Pimienta y sal, número 5
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mensajes importantes
Como un profeta, Vance Havner, sigue dándonos la palabra
de Dios, despreciando las tendencias de estos días. “Jesucristo es el mismo
ayer, hoy y por los siglos. No os dejéis llevar de doctrinas diversas y
extrañas…” (He.13:8-9). La verdad es tan antigua como lo es el eterno Hijo de
Dios; Él es la verdad y no cambia ni una jota por los expertos de estos días.
Nunca le persuadirán a unirse con la mentalidad vacilante de los tiempos. No
pudieron en el pasado y no lo harán hoy. “¿A quien pidió consejo para ser avisado?” (Is.40:14).
¿Un
cristiano mundano?... ¿un diablo celestial?
No podemos ser cristianos la mitad del tiempo. Todos
estamos en el servicio todo el tiempo, o por lo menos, debemos estar. Un hombre
que es fiel a su esposa la mayoría del tiempo, no es fiel para nada; y un
hombre que es cristiano y algo más, no es cristiano. El amigo del mundo es enemigo
de Dios. Billy Sunday decía: “No hay tal cosa como ser un cristiano mundano. Lo
mismo sería hablar de un demonio celestial.
Plataformas
de lanzamiento que cuestan un millón de dólares
Edificar iglesias que cuestan un millón de dólares para
hacer muy poco para el Reino de Dios, es tan ridículo como edificar grandes y
costosas plataformas para lanzar petardos o cohetes artificiales.
Arrepentimiento
y permanecer
 |
| Un libro escrito por Vance Havner |
En su segunda misión evangelística a Inglaterra, D. L.
Moody, predicó el arrepentimiento. Alguien dijo: “Moody aprendió que, a menos
que la persona dé la espalda al pecado en su vida y en sus pensamientos, no habrá
un cambio permanente en ella”.
Dios
no es pragmático
Muchas veces hacemos más al hacer menos. A Dios no le interesa
la cantidad producida. Ese estándar de cantidad es americano; no es un estándar
bíblico.
La
traición
Hay muchos tipos de traición en
el campamento cristiano. Hay hombres que niegan la historicidad y la
autenticidad de la palabra de Dios; hay mundanos que juegan con el enemigo; hay
miembros indiferentes en las iglesias, que no ayudan en la lucha contra los
poderosos enemigos… todos estos son traidores. Suena bien hablar de olvidar
nuestras diferencias y confrontar juntos al enemigo de afuera, pero
posiblemente perderemos al enemigo de dentro. Pablo reconoció dos amenazas
contra la iglesia… los lobos de afuera y los líderes falsos de dentro
(Hch.20:29,30).
Dos
grupos en la congregación
Malaquías se enfrentó con una generación perezosa y
desvergonzada que contestó a su condenación del pecado con una pregunta, a
menudo repetida, “¿en qué?” (1:2; 6; 7; 2:17; 3:7; 8). Lo que quiso decir con
esa pregunta era: “No somos tan malos, ¿por qué estás riñéndonos?” Pero también
había un remanente, un núcleo que temía al Señor. Cada domingo por la mañana
tenemos los dos grupos en la congregación: Los “en qué…”, que son como las
flores que se abren a las 11 de la mañana del domingo y todo el resto de la
semana se marchitan…; y por otro lado el remanente. Nuestra única esperanza
consiste en poder alistar el remanente en “un ejército de Gedeón”.
Y
hoy…
George Mueller tenía en su escritorio un lema de dos
palabras… y hoy… del gran versículo “Jesucristo
es el mismo ayer, y hoy, y para
siempre” (He.13:8). “He aquí, estoy con vosotros todos los días”, no es una
promesa, es un hecho. No dijo: “Estaré con vosotros, sino “estoy con vosotros
todos los días”, incluso hoy.
El
plan de Dios no es cambiar ni convertir al mundo
Un avivamiento, una visitación de Dios, no hará todo lo que
algunos esperan. El Pentecostés no convirtió a Jerusalén. Pronto Jerusalén cayó
bajo el juicio. El Pentecostés hizo lo que Dios había propuesto. El propósito
de Dios no es convertir al mundo, sino llamar a un pueblo para Sí mismo. El
avivamiento cumple este propósito.
Un
mundo loco con los pacientes a su cargo
Nuestro mundo se ha convertido en un manicomio en el que
los pacientes ingresados intentan gobernarlo. Vivimos un tiempo raro en el que
los mismos pacientes expiden las recetas. Los estudiantes amenazan con tomar
control de las escuelas, los niños gobiernan los hogares y los miembros de la
iglesia, y no el Espíritu Santo, dirigen las iglesias. Tal anarquía siempre
atrae a un dictador, y el último de ellos será el Anticristo, ya a las puertas,
esperando su entrada.
Una
palabra a los que están familiarizados con el cristianismo
Es más difícil que una persona familiarizada con el
cristianismo sea un verdadero cristiano que un pagano. El pagano no tiene ideas
preconcebidas de lo que es el cristianismo porque no ha observado como lo viven
los miembros de una iglesia. Para él, todo es nuevo. La situación es
completamente opuesta para uno que conoce el cristianismo. Tiene que vaciarse
de mucho de lo que ha creído y ser nuevamente enseñado, antes de que pueda
entender lo que es el discipulado cristiano.
Los
hombres del Rey
En la cueva de Adulam, David juntó un pequeño grupo con un
propósito singular y persuasivo; hacer de David un rey (1Cro.12:31,38). Él fue
un exiliado, pero fue destinado al trono. Jesucristo, el Hijo de David, vino a
los Suyos y no le recibieron. Fue rechazado de los hombres y exiliado, pero un
día volverá para ser coronado. Mientras tanto, junta “una banda” que lleva Su
nombre con el propósito de hacerle Rey, primeramente en el reino invisible de los
corazones y después en el reino visible, cuando reine sobre la tierra. La
iglesia verdadera de hoy no es una institución gigantesca, con una gran organización
y estadísticas brillantes. Es una minoría perseguida en un mundo pagano, una “banda”
moderna de David en la cueva de Adulam, hombres para estos últimos tiempos,
hombres del Rey, trabajando para aquel día en el que traigamos la corona real y
le coronemos Rey sobre todo rey. ¡Camaradas, os saludo!
La
tolerancia sobre la verdad, la cabeza sobre el corazón, etc.
Pablo no ignoró las artimañas de Satanás, pero nosotros no
somos tan sabios. Entre las artimañas exitosas del día de hoy están las
siguientes: el exaltamiento de la tolerancia sobre la verdad; poner más énfasis
sobre la cabeza que sobre el corazón; anteponer la felicidad a la santidad; poner
el énfasis en la vida en este mundo más que en el próximo.
Él
que ríe el último…
Cuando el cuerpo de Jesús fue puesto en la tumba, parecía
que el pecado, la muerte y el diablo hubieran ganado. Parecía que Herodes,
Caifás, Pilato y todos los enemigos de Dios hubieran triunfado. Pero tres días
después, ¡Jesús salió de la tumba! ¡Él hizo lo que quiso! Hoy en día parece que
el comunismo, secularismo, ateísmo y la ilegalidad están haciendo lo que
quieren, pero no moverán la última ficha. Fue Khrushchev quien citó el antiguo
proverbio: “Él que ríe el último, ríe mejor”, sin embargo, la última risa será
la de Dios. “El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos”
(Sal.2:4). “Maquina el impío contra el justo, y cruje contra él sus dientes; Él
Señor se reirá de él; porque ve que viene su día” (Sal.37:12-13).
Inconformistas
como Micaías
Los representantes del estado y de
la iglesia, hombres acostumbrados a decir “que sí”, demasiadas veces
comprometen sus convicciones, buscando acuerdos. Estamos llegando al punto en el
que ser el único inconformista es un pecado imperdonable. La gran idea es presentar
un frente unido, cueste lo que cueste. Un clérigo prominente nos ha recordado el
gran peligro de cómo este principio y esta meta de llegar a la unidad, puede
ser una táctica siniestra, eliminando todo el poder de oponerse a lo que no es
correcto y excluyendo toda pasión para la reforma. Con el pretexto de presentar
un frente sólido a los enemigos de afuera, nos dicen que no debemos fijarnos en
los desertores y traidores de entre los nuestros, porque eso puede causar
división. Lo que está a la orden del día de hoy es la unificación, unanimidad y
uniformidad, y ¡ay de cualquier Micaías que no esté de acuerdo con los 400
falsos profetas que animan a Acab y a Josafat a subir contra Ramot de Galaad!
Con el tiempo, esta actitud producirá un estado mundial monolítico, una iglesia
mundana con la marca de la bestia y bastantes problemas para los que no quieran
llevar su marca. Lo que está sucediendo es el programa que precede al del
Anticristo.
El
galardón de un profeta
Un artista de televisión se fija en el índice de audiencia,
un político en sus votos y un orador en los aplausos, pero el profeta que habla
de parte de Dios no está gobernado por tales respuestas. Él da su mensaje
aunque caiga en oídos sordos y se gane solamente el oprobio o quizás una celda
en la prisión. El sencillo trasfondo de Amós le puso a un nivel muy por debajo
de sus ciudadanos, en la sociedad de Betel; Juan Bautista no ganó aplausos en la
corte de Herodes. El precursor tenía multitudes a su disposición, pero se puso
a un lado y dejó a Uno más grande que él en el centro del escenario. Vivimos en
un día en el que los hombres no sufren la sana doctrina sino que, en su lugar, buscan
maestros agradables que rasquen su comezón de oír. ¿Habrá en algún lugar un
profeta que no piense en su comodidad, su seguridad, lo que le ofrece el
estado, o los beneficios de la renta cuando sea anciano, sino en la soledad de
un Jeremías, los peligros de un Savonarola y los conflictos de un Lutero, para poder
hablar como un portavoz de Dios en estos últimos días? Barclay dice que el
ministerio en una posición cómodamente establecida en cierto lugar, siempre ha estorbado
a los profetas que vagan de un lugar a otro, despertando a sus congregaciones
de su indiferencia. Tampoco dan la bienvenida a la voz en el desierto, ni en su
tierra ni afuera. El galardón del profeta se centra en la aprobación de Dios y
el veredicto de la historia.
El
mensaje, la misión y el método de la iglesia
Nuestro Señor no llevó un cartel a Jerusalén provocando la
insurrección contra Roma. Los cristianos primitivos no se especializaron en
reformar el orden social. Ellos eran la sal de la tierra y, como tal,
revolucionaron la historia sin hacer ruido, por la influencia del evangelio en
los corazones humanos. Será un día triste para la iglesia cuando se confunda el
mensaje bíblico que se debe llevar, y cuando se olvide la misión que Jesús nos
dejó o el método que se debe usar para llevarla a cabo.
Solamente, permíteme un
comentario sobre la última frase de Havner: Estamos en días cuando el mensaje
bíblico, en la mayoría de los círculos cristianos, ha sido cambiado por un
mensaje popular que agrada a la gente, en general. La misión de ir a todo el
mundo a predicar el evangelio ha sido cambiada por un esfuerzo humanitario y
político para mejorar la situación temporal en este mundo, en lugar de priorizar
la eternidad. Los métodos, para llevarlo a cabo, son relaciones públicas que
atraen a la gente a diversiones y entretenimiento, en lugar de la obra del
Espíritu Santo de convencer de pecado, justicia y juicio. Estos fueron los
avisos de hombres de Dios como Vance Havner.
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