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Lowell Brueckner

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11 - 17 Diciembre Meditaciones diarias de los Salmos

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11 de Diciembre Salmo 134

1. Mirad, bendecid a Jehová, vosotros todos los siervos de Jehová, los que en
    la casa de Jehová estáis por las noches.
2. Alzad vuestras manos al santuario, y bendecid a Jehová.
3. Desde Sion te bendiga Jehová, el cual ha hecho los cielos y la tierra.

  Nunca debemos dejar de bendecir al Señor. Él, que nunca duerme, debe ser
bendecido en todo tiempo. Los que adoran de día lo hacen cuando les conviene,
pero los que adoran de noche lo hacen cuando Él quiere. ¡Bienaventurados los
que tienen el turno de noche!
  Con este Salmo terminan los Cánticos graduales que, como ya hemos visto,
son los que dirigen a los peregrinos a la casa del Señor para adorar y servir en
santidad. “Señor, permite que se acerquen todos los que necesitan Tu liberación,
mirando primeramente las montañas y la ciudad. Deja que suban al monte de
Sion, que se aproximen al santuario y que entren con las manos alzadas”. Los
que hacen el esfuerzo de llegar también pueden experimentar Sus beneficios, y
Dios recibe bendiciones de ellos. “¡Guíanos también a nosotros, Señor!”


12 de Diciembre Salmo 135:1-18

1. Alabad el nombre de Jehová; alabadle, siervos de Jehová;
2. Los que estáis en la casa de Jehová, en los atrios de la casa de nuestro Dios.
3. Alabad a JAH, porque él es bueno; cantad salmos a su nombre, porque él es
     benigno.
4. Porque JAH ha escogido a Jacob para sí, a Israel por posesión suya.
5. Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos
     los dioses.
6. Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y
     en todos los abismos.
7. Hace subir las nubes de los extremos de la tierra; hace los relámpagos para la
     lluvia; saca de sus depósitos los vientos.
8. El es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto, desde el hombre hasta la
     bestia.
9. Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, contra Faraón, y contra
     todos sus siervos.
10. Destruyó a muchas naciones, y mató a reyes poderosos;
11. A Sehón rey amorreo, a Og rey de Basán, y a todos los reyes de Canaán.
12. Y dio la tierra de ellos en heredad, en heredad a Israel su pueblo.
13. Oh Jehová, eterno es tu nombre; tu memoria, oh Jehová, de generación en
     generación.
14. Porque Jehová juzgará a su pueblo, y se compadecerá de sus siervos.
15. Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres.
16. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven;
17. Tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas.
18. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían.

  La alabanza no es difícil para el que está en la casa del Señor. La naturaleza
tan encantadora de Dios extrae la alabanza del corazón. Él es bueno y benigno.
Él hace lo que quiere, eligiendo con soberanía a favor de Sus propios beneficios
y propósitos. Hoy en día todavía está llamando a personas que pueden venir a Él
tan libremente como lo hicieron los profetas y apóstoles en el pasado, porque
Dios debe tener representantes en todas las generaciones.
  La tierra de Israel permanece hoy como un testimonio y un recordatorio de la
fidelidad del Señor, para ser vista en todas las edades. Puedes ver lo que Él está
haciendo en Israel, cumpliendo las promesas habladas en el pasado, hace ya más
de dos mil años. ¿Eres tú uno de los escogidos?, si es así, entonces confía en
Su obra de redención; en el Nuevo Testamento firmado con Su sangre. En todo
esto, el Señor hizo lo que quiso. Jesús nos dijo : “Os he llamado amigos”, y nos
reveló la voluntad del Padre a nosotros. Vino para que tengamos vida, y para que
aprendamos a vivirla en el poder del Espíritu.


13 de Diciembre Salmo 135:13-21

13. Oh Jehová, eterno es tu nombre; tu memoria, oh Jehová, de generación en
     generación.
14. Porque Jehová juzgará a su pueblo, y se compadecerá de sus siervos.
15. Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres.
16. Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven;
17. Tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas.
18. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían.
19. Casa de Israel, bendecid a Jehová; casa de Aarón, bendecid a Jehová;
20. Casa de Leví, bendecid a Jehová; los que teméis a Jehová, bendecid a Jehová.
21. Desde Sion sea bendecido Jehová, quien mora en Jerusalén. Aleluya.

  El Señor nos ha redimido de todas las naciones y nos ha hecho reyes y sacerdotes
para Dios. No somos títeres mudos y estúpidos, sino individuos vivos y libres,
llenos de la vida que Él nos ha compartido. ¡Que nos levante a las alturas de Sion
para poder ejercitar el privilegio de tan digna alabanza! ¡Que le temamos como
sólo pueden hacerlo los que le aman! Temer al Señor quiere decir tomarle en
cuenta para todos los asuntos, y tener miedo por las consecuencias de la
desobediencia; es el terror de no poder disfrutar de las oportunidades eternas; es
ser sensible para no entristecerle, lastimarle, o dejar que cualquier cosa estorbe
nuestra relación de amor con un Padre bueno y benigno.


14 de Diciembre Salmo 136:1-10

1. Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia.
2. Alabad al Dios de los dioses, porque para siempre es su misericordia.
3. Alabad al Señor de los señores, porque para siempre es su misericordia.
4. Al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es su misericordia.
5. Al que hizo los cielos con entendimiento, porque para siempre es su misericordia.
6. Al que extendió la tierra sobre las aguas, porque para siempre es su misericordia.
7. Al que hizo las grandes lumbreras, porque para siempre es su misericordia.
8. El sol para que señorease en el día, porque para siempre es su misericordia.
9. La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, porque para siempre
     es su misericordia.
10. Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, porque para siempre es su
     misericordia.

  Aparte de Su señorío asombroso y Su majestad que sobrepasa todo, Dios también
es misericordioso. Él ha creado el universo como si fuera un auditorio lleno de
principados y poderes espirituales que observan Sus atributos, y entre ellos Su
misericordia. Como libertador de una nación de esclavos en Egipto, manifestó
Su misericordia. Dios no tiene nada más que buenas intenciones hacia la
humanidad, y Su naturaleza le hace dar gracia a un pueblo que no lo merece.
  ¡Que nuestros corazones sean llenos de gratitud! Cuenta las bendiciones y toma
tiempo para meditar sobre ellas, hasta que la gratitud envuelva tu corazón y se
derrame por tus labios.


15 de Diciembre Salmo 136:11-26

11. Al que sacó a Israel de en medio de ellos, porque para siempre es su
     misericordia.
12. Con mano fuerte, y brazo extendido, porque para siempre es su misericordia.
13. Al que dividió el Mar Rojo en partes, porque para siempre es su misericordia;
14. E hizo pasar a Israel por en medio de él, porque para siempre es su misericordia;
15. Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, porque para siempre es su
     misericordia.
16. Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, porque para siempre es su
     misericordia.
17. Al que hirió a grandes reyes, porque para siempre es su misericordia;
18. Y mató a reyes poderosos, porque para siempre es su misericordia;
19. A Sehón rey amorreo, porque para siempre es su misericordia;
20. Y a Og rey de Basón, porque para siempre es su misericordia;
21. Y dio la tierra de ellos en heredad, porque para siempre es su misericordia;
22. En heredad a Israel su siervo, porque para siempre es su misericordia.
23. El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, porque para siempre
     es su misericordia;
24. Y nos rescató de nuestros enemigos, porque para siempre es su misericordia.
25. El que da alimento a todo ser viviente, porque para siempre es su misericordia.
26. Alabad al Dios de los cielos, porque para siempre es su misericordia.

  Esta canción nos ayudará si estamos buscando razones para dar gracias. El
canto empieza con la buena naturaleza de Dios, Su poder que obra milagros, y
Su supremacía como Rey de reyes y Señor de señores. Nos habla de la creación,
a través de la cual Dios manifiesta su infinita sabiduría. Nos habla de la redención
de Israel y de la esclavitud de Egipto (que figuradamente tiene que ver con nuestra
salvación del pecado). Seguidamente nos muestra nuestra heredad y la entrada
a la tierra prometida que ha preparado para nosotros. Termina recordando el amor
que Dios tiene por los pobres de espíritu, y de cómo nos libera de nuestros
enemigos. En general, nos habla acerca de la bondad de Dios hacia Su creación
como su gobernante celestial. Esta porción está escrita con el propósito de sembrar
en lo más profundo de nuestro ser que el Señor es misericordioso y que Su
misericordia es para siempre.


16 de Diciembre Salmo 137

1. Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos,
     acordándonos de Sion.
2. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas.
3. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que
     nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los
     cánticos de Sion.
4. ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños?
5. Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza.
6. Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no enalteciere a
     Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.
7. Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, cuando
     decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos.
8. Hija de Babilonia la desolada, bienaventurado el que te diere el pago de lo que
     tú nos hiciste.
9. Dichoso el que tomare y estrellare tus niños contra la peña.

  “Bienaventurados los que lloran”. El pueblo de Dios, en Babilonia, lloraba
recordando las maravillas de Sion. No podía sentirse satisfecho al lado de los
ríos de Babilonia. Dios había puesto Su marca en sus espíritus y poco les importaba
lo que el mundo podía ofrecerles. Babilonia puede atraer a la mente natural, y en
comparación, Sion puede parecer pobre materialmente, pero los ríos de la capital
del mundo, Babilonia, no pueden refrescar a los hijos alumbrados de Dios. Ellos
no pueden encontrar la felicidad a las orillas de un río ajeno, por ello cuelgan sus
arpas y se sientan a llorar.

  El ambiente en el cual adoramos es muy importante. Tenemos que ser librados
del ambiente de Babilonia antes de poder regocijarnos en verdad. Solamente
podemos gozarnos en la ciudad donde el Cordero es la luz. Las aguas de Babilonia
no pueden borrar la memoria de Jerusalén, como tampoco puede olvidarse la
destrucción de sus muros y la matanza de los inocentes. El día de la venganza de
Dios, cuando Babilonia reciba su merecido, será un día alegre.

  Con el libro de los Hechos en la mano y la historia de avivamientos en nuestras
bibliotecas, ¿cómo podemos expresar alegría cuando observamos que el mundo
ha entrado en la iglesia, derrumbando los muros de separación con él, y estrellando
a sus hijos contra las piedras de la filosofía y sicología modernas? ¿Cómo podemos
prostituir las canciones del Señor al capricho de nuestros invasores? Recuerda
la gloria del pasado. Ten en mente la mano de Dios, la misma que agarró a
comunidades enteras en las Islas Hébridas, y como Wales se regocijó por las olas
refrescantes del Espíritu Santo. Trae a la memoria los pueblos y ciudades que
fueron impregnados por un poder salvador bajo la predicación de Carlos Finney,
y como los mensajes de Whitefield, Wesley, Burns, McCheyne y Edwards trajeron
a multitudes al borde de la eternidad. Recuerda como el temor de Dios cayó sobre
Jerusalén bajo el ministerio de Pedro y los otros apóstoles. ¡Recuérdalo y llora!,
y si no puedes llorar, entonces será mejor que permanezcas mudo (v. 6). ¡Oh
Dios, líbranos de Babilonia y la influencia burladora de nuestros invasores!


17 de Diciembre Salmo 138

1. Te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré salmos.
2. Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y
     tu fidelidad; porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las
     cosas.
3. El día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con vigor en mi alma.
4. Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, porque han oído los dichos
     de tu boca.
5. Y cantarán de los caminos de Jehová, porque la gloria de Jehová es grande.
6. Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos.
7. Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis
     enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.
8. Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;
     no desampares la obra de tus manos.

  David se entregó a Dios con mucho celo. Se aseguró de que su Señor recibiera
las alabanzas merecidas en presencia de los paganos. Su corazón se volvió a la
verdad inalterable de la palabra. La adoración solamente puede ser practicada en
el armazón de la verdad. No debemos recibir nada que no esté de acuerdo con
las Escrituras. “Su nombre es: EL VERBO DE DIOS”. Su palabra es gloriosa y
llama la atención de los reyes. Es nuestra espada conquistadora, y es poderosa
para cumplir los propósitos de Dios. No nos hace falta otra cosa.

  La palabra y la oración llenan las vidas de los santos. El que busca librarse
de la idolatría para que su oración y confianza descansen solamente en Dios,
tiene Su oído a su disposición en todo tiempo, aunque a veces tarde la respuesta.
Le fue revelado a Daniel que sus palabras habían sido oídas desde el primer
día que dispuso su corazón a entender, aunque la respuesta tardó tres semanas
en llegar. La tardanza nos fortalece en la fe. La humildad nos identifica con Dios
cuando oramos. La condescendencia es uno de los atributos maravillosos de un
Dios poderoso. Él atiende a los mansos y resiste las naturalezas soberbias. La
mansedumbre es un fruto del Espíritu, y los humildes son la obra de Sus manos.
Nunca les abandona. Solamente los humildes pueden orar en verdad.



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