Un cántico para Jerusalén
25. Un estudio expositivo de Isaías, capítulo 26
Hemos ido contemplando el lenguaje poético del Señor. El Espíritu Santo, Autor de la
Escritura, nos presenta la verdad de tal manera, que la hace penetrar profundamente y permanecer dentro de nosotros. El
profeta, inspirado, nos habla de una canción, y lo que tenemos delante de nosotros, en este capítulo, es la verdad eterna en forma poética con una melodía y un
ritmo. Aunque es un beneficio secundario, también
podemos desfrutar de la mejor literatura cuando estudiamos la palabra de Dios.
Acuérdate de que el documento original de
Isaías, al igual que toda la Escritura, no estaba dividido en capítulos o versículos. Los hombres los añadieron para facilitar su lectura y, como resultado, hay
pensamientos en este capítulo que pueden estar unidos con otros del capítulo
anterior o del que sigue. Por ejemplo, al principio de capítulo
25, vemos las ciudades como una representación de las mejores obras de los
hombres, por las que se sienten muy orgullosos. Vemos un ejemplo
clásico, el de Nabucodonosor, jactándose de Babilonia sobre la azotea de su
palacio real. El último versículo del capítulo 25 habló de los muros de Moab, símbolo
de su orgullo y destreza prácticas.
La ciudad milenaria
Hay una canción que la
tierra de Judá cantará en el futuro sobre su ciudad capital que será, de hecho,
el capital del mundo durante el milenio. El término “aquel día”, a menudo refiere al día cuando el Señor reine durante mil años en la tierra. Lo que
sigue, es la letra de aquella canción, y tiene que ver con una ciudad muy
especial. Abraham, Isaac y Jacob no podían acomodarse en su heredad terrenal (Canaán) porque, como a Isaías, Dios dio a Abraham una visión de una ciudad mucho
mejor. Enseñó a sus descendientes la superioridad del mundo venidero,hasta tal punto
que vivieron en tiendas en su tierra prometida, como extranjeros y peregrinos
(Heb.11:13). Nos dieron un ejemplo cómo debe ser la mentalidad del pueblo
de Dios.
A diferencia de las ciudades
condenadas del hombre, la ciudad de Dios es la ciudad de la salvación, reforzada con muros y antemuros (v.1). La razón por la cual existía Isaías es
conocido por su nombre, “Jehová es salvación”, y por medio de él, el Señor
nos revela Su salvación.
“Todo Israel será salvo…” enseñó el apóstol
Pablo, “Vendrá de Sion el Libertador,
que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando yo
quite sus pecados” (Ro.12:26-27, citando Is.59:20,21). Alrededor de
Jerusalén estará la nación justa de Judá. La impiedad y los pecados
les serán quitados.
Jerusalén estará segura y
sus puertas serán abiertas, porque la salvación de Dios ha venido a su pueblo
(v.2). La mejor manera de preservar a la sociedad o a una civilización es por medio
del nuevo nacimiento. Los misioneros necesitan captar esta visión de nuevo. La mejor manera de dar apoyo humanitario a la gente es por predicarle el
evangelio, que tendrá como resultado una nueva creación. Yo no veo en los Evangelios centros de rehabilitación para prostitutos, pero sí las veo creyendo y
entrando al Reino. Yo no leo acerca de seminarios en los que se enseñe a los publicanos a prácticar una economía honesta, sino de llamarles al arrepentimiento. El evangelio
es efectivo; ¡arrepentirse y creer es todo lo que es requerido! “Es poder de Dios para salvación a todo
aquel que cree” (Ro.1:16).
Confiad en el Señor
El único camino a la
justicia en el día de Isaías, como en el día de Pablo, fue por medio de la fe.
Habacuc, contemporáneo de Jeremías, Ezequiel, Daniel y Sofonías, lo entendió
igual y proveyó la base de la doctrina neo-testamentaria, al escribir, “El justo por su fe vivirá” (Hab.2:4).
La justicia que viene por guardar la ley siempre termina en fracaso. El individuo, aquel que es hecho justo por la fe saladora, siempre sigue fiel.
La fe es sinónima de confianza, pero la palabra confianza es más utilizada en el Antiguo Testamento. El versículo tres es
maravilloso y a menudo citado: “Tú
guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en
ti ha confiado”, pero tienes que invertir el versículo para saber como
funciona: 1) La serie empiece con un corazón que ha encontrado en Dios a alguien
que es totalmente confiable. 2) El corazón se une a la mente y dirige sus
pensamientos en la dirección de Aquel en quien confía. 3) Cuando la
persona está tan involucrada con Dios, el resultado es que Su paz forma un
escudo impenetrable que rodea el alma que confía en Él. Ninguna circunstancia ni peligro podrán estorbarle.
La confianza o fe es la
única cosa requerida que satisface al Señor. Su mandamiento sigue... “Confiad en Jehová perpetuamente.” Tenemos
que poner nuestra mano en la del Señor y permitirle que se encargue totalmente de
nuestra vida, empezando con la salvación eterna de nuestra alma. Entonces, Dios
se preocupará en proveer esa salvación para nosotros y llevarnos durante toda nuestra vida aquí
y hasta la eternidad. Dios es todo lo que una roca simboliza. Él es estable,
inmovible, fiel, confiable y, como dice el versículo 4, esta Roca,
específicamente, es para todos los siglos. ¡Siempre estará para ti!
Un “llano” para el justo
El cántico continúa,
versículo tras versículo, asegurando la provisión de Dios. Él es nuestro protector, quien derrumba a los terribles enemigos. Como ya hemos leído en el capítulo
anterior, Él ataca el centro del poder, desintegrándolo hasta convertirlo en polvo
(v.5). El enemigo es humillado, porque Dios utiliza los pies de los más débiles
para hollarle… “los pies del afligido,
los pasos de los menesterosos” (v.6). Vamos a hacer una pausa para
recordarnos que siempre hace asi… Él humilla lo majestuoso a través de lo que es débil… Este principio se repite por toda la Biblia, pero especialmente por lo que
Pablo enseña a través de sus grandes declaraciones en 1 de Corintios 1:18-2:5.
En un terreno repleto de montañas y valles, un llano puede ser grandemente apreciado. Una persona acostumbrada a la llanura probablemente no lo podrá entender, pero yo puedo
cantar esta estrofa con el judío, porque experimenté el placer de pasear sin ningún esfuerzo sobre el llano, después de haber subido y bajado las montañas de Méjico. Sin
embargo, esta canción trata de otro camino mucho más rugoso: “El camino de los transgresores es duro” (Pr.13:15).
Éllos caminan en contra de Dios y Dios está contra ellos. Pero por el contrario, “La senda del justo es recto; Tú, ¡oh
Recto! Allanas la senda del justo” (v.7 BTX).
Tenemos que volver
continuamente al estribillo de este cántico en el versículo tres. Confiamos en el
Señor; nuestros pensamientos están firmemente en Él y esperamos en Él. No nos
interesan los planes y las maquinaciones de los hombres; nos alejamos de ellos.
No están en nuestros pensamientos ni en los anhelos de nuestro corazón: “Tu nombre y tu memoria son el deseo de
nuestra alma” (v.8). Queremos ser el
pueblo que desea que se manifieste todo lo que Su nombre significa, para
que Él llame la atención de la gente una vez más.
El deseo se profundiza en un
anhelo: “Mi alma te anhela de noche, y
por ti madruga mi espíritu dentro de mí” (v.9 BTX). Este tipo de buscador
es muy necesario en cada generación, incluyendo la nuestra. No hay esperanza de piedad, a menos que los santos que aman al Señor interceden con un celo
divino ardiendo en sus almas. La separación de Su presencia es intolerable y, en las noches, cuando la visión está oscurecida por el espíritu de una mala edad
y parece que Él se ha distanciado, el corazón se dirige en una sola dirección, como
la sulamita en los Cantares 5:6-8. Obviamente esta gente buscadora permanece muy
cerca del corazón de Dios, anhela agradarle y ver hecha Su voluntad hecho en cualquier situacion en la que se involucra.
Aprender la justicia por experimentar el
juicio
Es interesante notar el
objeto que motiva la búsqueda. Cuidadosamente consideraremos el resto de este
versículo y también el versículo 10: “Porque cuando tus juicios se manifiestan
en la tierra, los habitantes del mundo aprenden justicia. Se mostrará piedad al
malvado, pero no aprenderá justicia; aun en tierra de rectitud seguirá
practicando el mal, y no considerará la grandeza de Jehová.” Esta gente
busca a Dios, para que se manifieste a Si mismo en el juicio. Ellos saben que al
hacerlo, un mundo errante y pervertido empezará a prestar atención y a aprender justicia. Pero si Dios les tratase con favor a los malvados, estos irían adelante, confiados en
sus caminos, cometiendo sus malos y corrompidos hechos sin que nadie les detenga. No solamente necesitan reconocer al Señor, sino también algo que les demuestre su grandeza y poder… Su majestad. Tienen que despertar a
la realidad de un Dios santo. ¿Existe un pueblo que ora así en nuestros tiempos?
La oración continúa: “Jehová, tu mano está alzada, pero ellos no
ven.” No verán el juicio venidero hasta que sea tarde. Los inconversos son
totalmente insensibles al Dios invisible. Necesitan un punto de contacto con el
cielo. ¿Cómo acontecerá? Acontece cuando ven la mano del Señor y el celo
ardiente de Su corazón sobre Su pueblo. En el Nuevo Testamento, “Tu pueblo”
significa “la iglesia”. Un mover de Dios tiene que llegar a Su pueblo para que los que están fuera vean el camino recto de los justos y la majestad
del Señor. Cuando el pueblo de Dios es la cabeza que dirige, en lugar de ser la
cola que sigue las modas de la sociedad, entonces los habitantes del mundo se
avergonzarán de sus caminos.
“Que el fuego devore a tus enemigos” (v.11
BTX). Esta petición es totalmente opuesta a la mentalidad del pueblo de Dios hoy en día, pero la necesitamos mucho. Sus adversarios tienen que ver el fuego de Su
ira y temer el juicio que seguramente vendrá. Los de Nínive se arrepintieron
cuando Jonás clamó, “De aquí a cuarenta
días Nínive será destruida.”
Otros señores y el Señor
Tenemos que seguir mirando el texto con mucho cuidado. La única obra aceptable, llevado acabo por Su
pueblo, es la obra que Él hace en ellos y por medio de ellos: Jehová, tú nos darás paz, porque también
hiciste en nosotros todas nuestras obras” (v.12). Están reconociendo el
hecho que la obra de Dios nunca acontecerá por medio de carne y sangre, sino
por el Espíritu Santo. “No con ejército,
ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zac.4:6).
Lo que representa el oro, la plata y las piedras preciosas que resiste el fuego
de juicio sobre el servicio del cristiano, son Su paz, Su gozo y Su amor. Lo
demás será consumido.
Para extraer la forma más alta
de alabanza de los cantores, esta canción habla brevemente de un pasado en el que “otros señores fuera de ti se
han enseñoreado de nosotros”. Pablo habla dos veces de entregar personas a
Satanás, por no haber sido cuidadosas en su vida cristiana. Conocer el trato de “otros señores” nos ayudará a entregarnos a Su benigno señorío y
consagrar nuestras vidas entera y solamente a Él (v.13). Los judíos recuerdan las grandes potencias
que, durante toda su historia, gobernaban sobre ellos, a quienes el Dios de Israel
llevó a la destrucción y a la muerte. Antes de que este cántico pueda ser cantado,
el anticristo estará incluido entre los tales. Es una pequeña paradoja el que los judíos se acordarán de que Dios deshizo todo el recuerdo de los que se enseñoreaban. Tenemos que cesar de dar importancia a los hombres, de temerles y de buscar su honor (v.14).
Israel canta con un corazón
rebosante en ese tiempo. Las pérdidas son sorbidas por el gran crecimiento y
prosperidad, y las fronteras de la nación se extienden. La gloria de Dios se
aumenta como nunca sobre Su tierra. No debemos mirar la situación presente, sea buena o mala, sino que nuestros ojos deben fijarse continuamente en el fin
de las cosas; eso es lo que vale. Los malos serán destruidos, los justos se
aumentarán y la gloria de Dios llenará la tierra (v.15).
“Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le
librará Jehová” (Sal.34:19), y muchas son las oraciones hechas en secreto por
los afligidos. Me acuerdo de la historia de una mujer judía que fue una creyente
secreta durante el holocausto nazi. Aun
su familia no sabía que sus oraciones subían a Jesús de Nazaret en su
aflicción. Bienaventurado es él que puede ver la disciplina de su Padre en las
pruebas de la vida (v.16). Sin embargo, su marido pasó por la misma aflicción
sin resultados positivos y después de la guerra, se divorció de su mujer al
saber que fue una cristiana. Demasiadas veces, en la historia de Israel, se
olvidaron del Señor y su sufrimiento fue en vano. Sus esfuerzos fueron infructuosos
y su generación no rubo significado, ni llevaron a cabo los propósitos de
Dios. ¡Había mucho dolor, pero ningún provecho! Esto es un comentario triste
sobre las vidas de demasiados de los que profesan ser Su pueblo (v.17-18).
Al final… la resurrección nacional
Ahora llegamos al final de
este himno majestuoso, apuntándonos hacia la restauración total de Israel,
ilustrada por una resurrección física de los muertos. La doctrina de la
resurrección física tiene que ser entendida, para poder captar el significado
que hay para Israel, como nación, en esta canción profética. Isaías se refiere claramente a la realidad de una resurrección física del cuerpo. “Tus muertos vivirán; sus cadáveres
resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! Porque tu rocío es cual
rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos” (v.19). En el contexto
acabamos de leer dos versículos que demuestran la existencia infructuosa de Israel. Había posibilidades de dar a luz vida, pero fue abortada. La
resurrección nacional de la que se profetizó Ezequiel 37 todavía está en el futuro,
cuando el rocío del cielo caiga sobre la tierra y brote la vida.
Veo que los versículos 20 y
21 apuntan a la segunda mitad de la semana 70 de Daniel; lo vemos con más
detalle en Apocalipsis, capítulo 12. Una mujer (Israel) es perseguida por el
diablo, pero “tiene lugar preparado por
Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días (3 ½ años)” (Ap.12:6). Durante este período, la
furia de la ira de Dios será derramado sobre la tierra y termina con la Batalla
de Armagedón.
Aunque este cántico es, en
primer lugar, para Israel, y su perfecto cumplimiento está reservado para el futuro,
sin embargo las demás naciones están incluidas tanto en el Milenio como en el evangelio… así que la canción será para al judío primeramente, y también para el griego.
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