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Lowell Brueckner

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El avivamiento Mukti, III

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Una ciega, viuda de un pastor
que también era ciego
Al estudiar las historias de avivamientos, estamos estudiando de la iglesia en su mejor estado. Aquí presento la tercera y última parte, sobre el avivamiento Mukti que ocurrió en la misión de Pandita Ramabai en la aldea de Kedgaon, cerca de Pune, India. Lo que tenemos son comentarios de personas que eran testigos de los eventos que ocurrieron. Además hay algunos consejos de Pandita Ramabai misma que nos hace ver lo que ha de cambiar para que tengamos un movimiento del Espíritu Santo en nuestros días.

Otros escriben:

“Estamos viendo los resultados de la obra de Dios en medio de nosotros a través de vidas transformadas, marcadas por la oración; la oración intercesora, el estudio bíblico, y por predicar más el evangelio a los paganos. El estudio bíblico y la oración han caracterizado la obra aquí desde un principio, y ha sido la manera de prepararnos para el avivamiento; sin embargo, las dos cosas se han profundizado más por el avivamiento”.

“Hay un incremento de humildad y unidad entre las chicas y los obreros, más deseo de ser aprobado por Dios y una unión más cercana con el amado Señor Jesús… Un día, notamos que algunas de las chicas del grupo de oración estaban orando en diferentes lenguas. Yo había oído que el don de lenguas había sido repartido a algunos de los hijos de Dios en alguna otra parte del país, así que no me sorprendió oír que nuestras chicas estuvieran hablando en nuevas lenguas… Un domingo por la mañana, a la salida de la iglesia, vi a algunas chicas cerca de la puerta de la habitación de una de las obreras. Parecían muy emocionadas y asombradas. Pronto supe la causa de su asombro. Una chica oró en voz alta y alabó a Dios en inglés; no conocía el lenguaje. Algunas de nosotras nos pusimos a su alrededor y unimos nuestras mentes con ella en la oración. Ella estaba totalmente inconsciente de lo que pasaba, sus ojos estaban bien cerrados, y estaba hablando al Señor Jesús muy fluidamente en inglés…  El don de la profecía también le fue dado a muchas de las chicas que se dedicaban a la oración… Algunos han dado mensajes en lenguas desconocidas dando, al mismo tiempo, la interpretación, frase por frase… pero la característica más distinguida de este avivamiento fue la confesión y el abandono del pecado”.

“Cuando leemos las Escrituras y comparamos nuestras experiencias con ellas, vemos qué lejos estamos de lo que pasó en el libro de los Hechos de los apóstoles… el Espíritu Santo fue derramado poderosamente, porque los apóstoles veían que los espíritus malignos clamaban y salían de los poseídos, y veían que el poder de Dios era tan evidente entre ellos que los enemigos, en algunos casos, fueron totalmente derrotados (por ejemplo, en el caso de Saulo de Tarso y del rey Herodes). Muchos de los que veían su propio pecado e incredulidad, lo confesaban y lo abandonaban. Pero tanto ellos, como nosotros, sentimos que todavía no hemos recibido un Pentecostés poderoso”.

Una carreta, conmemorando los principios de la misión.
“Oraremos para que nuestros hermanos cristianos que, como nosotros antes, están fríos y son tibios, sean despertados del sueño mortal y empiecen a orar para que el Señor mande un avivamiento duradero entre ellos. Para hacerlo, tendremos que tomar pasos a propósito, por ejemplo, sacrificando gran parte de nuestros estudios. Tendremos que sacrificar también a nuestros mejores trabajadores y enviarles a otros lugares, pareciendo, incluso, que hay desorden o faltas en cada departamento, creando así una situación de necesidad, para que Dios obre. Tendremos que estar dispuestos a “gastar lo nuestro” para otros, si de este modo podemos ser utilizados para despertar a algunas almas y animarles a trabajar por el Señor… Tenemos que permanecer muy cerca de Él y pegarnos al polvo, para que Él sea glorificado en nosotros. El diablo está muy ocupado en detener la obra del Señor entre nosotros y entre otra gente”.

“A los que están en el grupo de oración no se les permite dejar sus trabajos, pero sí, por un tiempo, dejar sus estudios, si Dios así les guía. De esta manera, sólo los que están dispuestos a perder por causa de Cristo, pueden ser recibidos en el grupo de oración. Tanto las niñas pequeñas, como las jovencitas de diferentes cursos, que son llamadas a pasar tiempo en oración en lugar de cultivar sus capacidades mentales, son recibidas en el grupo, y se les da permiso para no estar por un tiempo en la escuela… Muchas de las que asisten con regularidad a la escuela, pasan mucho de su tiempo libre en oración, para sí mismas y para otros; y en el estudio de las Escrituras, llegando incluso a perder el sueño y la comida por este propósito… Estamos pidiendo a Dios que nos enseñe a orar para que almas sean salvadas y llevadas al reino”.

“Si se necesitan pruebas de la realidad del avivamiento que tomó lugar en Mukti en 1905, se encuentran abundantemente en el carácter perdurable de la obra hecha en los corazones de las chicas de los grupos Mukti, que han estado ayudándonos a esparcir el evangelio durante los últimos siete u ocho años en Pandharpur. Muchas de ellas han vivido una vida espiritual constante desde entonces, y ahora están con nosotros. Siguen orando y hablando la historia del amor de Dios, tan apasionadamente como cuando primeramente se rindieron al Espíritu Santo… Vivíamos en tiendas de campaña, montadas en doce diferentes lugares, estratégicamente céntricos, y evangelizamos el territorio; hemos visitado más de 150 aldeas de nuestro distrito”.
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Una escuela dedicada a la memoria de la hija de Ramabai,
también grandemente usada en el avivamiento


Ramabai“Asistir es voluntario y las niñas sienten mucho si, por cualquier razón, no se les permite ir a la reunión. Prefieren estar castigadas y aguantar lo que sea, antes de que no se les permita estar en el círculo de oración”.
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Otro escribe:

“En ninguna parte de la iglesia de India he encontrado cristianos que hayan captado la verdad espiritual de que Dios elige, llama y separa a Sus propios obreros. El pensamiento en la iglesia de aquí es que los cristianos pueden elegir un llamamiento para sí mismos como predicadores, mujeres de la Biblia, etc… 122 chicas se ofrecieron, voluntariamente, para prepararse para la obra de Cristo. Una buena porción de ellas no posee ninguna evidencia de vida espiritual, y mucho menos la capacidad para la obra cristiana. Algunas piensan que si alguien sabe hablar bien, leer bien, y tiene conocimiento de la Biblia, está preparado para ser un obrero cristiano. Confieso que el problema era demasiado para mí. Yo no sabía cómo elegir a quienes debían prepararse, así que se lo entregué al Señor pidiéndole que fuera Él quien eliminara a las malas, y que de los Suyos llamara, separara y ungiera a una pequeña compañía para Su servicio. El proceso de erradicación ha progresado desde entonces… Muchos de los que han quedado, todavía están rompiendo el suelo duro y haciéndolo fértil. Esta obra, en el corazón del pagano, tiene que ocurrir antes de que podamos sembrar la semilla para que brote la nueva vida. 
La iglesia en Kedgaon; la mayoría,
de preferencia se sientan en el suelo. 
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Ramabai escribe:

“Estamos viviendo un tiempo raro. Hay hambruna, no de comida y agua, sino de la palabra de Dios. India no es una excepción. Se ha robado de la palabra de Dios su autoridad suprema. Algunos de los misioneros que vinieron a predicar la verdad como se encuentra en Jesús a un pueblo perdido de esta nación, ahora  predican el alto criticismo (unas ideas que aparecieron en el siglo XVIII, negando los milagros de la Biblia, negando la antigüedad de algunas escrituras, aceptando la evolución, etc.). Nuestras iglesias ya están frías y tibias. El poder del Dios viviente, que cambia radicalmente en un hombre convertido, no está en ellas. La religión cristiana se predica igual que otras religiones. No nos pasa lo que dijo San Pablo:

“Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado… ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder; para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios".

“Muchos de nuestros predicadores, hoy en día, se han propuesto saber de todo menos de Jesucristo. Piensan que nuestra fe debe estar en la sabiduría del hombre; que el fundamento de nuestra fe no debe ser la Palabra de Dios, ¡sino la ciencia! Se han propuesto saber del fuerte movimiento, llamado en inglés higher criticism (literalmente en español, la crítica más alta, criticando la Biblia y dudando de la autenticidad de muchas partes) como si fuera necesario, de esta manera, enseñar sobre nuestro Dios y Su palabra. Piensan que deben saber todo lo que el mundo tiene para enseñarles. Ahora, la pregunta que tengo es la siguiente, ¿por qué tienen que hacer esto y predicar también a Cristo? ¿No pueden estar 100% a favor del mundo y negar a Cristo, si lo que esperan es que nuestra fe esté en la ciencia y no en la demostración del Espíritu y poder? Si nosotros, como cristianos, testificamos a favor de Cristo, ¿por qué tenemos que hacer todo lo que el mundo quiere que hagamos? ¿No hay poder en nuestro Dios, que nos puede librar de las ataduras del mundo?”

“La iglesia india de hoy es como la iglesia de Sardis o Laodicea. Los predicadores, catequistas, mujeres de la Biblia y pastores, tienen que trabajar demasiado. Los niños en la escuela han tenido que dedicarse demasiado a los estudios. Nosotros mismos somos los culpables por enfatizar tanto y dar tanta importancia a la preparación escolar mundana. Tenemos que  relajar un poco los esfuerzos y poner más énfasis en el asunto de sus almas… y en nuestras almas también. A menos que los líderes de las instituciones cristianas estén dispuestos a que el Espíritu de Dios obre en su pueblo, Él no lo va a hacer”.

“Una de las chicas convertidas de Sunderabai Powar, mientras testificaba en las reuniones en Pune, dijo que ella y sus hermanas nunca hubieran recibido la bendición, si el director de la escuela no les hubiera permitido dejar su trabajo para ir a las reuniones de oración”.

“Tienen que aprender a no estorbar la obra de Dios, metiendo sus manos en ella”.




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