, se fueron a vivir a una cueva en las montañas.
La madre había perecido por mirar atrás, a todo lo que había dejado.
Existe una gran lección, pero también alarmante, para aprender de este
relato. No puedes elegir vivir en medio de la perversión sin que ello afecte tu
vida. No solamente era la homosexualidad una alternativa de estilo de vida aceptable,
sino que podemos estar seguros de que, al aceptarla, también se aceptaban otras
muchas perversiones. Quizás, mientras las hijas de Lot se mezclaban con las chicas
sodomitas escuchaban muchas historias de relaciones incestuosas. Por ello,
podemos entender la fuente del plan maligno de emborrachar a su padre y
concebir de él cada una un bebé. También podemos saber por qué Lot permitió que
le emborracharan, aunque en su estupor no estuviera consciente de tomar parte
en el incesto (Gn.19:17-38).
Este era el trasfondo de los moabitas. El clan creció, se multiplicó y se hizo una nación idólatra al lado este del Mar Muerto, que es ahora Jordania. Edom (que son los descendientes de Esaú) estaba al sur. Al norte estaba el territorio de los descendientes de Amón, hermano menor de Moab. Compartiendo la frontera norteña, al lado oeste, estaba la tribu israelita de Rubén.
Fue el rey de Moab quien utilizó a Balaam para que maldijera a los hijos de
Israel (Números, capítulos 22-25), y desde Moab, Moisés miró a la Tierra
Prometida y murió (Dt.34:5). Los moabitas fueron enemigos de Israel y les fue
prohibido para siempre entrar en la congregación de Israel (Dt.23:3). Aun así,
una mujer moabita, llamada Rut, fue la bisabuela del Rey David, una historia
maravillosa del amor, la aceptación y la gracia de Dios.
Capítulo 15
Capítulo 15
El lamento moabita
Pulsa para verlo en grande... lugares visibles desde el monte Nebo |
Isaías, totalmente informado de toda esta historia, nos escribe el oráculo
(hebreo) sobre Moab. Recuerda que un
oráculo se llama una carga, una
pesada profecía sobre su triste futuro. Sin embargo, Isaías lo ve como si ya
hubiera pasado. Ambos, los imperios asirio y babilónico serían sus
destructores. Los nombres mencionados eran ciudades grandes, lugares santos y
montañas. Ar era la ciudad capital y Kir era otra ciudad grande (v.1). Las
otras ciudades: Dibón, Medeba, Hesbón y Eleale, fueron conquistadas por las dos
tribus y media de Israel, que permanecieron en el lado este del río Jordán.
Aparentemente, estaban otra vez en las manos de Moab, pero quizás son
mencionadas, especialmente, para demostrar que todas las conquistas ganadas
sobre Israel fueron en vano. Nebo es el monte alto desde donde Moisés divisó la
Tierra Prometida antes de morir (vs.2-4).
El sonido peculiar del lamento fue un aullido… un chillido prolongado y
anormal. Conforme a la costumbre del antiguo Medio Oriente, con la cabeza y la
barba rasuradas, y ropas de saco, los alaridos pudieron escucharse desde los
lugares altos, aun desde el monte Nebo, en los pueblos alrededor. La barba de
los hombres antiguos era algo de gran orgullo y, por eso, la profundidad de su
dolor fue medida especialmente por afeitarse la barba (fíjate, por ejemplo, en
2Sam.10:5). Nebo era el lugar en el que los moabitas adoraban a su dios
principal, Quemos. “Moab se avergonzará de Quemos” (Jer.48:13, lee todo el
capítulo 48, como un relato paralelo de la destrucción de Moab). Lloraron porque
su religión les había fallado y su espíritu, como revelaban sus cabezas y
rostros, fue quebrantado. En todos lugares, la población entera se lamentaba;
Moab fue devastado.
Isaías llora
Esta profecía es una carga. El profeta también clama desde su corazón al
ver, tanto a los jóvenes como a los ancianos, huir por los caminos, dejando
atrás todo lo que conocían; su patria y sus casas. Cuando el juicio cae, incluso
sobre un enemigo, no es motivo de alegría para el que mora suficientemente
cerca del corazón de Dios, para poder escuchar Su voz (v.5; Jeremías también
llora por Moab… Jer.48:31). Los fugitivos estaban huyendo lejos, al sur, a
Zoar, en la frontera sur, donde Lot huyó desde Sodoma y Gomorra. Al no hallar tampoco
la seguridad allí, subieron a las montañas (quizás como hizo Lot, ya que el
pueblo de Horonaim está situado cerca de cuevas).
El ataque vino del norte y el único escape era ir hacia el sur. Por los
efectos de la guerra o por causas naturales, en el norte había una sequedad que
cubría todo el paisaje (v.6), y la gente salió de allí llevando todo lo que podían
(v.7). Desde el territorio de Nimrim, también ha huido la gente al sur, al
Torrente de los Sauces, es decir, el Valle de los Árabes. Hemos leído de las
ciudades del norte, pero ahora Eglaim estaba localizada al sur de la capital de
Ar, y Beer-elim está en la frontera oriental. “El llanto se ha extendido a los
confines de Moab” (v.8), desde el norte hacia el sur, entrando en cada parte de
esta tierra montañosa. Es posible que Beer-elim sea el pozo al que cantó Israel
en Números 21:14-18.
El río Arnón arrastró la sangre de los múltiples guerreros moabitas,
matados en la batalla. Dios añadió a las calamidades de la guerra, en Su juicio
contra Moab, a los animales. Leemos a veces en el Antiguo Testamento, que en
aquellos tiempos abundaban los animales salvajes en el Medio Oriente, causando
gran temor entre el pueblo. Ahora, los que abandonaron las ciudades, acosados
por los invasores, y se escondieron en el campo, fueron atacados por leones
(v.9).
Capítulo 16
Se ofrece una salvación
Dios mandó esta palabra, y la palabra salió y fue esparcida sobre esas
tierras. La palabra de Dios es redentora para cualquier persona que acude a
ella. ¿Habrá algún alma temerosa de Dios en Moab, como lo fue Rut, o como hubo
en Jericó? ¿Hay alguno que tiembla por la palabra del Señor? Entonces, que
escape de la tierra de destrucción a la salvación del Dios de Israel. Siguiendo
la dirección del profeta podrían escapar de lo peor de la devastación y saber hacia
donde dirigirse. Él es misericordioso y poderoso para salvar. Ha exaltado Su
misericordia sobre todas Sus obras.
Petra... una ciudad esculpida de la roca |
Los moabitas que sobrevivieron hallaron refugio en la roca, Petra, donde
uno solamente puede entrar por un angosto corredor o pasaje esculpido también
de la roca, que quedó escondida hasta el año 1812, cuando fue redescubierta por
un explorador suizo. Desde allí, debían tomar el siguiente paso; extenderían
las manos al Dios adorado por los judíos en el Monte Sión (v.1). ¡Qué
maravilloso libro es este “Evangelio” de Isaías! Los moabitas, excluidos para
siempre de la congregación de Israel, ahora están invitados a injertarse al
tronco de los profetas y patriarcas, para hallar protección y socorro en el
tiempo de exilio. ¡Tenían que obedecer la palabra y escapar de los juicios
escritos en el libro!
Ahora tenemos un escenario diferente del que observamos en el último
capítulo, lo que era una población de luto. En éste, escuchamos un clamor
desesperado por socorro. “Cual ave espantada que huye del nido, irán las hijas
de Moab en los vados de Arnón” (v.2). ¿Has observado al pequeño pájaro caído de
su nido? En su estado indefenso, sin poder volar, toca las cuerdas del corazón
de quien lo observa. Parece que no hay esperanza de escapar de algún depredador
que lo halle y lo mate. “¡Dad consejo, haced lo justo! Haz que tu sombra sea
grata como la noche en el ardor del mediodía; ¡esconde los desterrados, y no
descubras al fugitivo!” (v.3). Esto es lo que vemos y escuchamos ahora; “Estamos
a punto de cruzar el río y abandonar nuestra tierra. ¡Por favor, no nos des la
espalda! Queremos escuchar; muéstranos el camino de la salvación”.
El orgullo impide a la salvación
El pasaje angosto a Petra |
Ah, por otro lado, vemos un orgullo terco que no se convierte en un humilde
reconocimiento de necesidad. Hay muchísimas personas que no están dispuestas a
cambiar, aún si les cuesta su vida y su nación. Nada ni nadie puede romper su arrogante
independencia. Eligen la destrucción sobre la salvación, y si la destrucción es
eterna, también lo es su orgullo. Esta, mi amigo, es la causa de las congojas
del mundo y la razón tras la destrucción y la condenación. La salvación está a
su alcance, la Roca puede ser su escondedero y el sacrificio puede ser
aplicado, pero toda oportunidad es anulada si no existe una humilde sumisión al
Rey (v.6). “Porque Moab gemirá por Moab” y desde este versículo, por causa del
orgullo, vamos para atrás, a la lamentación y el gemido del capítulo 15 otra
vez (v.7). Ahora es más difícil encontrar un remedio, y más triste es, porque
apareció un escape, por el cual se podría haber evitado todo el lamento, pero
el orgullo no se lo permitió.
Ahora, Isaías nos demuestra los productos perdidos de la tierra. Elimelec y
Noemí fueron a este lugar para hallar alivio en un tiempo de hambre en Judea.
Bajo una buena administración, el territorio podría ser productivo y agradable,
pero como ya hemos observado, el orgullo es el gran obstáculo. Después de haber
tenido una gran oportunidad, al darse uno cuenta de lo que ha perdido, debido a
su rechazo orgulloso de la autoridad divina, de no haber confiado en Él y haber
disfrutado de los beneficios, siente fuertemente las consecuencias. Las viñas
desaparecieron, y con ellas las uvas y las tortas de pasas (v.8).
Isaías llora y el corazón del Creador se rompe (v.9). ¡Ay lágrimas, caed
libremente y bañad nuestros rostros, por los perdidos que se han descarriado
lejos de la casa y la esperanza! ¡Cristiano, ve su orgullo, su sufrimiento y su
pérdida como resultado, y llora! ¿Qué más podemos hacer? Que Isaías nos lo
describa: “Se retirará del campo el gozo y la alegría; no cantarán jubilosos en
las viñas, ni pisarán el vino en el lagar, porque habré hecho cesar los
cánticos” (v.10).
El canto de júbilo se desvanece y el arpa de luto expresa la tristeza del
corazón del profeta (v.11). No, no había manera de ayudar a Moab en su estado
orgulloso, aunque él mismo se presenta para orar. Hay dos razones de por qué no
prevalecerá: 1) Porque se postra delante de un ídolo que él mismo ha formado.
Está adorando a su propio dios a su propia manera y, por eso, el oído de Aquel
que es adorado en Espíritu y en verdad, no se inclina. 2) Su devoción solamente
refleja una voluntad terca que no permite ser quebrantada (v.12)
“Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
¡Adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad para con Dios? Cualquiera,
pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios…¡Someteos
pues a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros! ¡Acercaos a Dios, y Él se
acercará a vosotros! ¡Limpiaos las manos, oh pecadores, y purificaos los
corazones, los que sois de doble ánimo! ¡Afligíos, y lamentad y llorad!
¡Conviértase vuestra risa en lamento y vuestro regocijo en desaliento!
¡Humillaos en la presencia del Señor, y Él os exaltará!” (Stg.4:3-4, 7-10).
Dios fijó un tiempo bastante corto antes de que se cumpliera esta palabra
profética. El invasor asirio estaba a la puerta. En ese tiempo vendría sobre el
norte de Israel y Samaria. Pronto, haría un intento, sin éxito, contra Judá,
pero en el proceso, Moab fue condenado a todo lo que había sido profetizado en
estos dos capítulos. Su gloria le abandonará, su población será reducida y se convertirá
en una nación débil e insignificante (vs.13-14).
El comentario JFB dice: “Las ruinas
de Eleale, Hesbón, Medeba, Dibón, etc., siempre existen para confirmar la
inspiración de la Escritura. La atención a los detalles especificados a estos
lugares, escrito hace tres mil años, confirmado por la investigación moderna,
es un testimonio fuerte a la verdad de la profecía”.
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24 de abril de 2020, 13:45
Es extraordinario como nos lleva a esos tiempos de una manera tal, a través de la historia bíblica, Dios sea derramando aún más sabiduría y entendimiento de su palabra sobre usted, ha sido de mucha bendición poder leer y comprender estos capítulos, bendiciones.
11 de junio de 2020, 10:31
Cuanto de real es en estos días al igual que en ese tiempo de cómo las personas se aferran a sus dioses y no dejan su orgullo y malos caminos, solo Dios puede trasformar las vidas si le dejamos obrar en nuestros corazones y reconcer que él es el único Dios de salvación.
7 de septiembre de 2020, 12:53
Me encantó está explicación, porque se mete uno en la historia y vas entendiendo cada palabra,la gloria sea para Jehová de los ejércitos.
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