29 Enero - 4 Febrero Meditaciones diarias de los Salmos
29 de Enero Salmo 7:10-17
10. Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón
11. Dios es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días.
12. Si no se arrepiente, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha
preparado.
13. Asimismo ha preparado armas de muerte, y ha labrado saetas ardientes.
14. He aquí, el impío concibió maldad, se preñó de iniquidad, y dio a luz engaño.
15. Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; y en el hoyo que hizo caerá.
16. Su iniquidad volverá sobre su cabeza, y su agravio caerá sobre su propia
coronilla.
17. Alabaré a Jehová conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el
Altísimo.
Todo pecador debe saber que cada vez que abre sus ojos por la mañana, Dios
está airado con él. Cada día su alma despierta al peligro más grande. Mientras
persiste en su estado pecaminoso, la ira de Dios se enciende contra él. El hecho
de ser erradicado es solamente una cuestión de tiempo, y no hay garantía de que
el tiempo sea mucho. Dios ha declarado guerra contra el pecador y, ¿qué armas
tendrá para defenderse? ¿Tiene un escudo para desviar las flechas del Omnipotente
o una coraza para impedir la penetración de Su espada? No, no lo hay, ni siquiera
en estos días de sofisticada resistencia; la bomba de hidrógeno puede estremecer
la tierra, pero no puede ni siquiera abollar las puertas del cielo. No te engañes,
Dios tiene instrumentos de muerte, y poder para destruir el alma y echarla al
infierno. Este Salmo aclara que Él premedita y preordena la muerte de los
malvados. Sólo si se arrepienten a tiempo pueden ser salvados.
¿Es Dios justo al ejecutar tal retribución contra el hombre? Acuérdate que cada
pecador es una amenaza contra el bienestar de la raza humana, y un canal
reproductivo de la maldad para el futuro. Él es una bomba, un cargador de engaño
e iniquidad. Sus mismos inventos se volverán contra él, porque los ha creado
para su propia destrucción. Cada arma que tiene es un boomerang que regresará
para darle un golpe mortal. David usó la misma espada de Goliat para degollarle.
David alaba a Dios por esto. No es una calamidad cuando la maldad es juzgada,
sino una demostración de la justicia divina. No somos santos ni misericordiosos
cuando retrocedemos yendo en contra de Sus actos de juicio. Si lo hacemos, es
posible que haya rebeldía en el corazón en contra de Su santa personalidad.
30 de Enero Salmo 8:1-2
1. ¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has
puesto tu gloria sobre los cielos;
2. De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de
tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo.
Este Salmo empieza con una alabanza que brota desde el corazón como resultado
de haber recibido una revelación de la gloria y majestad de Dios. David vio la
excelencia del carácter de Dios en la tierra, sin embargo, descubrió que Su gloria
es mucho más de lo que él hubiese podido comprender o recibir a través de una
revelación, bien sea de cosas en la tierra o en el cielo. La experiencia más sublime
para el ser humano es poder experimentar la grandeza del Dios todopoderoso,
y entonces, declararlo.
Sobre la tierra, no solamente podemos descubrir más allá de las palabras cuán
grande es Dios, sino que hay algo más, que al descubrirlo, David lo llamó glorioso
(otra versión lo traduce excelente). Es difícil hallar un sinónimo que pueda
describirlo aún más, pero Jesús lo ilustró cuando se regocijó al punto del éxtasis
y exclamó: “¡Escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado
a los niños, porque así te agradó!” A Dios le encanta exaltar al pequeño y humilde,
y capacitarle para hacer lo que es más sublime. La misma revelación de Su
excelencia es expresada en el versículo 2: “De la boca de los niños y de los que
maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos”. Jeremías fue uno de
aquellos. “No digas, soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú...”
Ciertamente los discípulos de Jesús fueron igual que niños en espíritu. Él les
levantó para callar a Sus enemigos. ¡Qué gloria descubrimos al ver esta excelencia
como parte de la grandeza incomprensible del Creador del cielo y de la tierra!
31 de Enero Salmo 8:1-6
1. ¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has
puesto tu gloria sobre los cielos;
2. De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de
tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo.
3. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste,
4. Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre,
para que lo visites?
5. Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra.
6. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de
sus pies:
La revelación de la excelencia de Dios es evidente e indiscutible en las Escrituras.
¿Cuántos senos estériles fueron abiertos para dar vida a patriarcas y profetas?
María expresó en alabanzas la misma excelencia: “Ha mirado la bajeza de su
sierva... exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes”. ¿Cuántos
enemigos de Dios han sido callados por el fruto de su vientre?
David contempla la gloria que es más alta que los cielos. Mira la luna y las
estrellas, y las ve como hechura de los dedos de Dios. Hoy sabemos que la gran
mayoría de las estrellas que vemos son más grandes que nuestro sol, y la distancia
entre algunas de ellas es billones de años luz. Dios las formó con Sus dedos.
Dios, quien es tan majestuoso, se acomoda por Su bondad al hombre
preocupándose por él, manifestando así la excelencia de Su gloria. Este planeta
es un pequeño punto en el universo y el hombre, entre los demás habitantes de
la tierra, es una criatura débil e incapaz. Los animales pueden correr y protegerse
rápidamente después de nacer, pero el ser humano tarda aproximadamente un
año para poder dar unos cuantos pasos inseguros. Sus dientes se desarrollan
lentamente. No tiene abrigo natural para su cuerpo y es una presa fácil para
muchas bestias. Dios le ha hecho una criatura sin defensas y dependiente, con el
propósito de que confíe en su Creador.
1 de Febrero Salmo 8:5-9
5. Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra.
6. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de
sus pies:
7. Ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo,
8. Las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos
del mar.
9. ¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
La atención más cuidadosa de Dios es para la raza de seres humanos. Hizo
mucho más que crear una maravilla cuando hizo al hombre, ya que le compartió
Su semejanza. Dios le vigila y está sobre él como un padre que se encarga de sus
hijos. Quiso hacer más todavía, y por eso mandó a Su Hijo eterno, para que fuese
como uno de nosotros. Debemos ver más en Él que solamente un regalo para la
raza humana, ya que en Su encarnación podemos observar los planes e intereses
de Dios para el individuo.
En Jesús tenemos la más sublime intención de Dios para con nosotros; Él es la
primicia de una nueva creación (fíjate en He. 2). Como Hijo del Hombre, fue
hecho un poco menor que los ángeles, y por medio del padecimiento de la muerte,
le fue dada gloria, honra y dominio sobre todas las cosas. Todo fue puesto bajo
Sus pies. En esto es manifestado el plan y el carácter excelente de Dios: llevando
muchos hijos, levantándoles de su estado humilde y exaltándoles hasta los cielos.
2 de Febrero Salmo 9:1-8
1. Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.
2. Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo.
3. Mis enemigos volvieron atrás; cayeron y perecieron delante de ti.
4. Porque has mantenido mi derecho y mi causa; te has sentado en el trono
juzgando con justicia.
5. Reprendiste a las naciones, destruiste al malo, borraste el nombre de ellos
eternamente y para siempre.
6. Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre; y las
ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas.
7. Pero Jehová permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.
8. El juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.
El anhelo del alma redimida es entregarse completamente a Dios. No estará
satisfecha hasta que cada parte de su vida que no está santificada, sea conquistada
por Dios, y hasta que su corazón sea perfecto. El deseo de David es que su vida
sea totalmente una alabanza para Él. También quiere ser una alabanza en dirección
horizontal; hay alabanzas verticales y también alabanzas horizontales. David
quiere ser como un faro para demostrar las obras maravillosas de Dios sobre
todos los que le rodean. Unos pueden gozarse de beneficios menos significativos,
pero él se regocija en el Galardón de Abraham. Abraham rechazó los bienes
del rey de Sodoma para poder recibir a Dios mismo como su heredad. Otros
cantan acerca de la naturaleza, de sus amigos o sus amores, pero David canta
acerca de su Creador. Dios es la inspiración misma de sus canciones, su gozo y
el anhelo de su corazón.
El Señor hace una distinción muy clara entre las personas a quienes juzga. Los
que se conforman a Su propósito eterno pueden esperar un veredicto favorable
cuando son juzgados. Por otro lado, Él rechaza a los paganos, sentenciándoles a
un destino de ruina para siempre, y olvidándose de ellos perpetuamente. Todo:
sus hechos, las ciudades que han edificado y su memoria, perecerá eternamente.
El Señor está haciendo grandes preparativos para un juicio justo. Será la evidencia
de una rectitud judicial perfecta sin fallo alguno.
3 de Febrero Salmo 9:9-14
9. Jehová será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia.
10. En ti confiarán los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Jehová, no
desamparaste a los que te buscaron.
11. Cantad a Jehová, que habita en Sion; publicad entre los pueblos sus obras.
12. Porque el que demanda la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor
de los afligidos.
13. Ten misericordia de mí, Jehová; mira mi aflicción que padezco a causa de los
que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte,
14. Para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion, y me
goce en tu salvación.
Los que se han familiarizado con el carácter de Dios por medio de sus
experiencias, entregan confiadamente su destino en Sus manos. Él ha venido a
socorrer a los que reconocen y sienten su necesidad. Es imposible que Él no
responda a los buscadores. Jesús dijo: “Buscad y hallaréis”. El día vendrá cuando
Él vengará cada acto de agresión contra los humildes que claman a Él, porque
no confían en ellos mismos ni en otras fuentes.
Los enemigos del justo son muchos y atacan tanto física como espiritualmente.
Son demasiado fuertes para él, y se siente completamente incapacitado frente al
más fuerte de ellos, que es la muerte. David confía en el Señor y Él le levanta,
como levantó al cojo que mendigó frente a la puerta, llamada la Hermosa, por
tantos años. Cuando reconoce que su liberación de la muerte ha venido de la
mano del Señor, se regocija. Él le transporta de las puertas de la muerte a las
puertas de Sion. Como David, debemos aplicar la verdad de Dios a nuestras
situaciones. Debemos regocijarnos en Su salvación y alabarle públicamente.
Vamos a declarar Su justicia y fidelidad a nuestra generación.
4 de Febrero Salmo 9:15-20
15. Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; en la red que escondieron
fue tomado su pie.
16. Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó; en la obra de sus manos
fue enlazado el malo. Higaion. Selah
17. Los malos serán trasladados al Seol, todas las gentes que se olvidan de Dios.
18. Porque no para siempre será olvidado el menesteroso, ni la esperanza de los
pobres perecerá perpetuamente.
19. Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas las naciones
delante de ti.
20. Pon, oh Jehová, temor en ellos; conozcan las naciones que no son sino
hombres. Selah
Mientras David esperaba indefenso delante de Dios, los paganos hacían grandes
esfuerzos para atraparle, pero cada plan se volvió en contra de ellos. Así actúa
Dios. Él es el socorro de los incapaces y usa las mismas fuerzas del maligno para
derrotarle.
No te fijes en la ilusión del éxito momentáneo. El destino terrible del malo es
seguro. Sean individuos o naciones, los que dejan a un lado a Dios, tendrán un
futuro en el infierno. Por otro lado, el alma olvidada y necesitada, que solamente
espera mientras los infieles prosperan, puede esperar un galardón.
Hay un clamor que debemos reactivar en el día de hoy: “¡Levántate, oh Señor!”
Debemos anhelar que Él se meta en nuestras situaciones y que la gente pueda
observar y reconocer que Él es Dios. Él puede juzgar a los paganos de una manera
tan clara, que no quedará ni una sola duda de que fue Su mano la que lo ha hecho.
¡Que el temor de Dios prevalezca! La idolatría, que consiste en que la persona
se adore a sí misma, tiene que ser profanada, para que sólo Dios reciba la gloria.
Los hombres tienen que llegar a admitir que Él es Dios, y ellos sólo Su creación.
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