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Lowell Brueckner

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Reportaje sobre el viaje a India

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India, 2013 
  
Daniela y Paul rumbo a Orissa
Hubo bastante sitio en el Airbus 330 cuando despegamos de la pista del Prat, en Barcelona, hacia el sudeste, cruzando África Oriental, rumbo Doha, Qatar. La tarde anterior compartí en el centro Reto lo que he llevado en mi corazón de 2 Pedro 1:1-4, y seguí enviando textos telefónicos a los líderes que prometieron orar por mi viaje. Los ocho asientos de mi fila estaban casi todos vacíos, y pude cambiarme del mío en la parte central a uno que estaba junto a la ventana. El cielo estaba despejado cuando nos aproximábamos al Rio Nilo, y en seguida cruzamos el Mar Rojo “sobre aire seco” (J). Después sobrevolamos el desierto de la Península del Sinaí. La ruta dio muchas cosas sobre que pensar y contemplar. 

Desde Qatar un nuevo Boeing 787 me llevó a Delhi, y de allí salí a Patna en un avión de Air India, donde Paul me estaba esperando. Paul conoció al Señor en un campamento en Albest, Rumanía, donde enseñé hace años. También conozco a su nueva esposa de los campamentos y las reuniones en Bucarest. Ellos quisieron que hablara en su boda este verano, y fueron ellos quienes planearon este viaje. Me acompañaron durante todo el tiempo en India.


Patna

Me alegré mucho al ver dos avances en la iglesia de Cristo en Patna. El norte de India ha tenido mucho menos éxito evangelístico que el sur. Sabiendo de la efectividad de la literatura cristiana por mi propia experiencia y por mi ministerio, me alegró ver que habían abierto una librería cristiana, de la que se encarga la esposa de un pastor. Antes, el sitio no era más que un garaje, pero los creyentes han trabajado y lo han convertido en una pequeña tienda muy agradable. Por lo regular los libros que se ofrecen son excelentes, tanto en hindi como en inglés. Había libros de mi autor preferido, A. W. Tozer, y también biografías especialmente buenas. Les ofrecí enviar todos los libros que he escrito que ellos pudieran necesitar, y ellos me hablaron de traducirlos al hindi. Dos de las tardes tuvimos buenas reuniones con la iglesia que se congrega en su casa; una fue para sus propios miembros y la otra para los líderes de la iglesia de todo el pueblo. Pronto van a tener que hallar un local más grande, porque ya no hay sitio para atender a tanta gente. 
 
El local donde muchos jóvenes se reúnen
tras el mercado
La segunda cosa que me animó tenia que ver con un matrimonio rumano  de mediana edad que ha fundado una escuela privada y una iglesia. Las dos tardes, mientras predicaba en el lugar donde se congregan, junto a un mercado, desde donde fácilmente uno puede escuchar sus canciones, el local estaba repleto de jóvenes. Ellos dan un testimonio tan bueno a sus padres, cuando observan a sus hijos orar y estudiar la Biblia, que los padres también empiezan a asistir a las reuniones. Por una tarde llegó un padre y en la segunda reunión cuatro madres. El pastor les invitó a pasar al frente para que orásemos por ellos. Él, su mujer y su pequeña hija, han venido del sur de India, asumiendo las responsabilidades de esta iglesia.

Paul y su equipo me pidieron enseñar sobre la persona y la obra del Espíritu Santo, en las clases que tuvimos con jóvenes que habían venido de varios puntos de India. Ellos reciben tres meses de estudio bíblico, seguidos de tres meses de evangelismo práctico. Lavin y Esther se han unido con Paul y Daniela en este ministerio, y Esther es la traductora.

Gopalpur al mar

Amit y Bhavana pasan por una calle
inundada, después del ciclón

En el estado de Orissa,  Amit,  Bhavana y su equipo habian tenido una escuela semejante que apenas había terminado el curso. Paul, Daniela y yo pasamos la noche en un tren dormitorio hasta Calcuta. Desde allí fuimos por avión a Bhubaneshwar, la ciudad principal de Orissa. Amit nos recogió, y él y su esposa, Bhavana, fueron quienes tan amablemente nos hospedaron en Gopalpur, que está junto al Golfo de Bengalí. Hablé a los estudiantes un día en su hogar y el próximo día celebraron la graduación. También tuvimos reuniones en una iglesia local de una ciudad cercana llamada Brahmapur.   

Quizás hayáis escuchado en las noticias de un ciclón que ocurrió en India hace un par de meses, especialmente fuerte en la zona de Orissa. Las chozas de los pescadores, cerca del Golfo, quedaron totalmente destruidas y multitudes se quedaron sin hogar. Amit y Bhavana se involucraron en suplir alimentos básicos para muchos. Redes eléctricas se cayeron y hubo inundaciones en las calles y los campos. El lodo arruinó el pozo de Amit y Bhavana, y ellos tuvieron que escarbar otro e instalar nuevos conductos de agua. Al llegar nosotros, los vecinos ya les estaban ayudandi diariamente, dándoles muchos litros de agua limpia. El último día los nuevos conductos fueron conectados y otra vez comenzó a fluir el agua potable. Una tarde fui a tomar fotos de algunos de los restos de la destrucción y Amit me dio fotos tomadas antes, que demostraban la ruina con más claridad.



La tierra de la persecución 

La convención de pastores
Después Amit nos llevó durante varias horas más al interior de Orissa para visitar al padre y a la madre de Bhavana, en plena jungla india. El padre evangeliza y sirve a tribus animistas en la selva montañosa, caminando muchos kilómetros a pie. Dios ha bendecido sus esfuerzos y hay un rebaño siempre creciente de creyentes. Él bautizó a 323 personas este año y hay como 5.000 que forman parte del pueblo redimido.

Yo estuve allí para hablar en una convención de pastores durante un fin de semana. Muchos representaban a la gente de las tribus. Cuando estuve allí hace dos años asistieron como 70 pastores, pero ahora eran más del doble. Un sentir de indignidad debiera sobrecoger a cualquier persona que tiene que hacer tal esfuerzo, además de ser también una gran responsabilidad. Sólo puedo confiar que les di algo del Señor para llevar a sus aldeas.

Una familia muy maja cuida a niños en un centro en el mismo pueblo. Toda la familia está involucrada, menos una hija que ayuda a Amit y Bhavana en las escuelas bíblicas de corto tiempo en Gopalpur. Un buen número de los niños del centro han perdido a uno o ambos padres en el alboroto que tomó lugar pocos años atrás. En ese hogar vive la abuela de Bhavana, de 83 años, que está prácticamente inmovilizada por una caída. Por sus oraciones su familia ahora es cristiana y muy utilizada por el Señor.   


 
Este fue el territorio más afectado en la persecución de 2008, cuando
Ruinas de las casas cristianas totalmente
derrumbadas por los extremistas
  gente cristiana perdió la vida y muchos otros fueron golpeados y sus casas destruidas. La casa de la madre de Amit fue quemada. Ahora está restaurada, pero todavía se ven las señales de la destrucción. Visitamos su aldea y oramos para que la bendición estuviera sobre la estructura ya reconstruida. Esta mujer huyó a la selva cuando se aproximaban una banda de 2.000 personas que sistemáticamente mataron, quemaron, golpearon y violaron. Ella ha perdido a sus vecinos cristianos que se han mudado a otras partes. Cuatro o cinco de sus casas fueron totalmente derrumbadas. Dos iglesias de la aldea fueron destruidas, y ahora los cristianos se reúnen en una de bambú.

Los extremistas no han terminado todavía; sólo están planeando nuevas estrategias. Un hindú que se había quedado fuera de una reunión, fue invitado a entrar, pero rehusó hacerlo, diciendo atrevidamente que estaba escribiendo los nombres de las personas que asisten. Por eso, algunos de los más temerosos no van. Amit ha sabido que están fijándose en los líderes y por eso, él no sale para pasear afuera por las noches, cuando visita el territorio (ya que todos le conocen porque fue criado allí).

Una noche divertida escuchando cuentos

Durante la última noche de nuestra visita, el padre nos estuvo contando algunas historias muy divertidas, que se trataban de experiencias con las criaturas salvajes de la jungla. Una vez, mientras estaba en una sencilla casa de gente de la tribu, pudo oír las plantas de banana fuertemente movidas en el patio. Quienes le hospedaban le mandaron guardar perfecto silencio y en un rato todo quedó tranquilo. “Sólo son elefantes”, dijeron, como si fuera algo que ocurría todos los días.  

En otra ocasión, él caminó 20 kilómetros, acompañado por varios líderes del área. Por el mucho calor, pasó la noche fuera, en una hamaca, y otros pocos estuvieron acostados sobre mantas en la tierra. Mientras todos dormían, él fue despertado por un coro de perros aldeanos ladrando, y pudo verlos atacando algo en las zarzas. De repente un perro se separó de los demás y vino directamente hacia donde estaban acostados los pastores dormidos, corriendo en desbandada hacia ellos con un leopardo justo atrás. El leopardo pasó de los pastores con un salto, y con unos cuantos saltos más alcanzó al pobre perro. La gente tiene que tener mucho cuidado cuando muere una persona, porque los leopardos (y en una ocasión un tigre) son atraídos por el olor del cadáver. Leí un artículo en el avión de un territorio al sur de Calcuta donde no pocas personas han perdido la vida en los ríos al ser atacados por tigres y cocodrilos.

Al final escuchamos un cuento sobre una noche en otra sencilla casa. Esta tenía un techo de metal ondulante que dio lugar a que las palomas hicieran sus nidos sobre las paredes. De repente, en la oscuridad, escuchó un ruido de alas revoleteándose y un pájaro cayó al suelo cerca de donde él estaba acostado. Pocos minutos después sucedió lo mismo, y cuando el hombre de la casa encendió una lámpara de petróleo, pudieron ver una cobra gigante encima de la pared. Cuando pudieron encontrar un palo para matarla, había desaparecido.

De regreso a España

La mañana siguiente nos levantamos a las cuatro y Amit nos llevó a Bhubaneshwar para subir a un avión rumbo a Calcuta y desde allí a otro para Patna. La siguiente tarde, a las 4:50, volé a Dehli, donde tuve que pasar una noche muy incómoda en el aeropuerto (nueve horas), antes de abordar un avión de Qatar Airways a las 4:35 de la mañana, rumbo a Doha. Desde allí volé a Barcelona, Madrid y finalmente a Vigo, llegando a las nueve de la noche, después de estar en cinco aviones en el viaje de regreso (siete, realmente, si uno cuenta los dos que tomamos entre Bhubaneshwar hacia Patna).

Quiero dar mil gracias a todos los que estuvieron orando; Dios fue muy bueno conmigo durante esos días y también con Su pueblo. Desde el principio hasta el fin, estuve con una convicción de que cosas importantes estaban ocurriendo para la gloria de Cristo y para el bien estar de Su novia. El intento de expresar en palabras estas cosas, nunca es suficiente. La mejor evidencia, sin embargo, es la atención tan intensa que prestaron los oyentes en todos los lugares, mientras se alimentaban de la Palabra de vida.

Más fotos




   
Atrás este mercado es el local donde
los cristianos se reúnen

Una casa destruida por el ciclón
 


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