UNA LLAMADA A LA ENTREGA

 Citas de las cartas personales de Leonard Ravenhill, número 13

Como cada año, pronto estaré haciendo un estudio expositivo de un libro en la Biblia. Estoy pensando en la primera epístola de Juan, pero si me siento muy impulsado, quizás intentaré entrar en la profecía de Jeremías. Por favor, orad por mí, para saber cual es la voluntad de Dios en cuanto de animar e informar mejor a Su pueblo.

  Aquí tenemos dos cartas más de Ravenhill. Él tuvo que dictar algunas de las primeras que recibí de él, como la segunda presentada aquí, porque apenas estaba recuperándose de un derrame cerebral. ¡Escucha el palpitar de su corazón, que lamenta juntamente con el corazón de Dios! Este fue un hombre que, en su juventud, caminó de un extremo de Inglaterra a otro, evangelizando… y lo hizo dos veces. Observó poderosos movimientos de Dios y la fundación de iglesias, después de que su evangelismo llevara a pecadores a Cristo… él entendía lo que era el verdadero evangelismo, y lo diferente que era a la farsa que atraía multitudes para sacar dinero a los asistentes “en el nombre de Cristo”. ¿Quién no se enfadaría cuando el Dios, a quien uno conoce y ama, es difamado por hombres sin consciencia?

4 de mayo: Saludos en Su nombre sin igual. Puedo entender completamente tu disgusto y angustia por el estado presente del evangelismo en los EEUU y, en verdad, en la mayor parte de lo que es el mundo ‘cristiano’… la horrible maestría escénica de la televisión que muchos intentan presentar en Su nombre… las estrellas de cine que, dicen que son ‘salvos’ pero siguen viviendo en la porquería de Hollywood… los comilones de oro, que lloran ante las cámaras de televisión por el estado financiero de su ministerio, pero nunca lloran por las almas… todo esto es en vano. Cristo es herido en la casa de sus amigos. El avivamiento no es importante para la vida de América, ¡es imperativo! La respuesta no se encuentra en la Mayoría Moral, sino en una Minoría Santa. Francis Schaefer dice que los cristianos deben hacer demostraciones de protesta. ¿Desde cuándo? ¿Sobre qué autoridad bíblica? Las sectas marchan adelante, mientras la ‘iglesia’ sigue dormida. ¿Qué la puede despertar? Quizás el Señor tendrá que estrangular la economía para llamar su atención y, por ello, la nación sufrirá como consecuencia del pecado de la ‘iglesia’; no es que la ‘iglesia’ sufra por el pecado de la nación. *  

 

* Sí, porque la iglesia recibe el apoyo divino para triunfar, sin importar las circunstancias que la rodean; pero cuando la iglesia es disciplinada por su pecado, el efecto de la disciplina afecta a todo lo que la rodea.

¿Qué es la unción? Un predicador de color dijo: “No sé lo que es, pero ¡sí sé lo que no es!” Yo sé que no es la elocuencia ni la emoción. Yo sé que a veces sí está cuando uno piensa que no está, y no está cuando uno piensa que sí está. Hay una señal segura de la unción, y es cuando los corazones de la gente son conmovidos y las vidas son transformadas para siempre. Yo temo estar solo delante de una congregación con la Biblia abierta, pero con el corazón vacío.   

¡Icabod... la gloria se ha apartado!

 16 de agosto, 1983: Me da gusto saber que tus escritos están produciendo un impacto. Yo también repruebo la horrible presentación del evangelio por medio del teatro, el mimo y las marionetas. Dios dijo: “De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza” (Mt.21:16 citado de Salmo 8:2), pero no viene de estas cosas mecánicas y horribles que muchos están produciendo hoy en día. Tendrán que fracasar… no cabe duda… antes de que Dios pueda derramar de Su Espíritu. He estado pensando mucho en estos días en la palabra de Pablo: “Ni mi predicación fue con palabras… sino con demostración del Espíritu y de poder” (1 Co.2:4). Temo que mucha de la predicación de hoy es solamente enseñanza de aula escolar. No necesita la unción y tampoco la tiene. Pero mi oración es que Dios restaure un, ¡“así dice el Señor” ! de una manera genuina, con la unción del Espíritu en la palabra.

 Ahora estoy dictando esta carta porque no soy capaz de escribir. Apenas estoy recuperándome de un derrame cerebral, lentamente, día a día; pero estoy alabando al Señor por Su bondad…